martes, 14 de enero de 2014

El poder de centrarte en una cosa

Por: Berto Pena

¿Buscas un cambio en Productividad Personal para este 2014? Te propongo uno que es toda una revolución para ti, para lo que haces y cómo lo haces. Algo tan sencillo de practicar y conseguir, que cuando experimentas sus beneficios te dices «¿cómo demonios no lo he hecho antes?» Esa revolución es la de centrarte en una cosa.



Muchas personas me preguntan cómo conseguir un cambio de verdad en su Gestión Personal. Están hartas de trabajar a trompicones, de ir siempre con la lengua afuera, de tener la sensación de remar sin avanzar y muchas cosas más. Buscan una gran revolución y esperan que les propongas medidas desesperadas, desproporcionadas. Casi como «si quieres adelgazar 10 kilos, entonces prepárate para una marathon». No hombre no, no hace falta tanto.


¿Por qué no empezar por algo asequible, cercano y que todo el mundo tiene? La ATENCIÓN.


Para mí la Atención es la clave de todo. Es el gran “pegamento” que junta todo lo bueno que tienes y te conecta con lo que tienes delante (un informe, un email, una llamada de teléfono, una conversación en una reunión…). Esa atención se puede construir con muchas piezas pero la que tienes más a mano, la más rápida de conseguir, y la más fácil, es centrarte en una sola cosa. Practicar la monotarea es algo que, atención, puedes hacer en cualquier momento y lugar, tanto en el trabajo o tus estudios, como en tu tiempo personal o familiar.


Hacer una sola cosa es potente. Pero además ser consciente cuando la haces (centrarte en ella) es algo mucho más poderoso si cabe. Desata tu capacidad, dispara tu agilidad mental, estimula tu proceso creativo, aumenta la calidad, y te hace más rápido y eficiente. Dicho en otras palabras: haces las cosas mejor, piensas mejor, creas más fácilmente, encuentras soluciones, te vas antes a casa, y las horas del día por fín te llegan.


Concentración, Claridad, Intensidad, Creatividad, Detalle, Calidad, Consciencia, Sencillez, Lucidez, Relajación, Agudeza, Disfrute, Agilidad… ¿Quién no quiere eso en su trabajo?


¿Por qué no empezar tu revolución por algo asequible, cercano y que todo el mundo tiene? La Atención.


TODO el mundo puede centrarse en una cosa, en la próxima cosa, en esto que tienes aquí y ahora, delante de ti. Lo puede hacer un niño y un anciano.


Y ¿cómo empezar esta revolución de centrarte en una sola cosa? Con dos ingredientes: 1) un miniplan diario (que ahora te contaré); 2) y sobre todo con práctica y más práctica. La Atención es un músculo que hay que ejercitar de forma regular.


El miniplan con el que yo he conseguido centrarme en una sola cosa requiere estos pasos:



  1. Ten claro tu plan de trabajo: saber lo que hay que hacer y cuándo, la importancia-impacto de cada tarea, y preparar algunas cosas por adelantado.

  2. Reduce el número de aplicaciones y utilidades que utilizas. Simplifica y haz limpieza. Hay que perder grasa digital.

  3. Cierra o guarda todo lo que no necesites para lo próximo que vas a hacer. Ten frente a ti sólo las herramientas, materiales e información imprescindible.

  4. Dale un sentido a la tarea que vas a hacer ahora. Piensa durante 10 segundos «qué voy a hacer y qué busco con ello».


A mí a veces me asusta lo que mucha gente cree que es la Productividad Personal. Métodos, fórmulas, disciplinas, hábitos y rutinas exigentes que parecieran están reservadas sólo a una élite. Como si ser productivo fuera algo parecido a ser un monje shaolín. Para nada.


Todo empieza por cosas tan cotidianas y asequibles como centrarte en una sola cosa. No subestimes (como hice yo) el potencial de estos gestos. Son toda una revolución.




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