jueves, 1 de septiembre de 2016

9 minihábitos que no llaman la atención y que te transforman

Por: Berto Pena

Una de las quejas que más he recibido a lo largo de los años es «lo difícil que es crear hábitos». Y no creo que sea así. Lo que es difícil, es no saber qué pasos dar y hacerlo de cualquier manera. Y uno de los puntos donde más fallamos es intentar hábitos probando cambios demasiado grandes o muy forzados. Grandes hábitos en lugar de Minihábitos.

Minihabitos

Cambiar con piezas más pequeñas

Yo también he estado ahí. Lo he experimentado decenas de veces en los 14 años que llevo preocupado por estos temas. He intentado y fallado. Vuelto a intentar y vuelto a fallar. Por eso desde hace ya tiempo me he vuelto un apasionado seguidor de los miniobjetivos y los minihábitos. Soy un fan de ellos por muchos motivos:

  • No requieren grandes dosis de “motivación” para empezar.
  • Su tamaño hace que el esfuerzo que tengas que hacer sea mucho menor.
  • Son cosas muy concretas. Palpables. Fáciles de identificar: «¿lo he hecho o no lo he hecho?.
  • No hay que leerse un libro o apuntarse a un curso para empezar.
  • Es muy fácil enlazar unos con otros y hacer una cadena de pequeños hábitos que luego no lo es tanto.
  • Puedes intentar varios y actuar en varios frentes sin volverte loco o dejarlo al segundo día por desesperación.
  • Te dan victorias fáciles y eso te lleva a animarte parar dar el siguiente paso.
  • No llaman la atención, la mayoría de la gente pasa de ellos. (Están más preocupados por introducir métodos de laboratorio, o por instalar la penúltima app con su icono reluciente.)

“Aprende a pensar en forma de escalones, no de escaleras.

Por eso me gustaría hablarte de algunos de mis minihábitos favoritos. Son cambios bastante pequeños, ya verás. Pero que tienen un efecto transformador. Porque se suman cada día y actúan sobre rincones que en el fondo cuentan más de lo que aparentan. ¿Los vemos juntos?

Algunos de mis minihábitos favoritos

  • 1. Anota las cosas en cuanto surjan. Un recordatorio o una tarea, una futura cita o una (posible) idea. Si te lo dicen en el momento o te pasa por la cabeza aquí y ahora, anótalo cuanto antes. En papel o software, pero anótalo. Jamás lo perderás.
  • 2. Lee/Escribe 20 minutos todos los días. Da igual si es ficción o es trabajo. Pero la mente se activa y trabaja de un modo distinto con estas dos extraordinarias actividades. Es una manera barata de ejercitar y alimentar tu mente. Y si puedes hacerlo, lee en papel, y escribe en papel. Con las pantallas ya estás el resto del día. Quizá demasiado.
  • 3. Incluir la fecha cuando pidas algo a alguien. Por Correo, por teléfono, en persona… cuando pidas algo, indica (si puedes) para cuándo lo necesitas. Aumenta tus dotes de colaboración y reduce muchas futuras urgencias. Un minihábito nada difícil de incorporar, que cambia muchísimo las cosas.
  • 4. Bebe un buen vaso de agua al levantarte. Había escuchado esto un montón de veces, pero hasta hace relativamente poco no me he puesto con ello en serio. Y la diferencia se nota. Ayuda a reactivar tu cuerpo y despertar tu mente antes.
  • 5. Pon cerca lo que más usas y consultas, y guarda el resto más lejos. Crea “accesos directos” en muchos rincones de tu vida. Por nombrar algunos: (1) tu Agenda de Contactos del móvil (2) la Guantera o el Maletero del Coche (3) las Carpetas de Proyectos en tu Ordenador (4) los Papeles y documentos con facturas, temas legales o médicos (5) las Cosas de la Cocina (6) la Cómoda o Armario del dormitorio (7) tu Gestor de Notas (Evernote, OneNote…).
  • 6. Aprende a buscar de verdad en Google.Al cabo del año buscas miles de veces. Y no es una exageración. Desde cosas de trabajo hasta preparar un viaje o un restaurante. Si sabes buscar en Google pierdes MUCHO menos tiempo. Un tiempo que si lo sumas al cabo del año igual te da para hacer algún viaje.
  • 7. Anota aparte las cosas que tienes que pedir a otros, o que no te han dado. De un modo u otro siempre terminas por depender de los demás. De que te entreguen algo o que terminen algo en tal fecha. Tener aislado e identificado eso te permite hacer un mejor seguimiento, y reducir las posibilidades de que te dejen tirado (urgencia).
  • 8. Procura escribir tus correos en un párrafo o dos. La clave para conseguirlo es esta: pon lo más importante que quieres decir, o el punto principal, ya en la primera frase de tu mensaje. Eso hace que te queden menos opciones para introducciones y rodeos. El tiempo que ganas reduciendo la escritura de correos es salvaje.
  • 9. Deja todo preparado para la primera tarea de mañana. Uno de mis minihábitos favoritos, lo llevo practicando años. Una vez que tienes identificada la tarea con la que vas a empezar mañana, asegúrate de que lo dejas todo a mano para empezar sin tener que rebuscar en los cajones, entrar en el Correo, o navegar por Internet buscando un trozo de información.

Llevo más de 8 años dedicado en exclusiva a ayudar a otros (y ayudarme) a transformar hábitos. Y una de las cosas que me ha enseñado la experiencia es esta: aprende a pensar en forma de escalones, no de escaleras. Mira toda la escalera el primer día, o piensa en ella de vez en cuando, pero luego olvídate de ella. Minihábitos. Uno detrás de otro. ¡Qué bueno es lo pequeño!

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