viernes, 5 de mayo de 2017

9 pequeñas mejoras para un gran Cambio Productivo

Por: Berto Pena

Tenemos una tendencia innata a rechazar lo pequeño, lo sencillo. No llama la atención, no vende bien, no se presta a presumir de ello delante de gente. Sin embargo, a la hora de hablar del Cambio Personal, de sumar nuevos Hábitos, cambiar en pequeño es uno de los secretos para dar en la diana.

Cambio Productivo

Todo el mundo que quiere cambiar puede hacerlo. Pero la mayoría de la gente no lo consigue. Por muchas razones, pero una de las más habituales es esta: se empeñan en crear Hábitos a lo burro, con prisas, con rebajas, siempre intentando cambios drásticos o tratando de abarcar más de lo que pueden. Y yo soy el primero que entona el “mea culpa”, porque en esto la he cagado mil veces.

Yo, después de muchos años trabajando personal y profesionalmente con Hábitos, defiendo el Cambio pequeño, gradual, asequible… y a la vez MUY ambicioso. Esa es la «Filosofía del Cambio» que yo enseño a otras personas, y que tan espectaculares resultados me ha dado en la vida y en el trabajo.

Es falso tener que poner patas arriba tus Hábitos para lograr un Cambio Personal. O tener que descargar una app, o apuntarte a tal o cual metodología o sistema de organización. Se puede cambiar en pequeño y cambiar a lo grande. De hecho ES la forma de hacerlo…

Si no, fíjate en esta serie de pequeños cambios (Hábitos) que, una vez incorporados en tu vida de forma gradual, van a generar un Cambio Duradero que de verdad se quede contigo… para siempre.

1Más Concentración al hacer las tareas de Valor

Antes siempre me distraía mientras hacía las Tares Clave de mi día. Pero un día, con algo tan sencillo como un post-it, empecé a recordar cada mañana que tenía que eliminar distracciones ANTES. Ahora la tarea más importante del día la hago totalmente enchufado.

2Cierro más temas y dejo menos cabos sueltos

Tengo una rutina al final del día y de la semana que me permite revisar todas las cosas que tengo a medias. Vuelvo sobre ellas y hago un lista de acciones que necesito para cerrarlas. Estoy más tranquilo y avanzo mejor por mis proyectos.

3Ya no caigo (tanto) en la maldita Multitarea

Al menos no tanto como antes. Y aunque todavía me cuesta centrarme en una cosa, cada vez lo hago mejor. Y cuando consigo enchufarme a una sola tarea, madre… ¡qué diferencia! Sobre todo con las tareas complejas noto que las hago con más fluidez y calidad.

4Ahora hago descansos activos entre tareas

Mi trabajo depende cada vez depende más de mis ideas, de mi mente, así que cada vez cuido más de ella. Por ejemplo hago descansos frecuentes y cortos entre tareas en los que me alejo de mi ordenador y no toco el móvil. Así refresco la mente de verdad y luego rindo mejor.

5Ya no vivo con un desorden físico y digital

No me he complicado con sistemas complicados de organización. Únicamente me centré en crear una rutina de orden y limpieza semanal, y ahora encuentro rápido las cosas. Sobre todo las más importantes y las que más utilizo a diario.

6Ahora voy mejor preparado a mis reuniones

Cuando me envían una convocatoria de reunión en la que faltan datos, siempre pregunto y analizo tanto la agenda como los objetivos. Eso hace que siempre vaya con los deberes hechos. Ahora noto que cuando participo y hablo, soy más claro y directo en lo que digo. Cuando la reunión es con clientes o mi jefe esto lo noto más.

7Los viernes preparo el trabajo de los lunes

Antes hacía una planificación-preparación diaria, pero no la semanal (la hacía cuando podía o me acordaba). Ahora la hago todos los viernes a mediodía y me sirve para dos cosas utilísimas: a) evaluar cómo ha ido la semana y hacer seguimiento de mis temas; y b) preparar las cosas para la semana que viene, y en concreto del lunes.

8Ahora aprovecho los “ratos muertos”

Cuando me dí cuenta que los ratos no están muertos, sino que muy vivos, empecé a aprovecharlos para hacer microtareas y actividades menores que puedo ir haciendo en huecos de unos pocos minutos. Desde que aprovecho a tope los Rincones del Día, he logrado acelerar mi trabajo cada día.

9Cada vez soy más sensible a las fechas

Me he dado cuenta que gran parte de mi descoordinación con mis compañeros de equipo y la gente de fuera, viene de una mala gestión de fechas y “deadlines”. Ahora soy mucho más cuidadoso a la hora de pedir las cosas CON fecha, y de aceptar tareas CON fechas.

Uno escucha todos estos cambios (sencillos) y puede llegar a decir: «Bah, tampoco es para tanto. A ver… sí, es importante, pero hombre… tanto como para tirar cohetes ¿no?» No subestimes lo pequeño y el poder de las pequeñas conquistas. Porque por poco significativas que puedan parecer contadas de forma aislada, a la larga se suman y terminan por transformarte. Al final, tú eres la suma de las pequeñas cosas que vas repitiendo cada día. Ese es la magia de los Hábitos y el Cambio Duradero.

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