domingo, 7 de febrero de 2016

MASS: Avanzando firme hacia la efectividad sostenible

Por: José Miguel Bolívar

MASS significa Micro Acción Sostenida Sostenible. Este acrónimo representa otro de los elementos clave de la metodología de efectividad personal OPTIMA3® y son muchas las personas que a día de hoy ya han podido comprobar la utilidad y la potencia de este concepto. ¿Qué es exactamente una «micro acción sostenida sostenible» y por qué resulta tan potente?

Todo el mundo ha sentido en algún momento la frustración derivada de fracasar en la consecución de un objetivo. Por otra parte, ya hemos visto en posts anteriores que una de las razones principales por las que a menudo fracasamos en la consecución de nuestros objetivos es porque solemos caer en el error de plantearnos objetivos frágiles. También hemos visto que los objetivos están claramente sobrevalorados en la actualidad – lo que no los convierte en inútiles – y que lo importante para lograr resultados en entornos VUCA son las tendencias.

El concepto MASS guarda estrecha relación con lo anterior ya que, por una parte, trabaja con «objetivos elásticos» y, por otra parte, centra la atención en las tendencias, en lugar de hacerlo sobre los objetivos. La idea central del MASS es asegurar que se modifica la tendencia existente en la actualidad, oriéntandola en la dirección que conduce al objetivo deseado.

La clave de una MASS es que la modificación perdure en el tiempo, es decir, asegurar que se trata de una modificación «sostenida», más allá de un simple intento puntual. Y para que la modificación sea «sostenida», es indispensable que la acción que da lugar a dicha modificación sea «sostenible», es decir, que sea una acción tan «micro» que la fricción que genera haga impensable dejar de hacerla.

El concepto MASS tiene sus raíces en los aprendizajes obtenidos a partir de múltiples teorías de carácter ampliamente contrastado. Una de ellas, por ejemplo, es la Tercera Ley de Newton, conocida también como «Principio de acción y reacción». Otras de las diversas fuentes que proporcionan una base teórica al concepto MASS son el Principio de Le Châtelier o el concepto de homeostasis en Teoría General de Sistemas.

En la mayoría de los casos, la consecución de nuestro objetivo conllevará cambiar algo. Las teorías anteriores nos previenen sobre un detalle clave que es imprescindible tener en cuenta si queremos tener éxito en nuestro empeño: cuanto mayor sea la magnitud del cambio que queramos lograr, mayor será la resistencia que encontraremos para ello.

MASS propone reducir la «intensidad» del cambio, dedicando ese esfuerzo a asegurar la «constancia» en el cambio, es decir, reducir al máximo la «fricción» del cambio, haciéndolo «sostenible», de tal forma que dicho cambio pueda ser «sostenido» durante mucho tiempo.

Lejos de quedarse ahí, el concepto MASS incorpora también otros importantes hábitos productivos que aumentan nuestra efectividad, como por ejemplo la descomposición de los proyectos en acciones (GTD), el uso de «acciones tachables» (OPTIMA3) o uno de los hábitos más potentes que hemos incorporado recientemente a OPTIMA3: «enfriar el pensamiento», una brillante aportación del maestro Antonio José Masiá.

Uno de los problemas más habituales a la hora de plantearmos un objetivo es precisamente que no enfriamos el pensamiento lo suficiente. Un objetivo decidido «en caliente» es fácil de reconocer porque suele suponer un cambio ambicioso y radical en relación con la situación de partida actual, lo que frecuentemente significa un objetivo poco realista. Cuando no enfriamos el pensamiento lo suficiente, estamos dejando que sea el «sistema caliente» el que domine la situación, sin dejar que el «sistema frío» intervenga para poner un poco de sensatez. Y tú ya sabes, por experiencia, lo «bien» que resulta eso de «decidir en caliente»…

El «sistema caliente» decide únicamente desde las emociones, los buenos deseos y las mejores intenciones, pero casi siempre de espaldas a la realidad. Cuando creas las condiciones para que el «sistema frío» pueda intervenir, estás asegurando que también se van a poder incorporar informaciones útiles y relevantes para que tus objetivos sean resultado de una decisión equilibrada entre deseos y realidad, es decir, que para que sean objetivos realistas, bien definidos, con sentido y, sobre todo, con alta probabilidad de éxito.

El avance firme hacia la efectividad sostenible necesita un cambio de paradigma. Hay que abandonar los objetivos frágiles, sustituyéndoles por objetivos elásticos, e identificar con claridad cual es la tendencia que, de forma mantenida, nos conducirá a ellos. A partir de ahí, solo nos queda identificar una o más «micro-acciones» que aseguren, por la poca fricción que supone su realización, que vamos a ser capaces de realizarlas de forma «sostenida», es decir, que vamos a ser capaces de convertirlas en «hábito», ya que el hábito es la forma de asegurar que son acciones «sostenibles» a medio y largo plazo.

Cómo empiezas es muy importante pero lo que te llevará a dónde quieres llegar es lo que seas capaz de hacer de forma consistente a lo largo del tiempo.


0 comentarios:

Publicar un comentario