domingo, 22 de mayo de 2016

Cómo me convertí en un referente del marketing en el mundo de la fotografía

Por: Vicente Nadal
Referente del marketing
Este es un post de invitado de Vicente Nadal de Marketing para Fotógrafos.

Esta no es una historia de superhéroes, es una historia de superación, paciencia y trabajo.

La historia de cómo conseguí pasar de ser un total desconocido en el mundo online a ser un referente en el mundo de la fotografía.

Voy a contarte cómo he logrado ser un referente detallando mis errores y mis aciertos, para te sirvan de ejemplo y puedas verte reflejado en ellos.

Estoy seguro que te servirán de ayuda en el camino a tu propio éxito personal y profesional, sea cual sea tu sector, porque el camino es el mismo estés donde estés.

¿Comenzamos?

Los 5 aciertos que me llevaron a ser un referente en el mundo de la fotografía

Empecemos por lo bueno.

¿Qué hice para llegar a tener el blog de marketing para fotógrafos más visitado en habla hispana? ¿Qué puedes aprender de este camino que yo emprendí hace ya varios años?

#1 Todo camino comienza con un solo paso: estudiar sin parar

El primer paso que di en este camino fue apuntarme a un curso de redes sociales, SEO, SEM, Google Analytics y Social Media en general. Necesitaba colocar mi web en primeras posiciones y atraer más clientes y comprendí que un curso de iniciación podría ser un buen modo.

Es un paso importante en un camino que luego no he dejado de caminar: el de la formación sin escatimar el precio de la misma.

Desde ese día no ha habido año que no haya cursado entre 1 y 3 cursos de marketing, estrategia, email marketing, ventas, etc.

Gasto entre 1.000 y 2.000€ cada año en formación, además de lo que he aprendido leyendo en blogs de diferentes profesionales.

Con toda seguridad ese ha sido mi primer y mayor acierto. Aunque también está claro que, en parte, este acierto ha sido el padre de mis errores como vas a poder comprobar en la segunda parte de este post.

LECCIÓN: aprende todo lo que puedas de marketing y ventas. Tu negocio, sea el que sea, no funciona mejor si bajas precios o si llenas de adornos tu propuesta. La mejor manera de vender tus servicios o productos es saber cómo se vende y para eso necesitas estudiar técnicas de venta y marketing.

#2 Si quieres ir rápido ve solo, pero si quieres llegar lejos ve en compañía: seguir a los mejores y rodearme de ellos

La gran ventaja que ha traído Internet y las redes sociales al mundo es que tienes la posibilidad de conocer grandes personas con gran corazón, generosas y que comparten lo que tienen desde su ordenador.

Y, gracias a ello, una de las cosas que diferencia a las personas que tienen éxito de las personas que no lo tienen es que las primeras hacen nuevos contactos nuevos todos los días, mientras que las otras no.

Antes de entrar en las redes sociales solo me relacionaba con las personas de mi entorno directo y mis clientes. Y así es muy difícil tener oportunidades, ya que estás en un entorno finito y empobrecido.

Al entrar en las redes sociales tu mundo se agranda y pierde las fronteras. Es en ese momento en el que debes hacer un esfuerzo para salir de tu entorno natural, ya que las oportunidades de negocio están donde menos te imaginas.

Ese fue mi segundo gran acierto. Dejé por una temporada de relacionarme con mis compañeros de profesión y busqué otros círculos de amistades y de conocimiento. Eso me permitió:

  • Crecer como persona.
  • Tener más oportunidades de negocio.
  • Ganar amigos influyentes en las redes sociales que me arropan si lo necesito (aunque intento no abusar claro).

Su apoyo incondicional y su ayuda me ha servido de mucha ayuda en algunos momentos.

Con algunos de estos amigos 2.0 he tenido posteriormente colaboraciones que me han ayudado a generar la marca o reputación necesaria para seguir creciendo.

Pero, si algo he aprendido en las redes sociales, es que cuanto más das, más recibes.

Para poder recibir el apoyo y la ayuda de otros tú también debes estar dispuesto a ser generoso y ayudar al que lo necesita, sin importar si eres grande o pequeño.

En las redes sociales tu grandeza no se mide por los seguidores que tienes, sino por tu generosidad y compromiso.

Las redes sociales son una gran plaza pública en la que tienes a un golpe de clic a personas relevantes de todos los sectores. Muchos de ellos totalmente receptivos a nuevos contactos y compañeros de viaje. En las redes sociales “casi todos” somos iguales y podemos tratarnos de tú a tú.

LECCIÓN: entra en las redes sociales con la mente abierta a conocer gente y a relacionarte sinceramente con ellas. Recibirás siempre más de lo que des.

#3 La experiencia es la madre de la ciencia: experimentarlo y probarlo todo

Las mejores lecciones son las que te enseña la práctica real. Puedes aprender simplemente lo que te explican o cuentan otros, o puedes experimentar tú mismo y poner en tela de juicio todo a ver qué pasa.

Cuando repites lo que otros cuentan solo eres un mono repetidor. Cuando experimentas tú mismo, con tus propias circunstancias y enfoque personal, creas nuevo conocimiento y nuevas experiencias que tienen un valor en sí mismas.

Esas lecciones siempre te acompañan y son tu mejor pasaporte hacia el futuro que deseas alcanzar.

Yo he creado cuentas en diferentes redes sociales, he creado perfiles temporales con fines de experimentación de estrategias de contenido o de diferentes tipos de interacción.

Esa misma experimentación es un contenido que no habría podido obtener de otro modo y que me permite ahora tener más seguridad en lo que hago.

Yo nunca he sido conformista y en esta ocasión tampoco lo he sido. No me ha bastado lo que me han dicho expertos o “gurús”. He querido, siempre que he podido, experimentar yo mismo las cosas y probar a hacerlas de otro modo de otras maneras, a ver qué pasa.

La experiencia es tremenda porque aprendes de verdad. De hecho dejas de aprender y pasas a dominar el conocimiento de cómo funcionan las cosas, no ya porque te lo han contado sino porque lo has experimentado.

LECCIÓN: no des nada por sentado ni por sabido. Cuestiónatelo todo y experimenta. Crea tu propio conocimiento experimental. Piensa que tus circunstancias personales y profesionales son irrepetibles, lo que para otros es blanco para ti puede ser rojo… o negro, eso tendrás que averiguarlo tú.

#4 Tu actitud marca la diferencia: creer en mí mismo

Si tú mismo no crees en tus posibilidades ¿quién lo va a hacer?

Esto es algo que me viene de siempre, no es algo que haya aprendido en este camino. Yo siempre he creído en mi porque sé que solo yo soy capaz de llegar a donde me lo proponga, nadie me va a dar la mano y a llevarme por el camino.

Ni las circunstancias externas ni la competencia o la crisis te tienen que desviar de tu objetivo. Y mucho menos otras personas que pueden sentirse amenazadas o incómodas por la presencia de una persona “ajena” en su sector.

Que la vida no es un camino de rosas lo sabemos todos. Pero algunas veces además de espinas en el camino te encuentras que has de recorrerlo descalzo y con viento en contra, lo que dificulta mucho más el avance.

He tenido que sobreponerme a gente muy cercana, y a otra gente más lejana, que intentaba frenarme o que no me daba el apoyo que necesitaba para sentirme con fuerzas y con ánimo elevado.

En algunas ocasiones he sentido la tentación de tirar la toalla, pero afortunadamente he sabido o he podido encontrar el modo de salir de ese túnel de negatividad y salir adelante.

Al final he comprendido que la primera mano que tienes para ayudarte a salir adelante la tienes al final de tu propio brazo y que no puedes avanzar si tú mismo no crees en ti y en tus posibilidades.

Tú puedes ser tu mejor aliado o tu peor enemigo y sólo depende de tu actitud mental, de tu fortaleza y de lo fuerte que sea tu convicción en tus propias posibilidades.

Siempre digo que yo no tengo tiempo de deprimirme si las cosas no van bien, tengo demasiadas cosas que hacer como para pensar en eso.

La primera persona a la que has de convencer para tener éxito en un proyecto eres tú mismo.

Al final lo que todos los profesionales te dirán es que tu actitud es la que marca los límites a tus metas.

Con una actitud derrotista no llegarás a ninguna parte. Necesitarás una actitud de lucha y superación a prueba de bombas.

LECCIÓN: no dejes nunca que nadie te diga qué puedes o qué no puedes hacer. Sólo tú eres la medida de tus posibilidades y no lo que otros piensen de ti. Si te lo propones lograrás lo que quieras.

#5 No hay mal que 100 años dure, ni ser que lo resista: la paciencia es una virtud

Un día decidí que mi objetivo era enseñar marketing online a mis compañeros de profesión.

Comprendí que para eso necesitaría tener una reputación, algo que avalara que yo sí tenía esos conocimientos que decía saber transmitir. Pero sobre todo necesitaba que se despertara la demanda, que hubiera un interés real por ese conocimiento.

Hice una primera exploración sondeando a las asociaciones de fotógrafos y la respuesta fue nula. La única que me respondió lo hizo dándome la espalda: le pareció bien la idea pero llamaron a otro. Lo peor de todo es que era mi propia asociación y eso duele mucho más.

Pero lejos de tirar la toalla me armé de paciencia y tracé un plan. Creé un grupo en Facebook al que invité a mis compañeros. En ese grupo me daría a conocer como experto y haría crecer el interés compartiendo contenido ajeno y propio.

Mientras ese grupo crecía por mis incorporaciones yo seguía estudiando y aprendiendo más y más. También seguía fortaleciendo mi marca con más contenido y participando en tantos eventos para que me dieran la máxima visibilidad posible.

Poco a poco se fueron sucediendo las llamadas y mensajes de compañeros consultándome qué hacer para posicionar su web o para mejorar su negocio.

Hasta que un verano, el de 2014, los planetas comenzaron a alinearse.

De pronto, a la vuelta del verano, esas llamadas eran muy constantes y me contrataron para dar una conferencia sobre marketing para fotógrafos en Bilbao (Bilbao PhotoExperience).

En ese momento hice una revisión del mercado: ¿hay competencia? ¿Cuánta? ¿Qué hace?

Y entonces vi que sí, que ya había gente trabajando en ese nicho y que estaba teniendo resultados: el mercado había madurado y era el momento de poner en práctica todos los conocimientos que había estado acumulando.

Volviendo la vista atrás en ese momento (enero de 2015) comprendí que si hubiera realizado ese trabajo cuando me lo propuse un año antes habría fracasado por falta de preparación y de madurez del mercado.

Tener paciencia hizo que madurara el mercado mientras yo maduraba como profesional del marketing online.

Gracias a ello pude poner mi blog en el primer lugar de Google en menos de 3 meses y llegar a ser la web de referencia en habla hispana en marketing online para fotógrafos.

Incluso he quedado en el grupo de cabeza en el concurso de los Premios Bitácoras, pasando en 5 meses de no existir el blog a estar en la zona más expuesta, lo cual da una idea de la magnitud y el valor del trabajo realizado.

LECCIÓN: los resultados de tu trabajo de formación, de posicionamiento o de creación de marca no son inmediatos. Has de saber ser paciente y constante. Si crees en ti, crees en lo que haces, en tus objetivos y en plan trazado, los resultados llegarán.

Los 5 errores que no cometería de nuevo para llegar a ser un referente

Has visto todo lo bueno y lo que hice bien. Ahora toca ver todo lo malo: los 5 errores que ralentizaron mi camino hacia esta “cima” y que me impidieron llegar antes.

Te aseguro que, en muchas ocasiones, se aprende más de estos errores que de los propios aciertos.

#1 Y sonó la flauta por casualidad: pasarse de listo

En la fábula “El burro flautista” de Tomás de Iriarte se cuenta como un necio puede creerse sabio si acierta por casualidad.

Eso me pasó a mí y no me duele reconocerlo. Acerté casualmente con un hashtag en Twitter a las 2 semanas de comenzar mi actividad en esta red social.

Como ya he dicho antes, comencé en las redes sociales para mover mi negocio y posicionar mi web. En ese momento tuve fortuna y resultó que varios de mis tweets que utilizaban ese hashtag estaban siendo monitorizados.

Esa persona que monitorizaba el hashtag publicaba un diario en Paper.li que conseguía su contenido del hashtag que yo utilizaba.

Por si no lo conoces, Paper.li es una herramienta para crear tu propio periódico de forma automática con contenido generado de otras páginas webs y redes sociales.

El origen de la información puede ser muy variado, desde blogs, cuentas de Twitter, hashtags o hasta listas de usuarios de Twitter tuyas o de otros.

Cada vez que se publica el diario tu cuenta de Twitter emite un tweet compartiendo esta publicación. En este tweet se mencionan a algunas de las personas o cuentas que han contribuido con su contenido a hacer posible la publicación.

Y esto es lo interesante, ya que luego estas personas suelen agradecértelo con otro tweet donde te mencionan.

Curiosamente, a los pocos días de esa primera mención, volví a recibir otras menciones y visitas de otro periódico de Paper.li. En ambas ocasiones estas personas residían y publicaban desde EEUU, no desde España.

Como soy curioso y lo pruebo todo, me di cuenta de que tener una publicación de estas era gratis y fácil. De modo que me puse manos a la obra, me registré y comencé a usarla.

Además, programaba algo de contenido por las noches con TweetDeck. Mis amigos y compañeros del curso de redes sociales no sabían cómo era capaz de estar en clase y publicar tweets al mismo tiempo. Estaban tan asombrados que era el “alumno aventajado” y todos querían conocer mi secreto.

Me creí el Rey del Mambo.

Pensaba que ya era capaz de llegar a todo el mundo sin más preparación que un cursito de 2 meses. Y ese fue un gran error del cual tardé en darme cuenta.

Intenté impartir un curso de redes sociales, pero no se apuntó nadie. Lógico, yo todavía no había demostrado nada, solo había tenido un poco de suerte y era curioso, pero eso no es suficiente.

Me pasé de listo por querer enseñar sin haber aprendido lo suficiente antes. La impaciencia nunca es una buena compañera.

LECCIÓN: las cosas en el mundo del marketing llegan solo con paciencia y tesón. Trabaja y se humilde, el tiempo te dará lo que te merezcas, pero ten paciencia. Huye de quien te prometa éxito rápido, fácil y asegurado porque te estará mintiendo.

#2 Si hay que ir se va, pero ir para nada es tontería: error de networking

Entras en un mundo nuevo y comienzan a lloverte invitaciones para todo tipo de actividades de networking: quedadas, eventos, meetups, …

Yo, como buen novato, no tenía ni idea de para qué se montan esos saraos y acudía con la mente totalmente en blanco… y me marchaba igual, con la mente en blanco.

Normalmente perdía 2 o 3 horas de mi tiempo para nada.

Un acto de networking debe de ser un acto para:

  • Conocer socios estratégicos para tu negocio: descubrir a alguien que necesitas para seguir creciendo o intentar buscarlo al menos.
  • Presentarte a otras personas: conocer a gente de tu sector que sabes que, a largo plazo, puede cambiar tu vida.
  • Presentar tus productos o servicios: conseguir nuevos clientes en una audiencia receptiva de un evento relacionado con tu temática.

Pero, además de todo esto, debe de ser un acto con proyección. Me explico.

Los días siguientes debes ordenar las tarjetas que has recogido, clasificarlas, preparar correos electrónicos para aquellos contactos con los que sabes que necesitas seguir en contacto y preparar un calendario para rentabilizar esa reunión.

Acudir a un acto de networking solo porque hay que ir y porque todos tus conocidos van para reunirte con ellos a hablar y no conocer gente nueva… es una pérdida de tiempo.

Ahora si acudo a un acto de networking tengo claro a lo que voy y si no le encuentro un sentido o no voy a poder rentabilizarlo, directamente no voy.

Mirando atrás, ahora no acudiría a muchos de los actos a los que he acudido porque sabía de antemano que no sacaría nada.

Un día, en un sarao de emprendedores me regalaron el libro “¡Odio el networking! pero lo necesito” de Devora Zack.

Comprendí lo mal que lo estaba haciendo y tomé la decisión firme de sólo acudir a un acto, del tipo que fuera, si tenía claro qué quería lograr y luego hacía balance de los resultados.

LECCIÓN: en la vida tendrás oportunidades, en forma de networking o en otras formas. Ten siempre claros tus objetivos y no hagas nada si no tienes claro qué esperas obtener, aunque sea de modo aproximado. Hacer por hacer es la cosa más tonta del mundo.

#3 El tiempo es oro y si lo pierdes no lo recuperas: no controlar el tiempo en las redes sociales

Cuando empiezas en el mundo de las redes sociales te enganchas, es algo que nos pasa a todos los novatos.

Te entra tal fiebre que es como cuando estás enamorado, que ni duermes ni comes ni pasa un minuto sin que veas qué está pasando en tu red favorita.

La facilidad con la que crecía en contactos y ciertas casualidades lograron que me obsesionara y pasara demasiado tiempo todos los días durante mi jornada de trabajo enganchado a Twitter.

Y el caso es que es un problema si estás trabajando y no te controla nadie como era mi caso. Al final se me escapaba la mañana, la tarde, la noche, la semana… y la faena sin salir adelante.

Sí, mucho Klout, muchos followers y mucho retweet…pero con eso no vas a hacer la compra al súper.

Al final no tienes más remedio que ponerle coto, cambiar de hábitos radicalmente y medir el tiempo que pasas en las redes.

Yo tiré mucho tiempo a la basura leyendo el muro de Twitter sin hacer nada por mi negocio. Pero lo peor no era eso realmente.

Lo verdaderamente preocupante es que no había detrás una estrategia, un motivo real, un objetivo que pudiera dar un resultado económico computable a ese esfuerzo.

Era una auténtica pérdida de tiempo que ni me permitía mejorar mi negocio de fotografía ni me permitía aparecer potencialmente como una persona capaz de explicarlo bien o de gestionarlo para otros.

Ese es un grave error que te recomiendo que no cometas

LECCIÓN: no caigas en los cantos de sirena de las redes sociales. Debes tenerlas como una herramienta de trabajo, generación de branding y reputación, pero no puedes pasar tu tiempo de creación o de ventas distraído en ellas.

Te recomiendo que te pongas un cronómetro en el navegador que te cuente las horas que pasas en cada actividad. Para ello puedes instalar el complemento Toggl para Chrome,  que te permite controlar lo que haces de un modo sencillo.

#4 No se puede ir contracorriente siempre: negarme a estar en Facebook por capricho

Mi entrada en las redes sociales fue por Twitter y me encontraba tan cómodo y tan entusiasmado que no necesitaba más.

Además, cuando me acercaba a Facebook me sentía encorsetado para seguir a nuevas personas, algo que en Twitter se me hacía muy fácil.

Esto, unido a que en Facebook solo encontraba a mis propios compañeros, me hacía sentirme hastiado. Tanto que se me quitaron las ganas de estar en Facebook durante casi 2 años.

Mi problema no era que Facebook fuera mejor o peor, sino que yo no entendía Facebook. Intenté mirar esta red social con el mismo prisma que había mirado a Twitter y me equivoqué por completo.

Con el tiempo comprendí que era un error: todos mis clientes potenciales y todos mis contactos más relevantes estaban en Facebook desde hacía mucho y yo me lo estaba perdiendo por no saber adaptarme.

Facebook es la red social por excelencia en estos momentos en mi sector y en la mayoría de sectores. No puedes no estar, salvo que el tuyo sea un caso muy especial.

LECCIÓN: da igual que sea Facebook, Google+ o cualquier otra cosa. Si estás dejando de lado una oportunidad perfecta para tu negocio porque no te apetece, te aburre o por cualquier otro motivo, estás dejando dinero sobre la mesa.

Piensa que las redes sociales para ti son una herramienta de branding y de socialización y tendrás que estar en las redes que te toque, te gusten más o te gusten menos.

Si todo el mundo que te importa, a nivel de negocios, va por un camino concreto, necesitas encontrarte con ellos en ese camino. Si no lo haces estás perdiendo oportunidades de entablar relaciones con esas personas y provocar que lleguen nuevas oportunidades de negocio.

#5 El fotógrafo sin foco: no marcar un objetivo para mis acciones

La falta de foco, de intencionalidad de las acciones, de metas concretas y claras, es uno de los grandes errores que cometí al principio. En definitiva, no tener un plan de acción a corto y largo plazo.

Yo veía que tenía seguidores, que me tenían por un influencer, que la gente quería saludarme porque era popular… pero… ¿y el dinero? ¿Cómo se monetiza la influencia en las redes sociales? Porque yo no veía ni un céntimo de todo ese trabajo que hacía.

Algo estaba haciendo mal porque parecía que me movía mucho, sí, pero no me desplazaba de donde estaba y seguía todo el tiempo en el mismo sitio.

Sin metas y sin un modo de medir los avances a esas metas, haces mucho ruido pero no tocas música, te mueves mucho pero no avanzas, parece que creces pero sin una dirección específica que tenga una finalidad concreta.

Un profesor me enseñó que necesitaba foco, destino, ruta, plan y motivación.

En cuanto puse un rumbo concreto y visualicé las acciones y procesos que debía resolver para llegar a mi destino comencé a avanzar.

LECCIÓN: antes de moverte de la silla, antes de pensar siquiera que vas a hacer algo, toma conciencia de tu destino. Marca un objetivo y un plan para alcanzarlo. Revísalo todas las semanas o como mínimo todos los meses, pero sobre todo cada trimestre. No pierdas nunca el foco ni la motivación.

Conclusiones

Te resumiré mis errores y aciertos en 10 puntos para que puedas recordarlos y aplicarlos en tu propio camino hacia la cima de tu sector:

Aciertos

  1. Estudia y fórmate sin parar: aprende marketing online como si fuera lo último que tuvieras que hacer en esta vida y nunca jamás dejes de formarte.
  2. Sigue a los mejores: rodéate de gente mejor que tú, aprende de ellos y haz que te integren en su comunidad.
  3. Experimenta y pruébalo todo: no des nunca nada por sabido o por supuesto, ¡prueba!
  4. Cree en ti mismo: no te rindas, sé fuerte y pasa de todas esas personas tóxicas que se interponen entre ti y tu éxito.
  5. Ten paciencia: haz que esa oportunidad única de triunfar que esperas te pille trabajando por ella.

Errores

  1. No te pases de listo: sé humilde y no creas nunca que lo sabes todo, hasta el más torpe tiene una lección para ti.
  2. No hagas networking al azar: haz networking, pero con cabeza, objetivos y sabiendo lo que estás buscando.
  3. Mide tu tiempo en redes sociales: vigila el tiempo que dedicas a las redes sociales y evita la procrastinación.
  4. Olvídate de tus caprichos: no importa que no te guste Facebook o Google+. Si te dicen que es interesante estar, al menos tendrás que probarlo a fondo antes de negarte, sobre todo si tu público está allí.
  5. No te dejes llevar por la corriente: márcate un objetivo y traza un camino para llegar a tu destino revisándolo periódicamente.

¿Cuáles fueron tus errores y aciertos en el mundo del blogging?

Con estos 10 puntos he construido mi marca y mi fortaleza. Ahora te toca hacer a ti hacer un examen de cómo lo haces tú: ¿cuántos puntos de esta lista te son familiares?

Además, quiero que te animes a comentar este post con tus mejores aciertos y errores a la hora de posicionarte en tu sector.

Mi lista de 10 puntos es larga y ha dado para un post de 4.000 palabras, pero con tu aportación podremos seguir descubriendo nuevos errores y aciertos en la zona de comentarios.

Rss footer separator

ACCEDE A MI CENTRO DE RECURSOS SOBRE BLOGGING:
El camino más corto hacia tus primeros 1.000€ online

0 comentarios:

Publicar un comentario