Yo también he vivido esta situación durante muchos años:
El viernes estás trabajando y ves que tienes pendientes unas cuantas tareas. Tal vez alguna a medio hacer que te toca terminar. Pero ves que no te apetece porque «total, ya es viernes, y el finde ya está ahí», te dices a ti mismo.
Y entonces haces un pacto contigo mismo que en realidad es una trampa. Y dices: «Bueno, no lo hago hoy, pero FIJO que lo hago el lunes. En cuanto llegue me lo quito de encima».
Es una trampa porque en primer lugar te perseguirá durante el fin de semana (sobre todo si es algo importante). Y en segundo lugar: va a condicionar el arranque de la siguiente semana. En vez de empezar cosas nuevas y seguramente de mayor impacto, dedicarás las primeras horas del lunes a terminar lo que el viernes dejaste. Básicamente porque te dio la gana.
Recomiendo leer este artículo de Berto Pena. No sólo para saber cual es el problema de la procrastinación de los viernes, sino también porqué explica cómo dar un giro en cinco pasos.
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