lunes, 8 de febrero de 2016

¿Quiere todo el mundo ser feliz?

Por: Iago Fraga

que buscamos, objetivos, mapa mental

Cuando yo empecé a investigar y aprender de coordinación de objetivos, lo hice porque la vida nos mete en situaciones que lo hacen necesario.

Por ejemplo: qué es más importante, ¿mi vida personal o mi vida profesional? Qué hago, ¿irme a China de director de agencia o quedarme y casarme con mi novia de hace un año? Con ese tipo de dilemas te das cuenta de que no tenemos ni idea de cómo se hace.

Ahora, cuando me preguntan cómo decidir en estas situaciones y explico los conceptos de base, no sé por qué, pero casi siempre me frenan antes de acabar y casi siempre se trata del mismo debate.

Pero voy a contártelo como si tú también quisieses aprender a coordinar tus objetivos. A ver qué pasa…

Concepto 1 – Espiral objetivos-estrategias

El primer concepto necesario para aprender a coordinar objetivos es lo que yo llamo la espiral objetivos-estrategias que es un básico generalmente desconocido.

Esta “espiral” es el fenómeno que se da cuando, para abordar un objetivo, diseñas una estrategia y ésta da lugar a nuevos sub-objetivos (que a su vez necesitan cada uno una estrategia y así sigue la espiral…).

Por ejemplo, tomemos el objetivo “tener buena salud”.

objetivo inicial

A este objetivo podríamos asociarle una estrategia de descomponer ese gran objetivo en “tener bien la dentadura”, “llevar una dieta equilibrada” y “no estropear la vista”. A su vez, para cada uno de estos tres sub-objetivos tendríamos que decidir qué plan ponemos en marcha para alcanzarlos.

objetivo desarrollado

La espiral objetivos-estrategias no para de dar vueltas hasta que no queda ningún sub-sub-sub…objetivo sin estrategia y que las últimas estrategias están todas completas. Las últimas, forzosamente, deben ser muy simples resolviendo objetivos muy pequeños con un par de tareas.

Concepto 2 – Objetivo vital vs objetivos “champiñón”

La segunda cuestión para poder decidir entre ir a China o casarte (sin tirar una moneda al aire, claro :) ) es saber cómo nacen tus objetivos.

En general, hay dos grandes formas de marcarte objetivos:

  • Cada vez que te apetece marcarte un objetivo, te lo marcas (objetivos champiñón) o bien,
  • Tienes un objetivo único en la vida (objetivo vital) y de él surgen todo el resto con la espiral objetivos-estrategias que acabamos de ver

Los objetivos champiñón les llamo así porque surgen de la nada cuando te los planteas y están totalmente desconectados. Los objetivos champiñón son imposibles de coordinar porque no tienes un criterio imparcial para decidir con cierta lógica cómo resolver un conflicto de recursos, tiempo o simplemente decidir cuándo vas a renunciar a uno para concentrarte en el otro.

Para detectar en cuestión de segundos si un cliente tiene objetivos champiñón o un objetivo vital basta con pedirle que me dibuje un esquema de sus objetivos. Y luego comparo a mi chuleta:

objetivo vital vs champiñones

El tener un objetivo vital es normalmente un signo de madurez productiva. Las personas que son capaces de relacionar todos sus objetivos, ya se han planteado y han resuelto muchas preguntas.

(Por cierto, yo aquí te cuento la parte que me interesa de cada concepto para no irme por las ramas. Pero si quieres aprender más sobre sobre esto, cómo se hace cada etapa y cómo converger hacia objetivos coordinados, tienes cada concepto muy bien explicadito paso a paso y con detalle en la revolución productiva porque el libro está escrito justamente para enseñar técnicas como esa.)

Cuando tienes un objetivo vital coordinar estrategias es más fácil porque a ti te da igual sacrificar un sub-objetivo. El único objetivo que te importa realmente es el principal y si un sub-objetivo es inalcanzable siempre puedes cambiar de plan y buscarte nuevas opciones sin dañar lo que más te interesa en la vida (tu objetivo vital).

¿Quiere todo el mundo ser feliz?

La gran cuestión con la que me frena todo el mundo mi explicación sobre cómo se coordinan los objetivos es que: ¿acaso existe gente en el mundo que no quiera ser feliz? ¿No es ese el objetivo de todo el mundo?

O puesto en imagen:

felicidad, objetivo

Y ahí… ahí tocamos una fibra importantísima de la productividad personal. El objetivo último que deberíamos perseguir.

Yo ya te adelanto que no tengo pruebas de que todo el mundo quiera ser feliz. Y ya sabes que no me gusta decir nunca nada que no pueda demostrar ni argumentar.

Los modelos de objetivos (champiñones y vital) existen. La espiral objetivos-estrategias se da. Mucha gente me ha confirmado que su objetivo en la vida es “ser feliz”. Y, aun así, todavía no puedo afirmar que todos los seres humanos del mundo quieran ser felices. Mucho menos todavía, que lo estén intentando alcanzar.

Por eso, como yo aún no tengo respuesta y ahora que te he explicado las bases de cómo nacen los objetivos, te paso la patata caliente: ¿tú qué opinas? ¿Quiere o no quiere todo el mundo ser feliz?

Ps… hazme un favor y comparte este artículo con tus amigos. ¡Gracias 😉 !


» Ver el artículo en el blog

Tecnicas de Organizacion
De Iago Fraga en Técnicas de Organización


0 comentarios:

Publicar un comentario