jueves, 30 de abril de 2015

✓ No te olvides de esto si quieres ser productivo

Por: Eva Escuer
Lápices

¿Sabías que el desorden te hace perder tiempo y dinero?… Así es, vivir y trabajar en un entorno sin orden y organización actúa de imán para el despilfarro y, por supuesto, te aleja de tu objetivo de ser productivo.

Si te resulta cercana la sensación de caos y descontrol y sientes que el dinero en material y tiempo se te escapa de las manos, es hora de poner orden.

A menudo, cuando pensamos en ser más productivos nos llaman la atención los métodos más complejos. Sin embargo, aspectos sencillos como el orden y la organización son el primer paso firme para cualquiera que quiera conseguir una mejora real y aumentar así su productividad.

Con orden y organización, tanto a nivel personal como profesional:

  • No pierdes el tiempo buscando lo que necesitas.
  • Puedes vivir y trabajar de forma más eficiente y por tanto reducir gastos.
  • Puedes tener una sensación interna de control que se traduce en bienestar.
  • Aprovechas más el espacio.
  • Disfrutas de un entorno mucho más agradable.
  • Puedes detectar fácilmente cuando te falta o te sobra algo.
  • Proyectas una mejor imagen ante los demás.

Ahora bien, si ser ordenado y organizado no es una de tus fortalezas y realmente te has propuesto el conseguirlo, es importante que cuentes con un método efectivo.

Por ello quiero explicarte, o recordarte si ya la conoces, una metodología sencilla pero muy potente: las 5S de Lean Management.

Es una metodología de éxito, desarrollada en Japón, con la que se obtienen excelentes resultados de forma efectiva y sencilla.

Su nombre se debe a que, en japonés, las 5 etapas que componen el método empiezan por la letra S. De ahí el nombre de las 5S.

Aquí te dejo una pincelada de cada una de las etapas:

1. Clasificación (Seiri):

La clave es identificar todo lo que no te sirve, es decir, todo aquello que no te aporta valor y desprenderte de ello. De este modo liberas espacio y ganas agilidad al estar rodeado sólo de cosas que te sirven.

La pregunta que tienes que hacerte en esta etapa con todo lo que te rodea es: ¿Esto realmente es necesario o no lo es?…

Si la respuesta es “no es necesario” y además no le va a servir a nadie, tíralo en el correspondiente contenedor de reciclaje.

Si la respuesta es “no es necesario” pero alguien que no seas tú lo puede necesitar, dáselo.

Y si la respuesta es “sí, es necesario”, lo dejamos para cuando pasemos a la etapa 2 de ordenar.

2. Orden (Seiton):

Consiste en ubicar todo lo que necesitas de modo que te sea fácil y rápido encontrarlo y utilizarlo. Un criterio muy sencillo, y como todo lo sencillo, práctico, es ordenar por frecuencia de uso.

De esta forma, todo lo que se usa diariamente y de forma continuada tiene que estar lo más accesible posible y a la vista.

Conforme las cosas se utilizan algo menos pueden estar algo más alejadas .

Y aquello que usas de forma esporádica puedes guardarlo en los estantes menos accesibles de los armarios o incluso fuera del espacio dónde lo utilizas.

3. Limpieza (Seiso):

Además de la limpieza tal y como la conoces, consiste en identificar las zonas que más se ensucian y encontrar soluciones para evitarlo.

Para aplicar este enfoque preventivo es muy interesante integrar este concepto en el diseño de los espacios. Un buen diseño debe evitar rincones difíciles de limpiar y que la suciedad se vaya acumulando en determinadas zonas.

4. Estandarización (Seiketsu):

Consiste en crear sistemas para poder distinguir de forma fácil una situación normal de otra que no lo es. Un ejemplo típico es  marcar el contorno del espacio escogido para ubicar un determinado material. También se añade el nombre exacto de lo que va allí de modo que si ese espacio queda vacío, es muy sencillo  identificar qué falta.

De este modo, ordenar se convierte en algo muy sencillo pues no tienes dudas de dónde va cosa.

Si ya has aplicado las etapas anteriores y disfrutas de un entorno sin nada innecesario, ordenado y limpio, ahora tienes que conseguir que el resultado se mantenga. Si mantenerlo te resulta fácil, las probabilidades de éxito son muy altas. Por eso el objetivo de la estandarización es ponértelo fácil.

5. Mejora continua (Shitsuke):

Todo el esfuerzo de haber conseguido un entorno organizado, se ve amenazado por la inercia cotidiana que nos lleva de nuevo al desorden. Para garantizar que el orden y la organización se vuelvan un hábito diario, te propongo la mejora continua.

Una buena herramienta para ello es el uso de Check-list con preguntas muy sencillas para comprobar que todo está ordenado y limpio.

Cada vez son más las personas y empresas que se suman al propósito de mejorar su productividad implantando sistemas de orden y organización, así que mi propuesta para ti en el artículo de hoy es que no te quedes atrás y que elijas un espacio para organizar.

El orden es un gran paso hacia la productividad. Te permitirá optimizar tus espacios y tu tiempo.

Si quieres seguir sumergiéndote en la optimización de recursos, te invito a que visites el blog de Ohptim y te apuntes al mini-curso de regalo”ESCANEA LA OPTIMIZACIÓN DE TUS RECURSOS”.

Eva Escuer

Ingeniera enamorada de la organización y el Lean Service Management. Ayudo a empresas de servicios a optimizar lo que tienen para conseguir mejores resultados con menos recursos. Creadora del blog de Ohptim, dedicado a todos los inconformistas con el derroche y el descontrol.


miércoles, 29 de abril de 2015

¿Cómo puedo medir mi productividad? – Autoevaluación y experimento

Por: Iago Fraga

experimento, autoevaluacion productividad

Como estaba previsto, últimamente he estado reflexionando un montón sobre lo que significa ser productivo, sobre las necesidades de la persona media y sobre quiénes necesitan más la productividad.

¿Qué necesita el lector medio de TdO? ¿Qué le bloquea? ¿Cómo le propongo cosas que le resuelvan sus problemas y le permitan mejorar su productividad? Y ahí, justo ahí, me encuentro con un escollo gigante.

Me fastidia pero me desafía el tener que admitir que los que formáis parte de esta comunidad (leyendo, comentando, proponiendo, probando retos y exponiendo ideas) puede que estéis pasando por fases y tipos de aprendizaje totalmente distintos. Que perseguimos todos el mismo objetivo de ser más productivos está claro pero, ¿estamos todos intentándolo igual?

Yo creo que no.

Un misterio y una oportunidad

Es más, rebuscando entre preguntas, emails y comentarios sobre el libro veo que entre los que estáis intentando ser productivos a diario existe una gran diversidad de formas de intentarlo. Pero eso no debe echarnos para atrás, esta situación nos presenta a la vez un misterio y una oportunidad.

El misterio (o la intriga) es que estaría genial saber si un aprendiz de productividad pasa por fases que podamos identificar. Sería extremadamente útil descubrir cuáles son y cómo se pasa de una a la siguiente porque podemos ayudar a todos los que no estén en la última.

No partimos de cero porque cada uno al menos tiene su ejemplo personal y algo pudimos aprender de nuestro conocimiento colectivo gracias al último experimento que hicimos entre todos. Pero aun así, me sigue picando la curiosidad. ¿Existen esas fases? ¿Podemos descubrirlas para aprender a toda velocidad?

La oportunidad se nos presenta porque ningún libro ni estudio tiene la respuesta pero, a decir verdad, tenemos todo lo que hace falta para resolver el enigma. Solo necesitamos poner en común nuestras cabezas. Necesitamos otro experimento. Necesitamos resolver como comunidad lo que no podemos resolver a título individual.

Así que esa es mi propuesta. Os propongo que hagamos una autoevaluación cada uno y que juntemos los resultados para aprender de la comunidad. ¿Qué? ¿Te gusta la idea?

La autoevaluación: 4 preguntas

El cómo autoevaluarse a estas alturas lo tengo clarísimo. Escribir La revolución productiva simplemente me obligó a reducir al máximo lo verdaderamente imprescindible que debe aprender cualquiera para mejorar su productividad.

La cruda realidad es que medir tu productividad siempre ha sido difícil porque a la gran mayoría les falta una buena definición (¡y concreta!) de lo que es la productividad. Mientras no lo tienes claro, pierdes tiempo. Quieres ser más eficiente pero no sabes qué cambiar. Y ahí es donde corres el riesgo de atascarte y no saber por dónde continuar.

Las preguntas

Por eso la autoevaluación que te propongo se estructura en 4 preguntas específicas que permiten medir los pilares básicos que fundamentan la productividad de una persona a mi modo de entenderla:

  • Pregunta 1: ¿Tienes una lista de objetivos? ¿En dónde la guardas? ¿Qué forma tienen (una línea, una página, un mapa mental, …)?
  • Pregunta 2: ¿Pones por escrito tus planes? ¿En dónde los guardas? ¿Qué forma tienen (frases inconexas, una estrategia por cada objetivo, otros)?
  • Pregunta 3: ¿Tienes una lista de próximas tareas? ¿En dónde la guardas? ¿Cómo harías para encontrar exactamente la siguiente tarea que deberías hacer ahora mismo?
  • Pregunta 4: ¿Utilizas un método de productividad? (en caso afirmativo, indica cuál, tuyo o famoso) ¿Dónde encuentras las reglas por las que se rige este método?

Como ves estas preguntas tiran a matar. Quien crea conocer sus objetivos de memoria puede responder que tiene objetivos y que los guarda en su cabeza pero tendrá grandes dificultades para decir qué forma tienen.

El experimento en comunidad

Autoevaluarte te va a ayudar mucho. Poner las cosas por escrito, te clarifica las ideas.

El toque de añadido que no podríamos hacer cada uno por nuestra cuenta y que te propongo ahora, es que no te limites a responder solo para ti esas preguntas, sino que las pongamos en común en este formulario.

Yo me encargaré de analizar las respuestas, de intentar encontrar y presentarte los puntos comunes y las conclusiones que nos puedan ayudar a todos a mejorar nuestra productividad. Las respuestas serán anónimas y nunca se las transmitiré a terceros, de eso tienes mi palabra.

Participar en el experimento:

Nota: Si estás viendo esto desde tu email o por suscripción, por favor, visita el blog para poder participar.

No sé qué pinta van a tener esos resultados pero me muero de ganas de empezar a modelizar y cartografiar la foto productiva que nos vamos a sacar. Lo que vamos a hacer no sale en ningún libro, a lo mejor somos los primeros y no deja de picarme la curiosidad. Yo ya me he autoevaluado y he metido mis respuestas. ¿Te animas a participar?

Para cualquier duda lo discutimos en los comentarios, así la encuesta guardará exclusivamente los datos del experimento. ¡Gracias a todos por participar!


» Ver el artículo en el blog

Tecnicas de Organizacion
De Iago Fraga en Técnicas de Organización


GTD: Para Mantener el Control, necesitas Perspectiva

Por: Jose Miguel Bolivar

La mayoría de personas usuarias de GTD que conozco se acercaron a esta metodología en busca de soluciones para situaciones nuevas, situaciones que escapaban a su control y les generaban estrés: cambios de trabajo, responsabilidades adicionales, proyectos complejos, llegada de nuevos miembros a la familia… Este fue también mi caso y el de la mayoría de mis colegas de OPTIMA LAB.

En mi opinión, GTD ha alcanzado el éxito porque ha demostrado ser un método eficaz para obtener control, es decir, para sentir que tenemos dominada la situación y no a la inversa. Hasta la llegada de GTD, la mayoría de las metodologías existentes habían fracasado en este aspecto, generalmente debido a dos razones.

La primera, porque se trataba de aproximaciones excesivamente simples, incapaces de abarcar la complejidad que el día a día conlleva en el trabajo del conocimiento. También por ser insuficientemente flexibles y adaptables en sus planteamientos, como ocurre con la mayoría de los métodos de planificación tradicionales. Cuando tu vida es sencilla, estable y predecible, casi cualquier cosa vale pero, cuando tu vida es compleja, tus compromisos múltiples y tus prioridades cambiantes, necesitas un sistema flexible y dinámico, que refleje y se adapte a tu realidad constantemente y que esté a tu servicio en lugar de obligarte a ti a estar al suyo.

La segunda, porque se trataba de enfoques potentes pero excesivamente teóricos y conceptuales, más centrados en principios, valores y actitudes que en prácticas operativas aplicables al día a día. Este tipo de planteamientos son, en mi experiencia, extremadamente potentes para mejorar la productividad personal pero siempre que se parta de un nivel mínimo de control. Cuando este nivel mínimo no existe, estas metodologías se convierten en algo muy difícil de aplicar y acaban produciendo más frustración que otra cosa.

GTD funciona porque no repite ninguno de los errores anteriores. Por una parte, porque reconoce la complejidad del mundo actual y propone una solución flexible, basada en hábitos universales, que permite que todo el mundo pueda beneficiarse de ellos, independientemente de su actividad, edad, género, formación o circunstancias. Por otra parte, porque incorpora la necesidad de trascender lo operativo para adentrarse en lo conceptual como requisito para que lo operativo siga funcionando. Hablamos de integrar el control con la perspectiva.

Es cierto que el tratamiento que Allen de la perspectiva en sus libros deja mucho que desear, hasta el punto que para muchos usuarios de GTD esta parte sigue siendo aún la gran desconocida, pero el simple hecho de hablar de ella e integrarla en su sistema junto con el control ya supone una innovación radical en relación con lo que había habido hasta entonces y tiene para mí mucho mérito. Aunque en «Haz que funcione» mejora considerablemente con relación a su primer libro, «Organízate con eficacia», creo que sigue sin conseguir «enganchar» del todo al lector.

El modelo de seis horizontes de perspectiva o enfoque que propone Allen para gestionar la parte de perspectiva es, en mi opinión, un intento fallido de transmitir una serie de conceptos clave, indispensables para la mejora y la productividad personales. ¿Por qué? Porque analizándolo con detalle, ni es un modelo, ni los seis son realmente «niveles» ni el tipo de enfoque es homogéneo entre los seis, es decir, que hay distintos tipos de enfoque distribuidos entre los seis supuestos niveles. En mi caso, hasta no completar mi formación como coach, no fui capaz de entender, interiorizar y aprovechar al máximo la potencia que trabajar la perspectiva de forma correcta puede ofrecer.

Obtener control es una gran victoria. Supone dejar atrás los «no llego», «no me da la vida» o «me va a explotar algo en cualquier momento y no sé qué es, ni cuándo ni dónde lo hará» y sustituir estas desagradables sensaciones por la tranquilidad de saber que todo está cómo y dónde tiene que estar. Pero, siendo realistas, es una victoria parcial y no necesariamente la más importante. Al final, como comentaba en mi post anterior, el control nos mantiene en la reactividad, que es la parte de mínimos de la productividad personal. Es cierto que con control seremos capaces de ir de un extremo a otro del espectro reactivo, desde la «reactividad descontrolada» y estresante a la «reactividad controlada» y relajada pero, con todo, no dejaremos de ser reactivos.

El problema es que, como dice Allen, necesitas perspectiva para mantener el control. Una vez superado el efecto motivador que supone poder liberarte del estrés, necesitarás nuevos alicientes para seguir adelante. Ahí es donde empieza a jugar un papel clave la perspectiva. Poder dejar de reaccionar siempre ante todo para pasar a ser una persona proactiva, que prevé y se anticipa a los hechos, que soluciona los problemas antes de que se produzcan… En esto consiste la verdadera productividad personal. Cuando dejas de ser una persona reactiva y empiezas a actuar sistemáticamente como una persona proactiva es cuando comienzas a descubrir tu verdadero potencial y a superar lo que hasta entonces creías tus límites.

La proactividad que da la perspectiva es de una potencia incomparable con la que da el control. Como era de esperar, esta parte es también más compleja, no tanto por los conceptos, sino por tratarse de la parte menos explorada de nosotros mismos. El control no deja de ser resultado de una serie de hábitos más o menos mecánicos, fáciles de entender y aplicar y tan fáciles o difíciles de desarrollar como cualquier otro hábito. La perspectiva es otra historia. Ganar perspectiva es también un hábito pero no es tan mecánico ni operativo. La perspectiva conlleva, ante todo, reflexión y reflexionar es algo que a) requiere un esfuerzo y b) tiene efectos secundarios, ya que podrías darte cuenta de cosas que a lo mejor no te gustan.

En cualquier caso, me encuentro aquí ante un dilema a la hora de seguir «desgranando» el libro «Haz que funcione». Como he dicho, creo que la parte de perspectiva está francamente mal planteada y explicada en los libros de Allen y, aunque en«Haz que funcione», mejora algo, sigue sin convencerme. Te adelanto esto porque, aunque voy a intentar explicar lo que dice Allen en este libro, soy consciente de que a menudo es probable que no lo consiga.

El motivo es sencillo. En OPTIMA3, la metodología que utilizamos en OPTIMA LAB desde hace ya tiempo, la parte de perspectiva está planteada de forma sustancialmente distinta a GTD y seguramente haya partes en las que, inevitablemente, mezcle elementos de ambas metodologías. Por ejemplo, el concepto de los tres tipos de actividad, «reactividad descontrolada», «reactividad controlada» y «proactividad», pertenece a OPTIMA3 y no lo encontrarás en ningún libro de GTD. Otro ejemplo es que en OPTIMA3 se trabajan las tres cualidades de la proactividad (sentido, equilibrio y perspectiva) que, como verás, es un enfoque muy distinto al del modelo de seis niveles de Allen. Dónde sí que podrías haber leído ya sobre todo esto es en mi libro, «Productividad Personal: Aprende a liberarte del estrés con GTD®», en el que adelanto bastantes ideas de OPTIMA3®, no solo de la parte de perspectiva sino también de la de control.

En cualquier caso, y a pesar del reto que supone, voy a intentar explicar toda esta parte de «Haz que funcione» de manera que se entiendan bien los conceptos clave. Porque tú, como cualquier persona productiva, además de control, necesitas perspectiva.

Optima InfinitoEste artículo, GTD: Para Mantener el Control, necesitas Perspectiva, escrito por José Miguel Bolívar y publicado originalmente en Optima Infinito, está licenciado para su uso bajo una Licencia Creative Commons 4.0 Internacional.
Muchas gracias por suscribirte a Optima Infinito.

¿A quién echarle la culpa si el email marketing es un fracaso?

Por: Carlos Carbellido Monzó

Todo puede salir bien, o puede salir mal. Depende desde la perspectiva con la que se analice. Lo mismo ocurre con los resultados de una campaña de e-mail marketing.

Esta herramienta de marketing online es una de las más rentables en cuanto conversión, superior al posicionamiento en buscadores, tanto el SEO como el SEM. Pero para ello hay que saber gestionar de forma eficaz nuestras campañas. Un desconocimiento de los distintos factores que influyen en el éxito de la misma puede dar al traste con la campaña, pero lo contrario, nos puede reportar muy buenos resultados.

Vamos a revisar los distintos puntos críticos de una campaña de e-mail marketing y ver porqué los resultados finales pueden no ser los adecuados. Es decir, quién tiene la culpa de ello. En este tipo de campañas intervienen distintos perfiles profesionales, y de todos ellos dependerá el éxito de la misma: quien gestiona la base de datos, el copy que redacta los textos, el del diseño, el programador, el encargado de velar por la usabilidad de nuestro sitio web o quien decida el argumento de venta.

5 elementos imprescindibles en una estrategia de e-mail marketing

Antes de nada, recordar los cinco elementos imprescindibles en una estrategia de e-mailing marketing: disponer de una base de datos, tener el consentimiento de los destinatarios (permision marketing), un mensaje atractivo para los destinatarios, una web o landing page donde dirigir la campaña y métricas para analizar los resultados. Si carecemos de alguno de estos elementos será mejor que no continuemos. Además, y como es obvio en toda estrategia de marketing, es necesario saber qué queremos conseguir (los objetivos) y qué vamos a hacer para lograrlo (la estrategia).

¿Por qué nuestro e-mailing marketing ha sido un fracaso?

En cuanto quién es el responsable si nuestra acción de e-mailing no resulta exitosa, debemos conocer en primer lugar las fases de la campaña, saber cuál puede ser principal error que en cada una de ellas podemos cometer para, de este modo, conocer para de este modo quién es el responsable.

  1. El envío. Si tras el envío obtenemos una alta tasa de rebote. Es decir, el servidor no ha entregado el mail a un porcentaje de las cuentas a las que les hemos remitido el mail, bien por estar mal escrita la dirección de e-mail o bien por esta ser inexistente. En este caso el responsable es quien gestiona la base de datos.

Éste debe procurar mantener la base de datos actualizada, haber revisado si existen correos electrónicos mal escritos o haber borrado de la lista aquellos usuarios que se hayan dado de baja o en anteriores envíos ya hubiesen dado error de entrega.

  1. Baja tasa de apertura. ¿Por qué quienes reciben mi e-mailing no lo hablen? Muy sencillo, porque no les ha llamado la atención el asunto del maling.
    El asunto debe despertar el interés para lograr de esta forma que los destinatarios hagan click.

El asunto vendría a sustituir el titular de una noticia. Ten en cuenta que los 30 primeros caracteres son primordiales. Debe ser personal, impactante y que identifique claramente el contenido del email. Ojo con ciertas palabras. Si utilizas “Gratis”, “Oferta”, “100%”, “Haz click…” podría ser detectado como spam.

También en este aspecto influirá el remitente (hay empresas que optan por poner como remitente una persona física, por ejemplo “Natalia López” en lugar del nombre de la empresa. Si nuestra tasa de apertura es baja, el responsable será quién redactó el “asunto”.

  1. Baja tasa de click. Cuando enviamos un mailing pretendemos generar tráfico a una landing page. Para ello todos los elementos del e-mailing deben estar pensados para favorecer esto.

Aquí debemos tener en cuenta:

  • La oferta en sí, ¿es suficientemente atractiva?,
  • el mensaje, ¿llama a la acción?,
  • las imágenes.
  • El botón donde el usuario hará click. ¿Destaca suficientemente? Los colores naranjas sobre fondo blanco son los que mejor funcionan, además deben ser suficientemente grandes e incentivar a la acción con un texto tipo: “Quiero apuntarme” o “Reserva ahora”.

En este caso el responsable será quienes hayan decidido el mensaje a comunicar, o    quien redactó los textos o quien haya diseñado el maling.

  1. Baja tasa de conversión. Todo lo anterior ha funcionado. Hemos logrado que un alto porcentaje de quienes estaban en nuestra lista de correo hayan visitado nuestra landing page, pero el porcentaje de conversión es muy bajo. En este caso, debemos comprobar si la usabilidad es la adecuada o no. En próximos posts trataremos con más detalle cómo optimizar una landing page para mejorar el ratio de conversión.

 


domingo, 26 de abril de 2015

#GTD4Mgrs: El Impacto del Control en la Efectividad Directiva

Por: Jose Miguel Bolivar

El control es un requisito indispensable para la efectividad, no solo para la efectividad directiva sino para la efectividad de cualquier persona. ¿Qué quiero decir con esto?

La palabra «control» tiene connotaciones negativas para mucha gente, especialmente cuando se usa en un contexto jerárquico en el que hay jefes y subordinados. «Control» suele asociarse a «microgestión» o «micromanagement», es decir, a esa obsesión absurda por supervisar hasta el más último detalle operativo del trabajo de otros, asfixiando así cualquier intento de creatividad o iniciativa. El micromanager tipo suele ser una persona para la que la culpa de todo la tienen siempre los demás y, según esta falsa premisa, hay que estar encima de ellos permanentemente para evitar problemas. Es cierto que hay personas incompetentes que la lían parda a la mínima que les dejes pero, afortunadamente, se trata de casos aislados. La realidad es que la mayoría de las personas suele hacer bien su trabajo siempre que: a) sean las indicadas para hacerlo, b) se les diga con claridad qué resultado se espera de ellas y c) cuenten con los medios y el tiempo necesarios para conseguirlo.

Pero en el ámbito de la efectividad directiva, la palabra «control» tiene un significado completamente distinto al que acabo de comentar. En un contexto de efectividad personal y organizativa, el «control» no es solo positivo sino también imprescindible. Tener «control» es la sensación opuesta a la inseguridad, la ansiedad y el estrés. Lo contrario de «sé que me va a explotar algo pero no sé exactamente qué va a ser, ni cuándo ni dónde va a explotar» es «lo tengo todo controlado».

Esta sensación de «control» no se produce porque las «bombas» dejen de explotar, sino porque en lugar de ser explosiones imprevistas, que se suceden de forma constante y aleatoria, pasan a ser explosiones puntuales y normalmente previstas, controladas y elegidas por propia la persona, ante la imposibilidad física de «desactivar» todas y cada una de las bombas que constantemente aparecen ante nosotros. Cuando hablamos de una persona directiva, este cambio, mucho más profundo de lo que puede parecer a simple vista, marca la diferencia entre sentirse dueño de la situación o sentir que la situación se ha adueñado de ti.

Para lograr esta sensación de «control», y que además esto sea algo permanente, es necesario desarrollar una serie de hábitos productivos sencillos pero muy potentes:

  1. Sutituir la memoria como gestor de compromisos por un sistema externo de total confianza
  2. Registrar sistemáticamente en contenedores temporales específicos todos los inputs que entran en nuestro «radar», evitando cualquier tipo de análisis, decisión o filtrado al hacerlo
  3. Vaciar esos contenedores completa y regularmente, analizando qué significan para nosotros los inputs que contienen, qué grado de compromiso precisan por nuestra parte y qué es necesario hacer o no al respecto
  4. Organizar los resultados de dichas decisiones de forma que permitan su utilización posterior de la forma más eficaz y eficiente posible
  5. Revisar periódicamente el sistema, siempre antes de decir qué hacer y además regularmente para mantener la estabilidad del mismo
  6. Cumplir diligentemente los compromisos adquiridos durante el paso 3 y seleccionados en el paso 5 o renegociarlos en caso contrario

Una vez hayas conseguido desarrollar e interiorizar los seis hábitos anteriores, pasarás a contar de forma permanente con un «mapa de opciones completo y actualizado» que te permitirá tomar en cada momento la mejor decisión posible en función de las circunstancias reales en las que te encuentres, con la ventaja adicional de ser consciente de qué otras posibles decisiones habrías podido tomar en su lugar y finalmente decidiste no tomar.

El «control» es indispensable para dejar de trabajar de forma «reactiva e incontrolada» y poder pasar a hacerlo de forma «reactiva pero controlada», algo que supone un salto cualitativo en cuanto a efectividad y que es un paso previo a poder trabajar de forma proactiva. Además de eliminar la sensación de estrés, el «control» permite decidir mejor y hacer mejor. Decidir mejor en la medida que nos da información completa, útil, relevante y actualizada sobre las opciones disponibles en cada instante, lo que redunda en la calidad de la decisión sobre qué hacer y qué no hacer en un momento dado. Hacer mejor porque nos permite trabajar plenamente enfocados en la tarea, con la certeza de que eso es lo mejor que podemos estar haciendo en ese lugar y momento concretos, «estando a lo que hay que estar», sin autointerrupciones ni despistes.

En el trabajo del conocimiento, hay muchas responsabilidades que no pueden cumplirse de forma correcta y satisfactoria trabajando en ellas a intervalos de diez minutos, con el estrés a flor de piel y la cabeza puesta en otras mil cosas. Si además de profesional del conocimiento eres también una persona directiva, tengo una pregunta para ti: ¿Cuánto has reflexionado últimamente sobre qué genera más valor a tu trabajo? Si hace tiempo que no lo haces, te invito a que dediques unos minutos a hacerlo ahora y a que, cuando hayas terminado, respondas sinceramente a lo siguiente: ¿Cuándo fue la última vez que trabajaste una hora entera centrando toda tu atención en un único tema, sin pensar en otras cosas y sin interrupciones? Si la respuesta es menos satisfactoria de lo que te gustaría, la buena noticia es que el cambio es posible y está en tus manos.

¿Imaginas cómo sería trabajar con control y sin estrés?

Optima InfinitoEste artículo, #GTD4Mgrs: El Impacto del Control en la Efectividad Directiva, escrito por José Miguel Bolívar y publicado originalmente en Optima Infinito, está licenciado para su uso bajo una Licencia Creative Commons 4.0 Internacional.
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viernes, 24 de abril de 2015

7 enseñanzas aprendidas de pasar a vender productos baratos a productos Premium a 2.990€

Por: Franck Scipion
7 enseñanzas capitales para vender en Internet
Este post forma parte del lanzamiento del Training Autoridad Ascendente, “Cómo vender online sin esfuerzo con un sistema 24×7″. Te quedan 2 días para darte de alta

Si miro el camino realizado desde Julio 2010, la verdad es que da para estar contento.

He tenido que cambiar varias veces de zapatos. Por lo mucho que he andado.

En este breve vídeo quiero compartir 6 enseñanzas que he aprendido en estos 5 años para pasar de vender productos baratos a productos premiums.

Enseñanza #1 – No lo construyes si no lo quieren

Es básico, pero sigue siendo el error nº1 que comenten los neo emprendedores.

Construir un producto que tienen en mente, en vez de el producto que les pide hacer su audiencia.

Hay 2 claves en esta última frase:

  • Tener una audiencia : si no la tienes multiplicas los riesgos por la nube, creando un producto digital
  • Escuchar tu audiencia: trabajar ad-hoc para satisfacer las necesidades de tu audiencia

¿Sabes cuál ha sido mi producto menos vendido?

El primero: Marketing de afiliados para novatos.

¿Por qué?

Porque quería hacerlo yo.

Mientras mi audiencia me pedía “cómo construir un blog paso a paso”.

Enseñanza #2 – Cuanto más simple, mejor

Sí.

Encuentra una necesidad muy concreta en tu audiencia.

Y soluciónala de la forma más rápida posible.

Si puede ser en menos de 5000 palabras, genial.

La gente no te pide que le soluciones la vida.

La gente no te pide que le hagas perder el tiempo con horas y horas de videos que no sirven para nada.

La gente quiere una solución a su problema.

A un precio justo por el valor percibido.

Y si lo solucionas has hecho tu trabajo.

Si lo haces sin hacerles trabajar demasiado, te habrás ganado un cliente para toda la vida.

Haz productos digitales más pequeños, más especializados, y céntrate en resolver el problema.

No necesitas vídeos profesionales, ni tampoco un microsite para empezar.

Elige también el formato más fácil de distribuir, y luego ve mejorando tu producto con las  primeras ventas.

Enseñanza #3 – Hay mucha elasticidad en precio en una misma audiencia

Así es.

Hay gente que no se puede permitir comprar nada.

Por ahora. Si pudiese, lo haría, pero no puede.

Debe ser el colectivo más importante en tus lectores.

Luego están los que te van a comprar tus productos de entrada (27, 47, 97€). Será el grueso de tus compradores.

Y luego hay gente más comprometida con su proyecto, dispuesta en gastarse más dinero en programas con una mejor interacción contigo (197€ a 597€).

Y también gente dispuesto en pagar 2.990€ por un gran servicio individual o grupal de la larga duración.

Por lo menos es lo que me dice mi propia experiencia.

En mi audiencia, la gente me compra todo esto.

Y en la audiencia de mis clientes, también.

Y el 100% de ellos, no se lo creían, hasta lanzar un servicio Premium de la forma correcta y ver que hay gente que lo termina comprando.

El cliente que te compra un servicio Premium no es el mismo que te va a comprar un eBook.

Así que no temes ofrecer muchos formatos distintos.

No hay riesgo de canibalización.

Tan solo lograrás vender más.

Enseñanza #4 – El reto no es vender. El reto es vender todo el año!

Después de todo, vender es relativamente “fácil”.

Y vender de forma puntual también lo es.

Los volúmenes dependen de la expectativa de cada persona.

Pero el reto realmente grande es el de vender todos los meses, todas las semanas, todos los días.

Sí.

Este es el reto.

Y sin un sistema (entienda un autoresponder que enlaza a uno o varios productos), no lo vas a lograr.

Llevo años vendiendo productos “evergreen”, todos los días del año.

Es de lejos la fórmula que más que gusta y me impresiona en mi propio negocio.

Y no tengo que toquetear con este sistema y cambiarlo cada mes.

Una revisión anual basta.

Es la primera pieza hacia un negocio pasivo de verdad.

Enseñanza #5 – Lanza primero tu servicio Premium

Otra vez, una de estas estrategias probadas.

Fíjate en mi inicio de año 2015 con la presentación de mi servicio Knowmando.

Y también probados en los proyectos de mis clientes.

Lanza primero al mercado tu servicio más caro.

¿Por qué?

Porque así te posicionas en precio.

Y si no vendes, da igual.

Te has posicionado.

Cuando más adelante sacarás un producto digital mucho más asequible, tus lectores no van a querer perderse la ocasión de vivir una experiencia contigo.

Aunque no sea una experiencia individual como en el caso de tu servicio Premium.

Enseñanza #6 – Necesitas un producto de entrada

Es un complemento al punto anterior.

En tu cartera necesitas un producto de entrada (menos de 100€).

¿Por qué?

Para habilitar una primera experiencia a riesgo mínimo.

Y además te aconsejo ofrecer un valor añadido increíble en este producto de entrada, para impresionar a tus compradores.

Conseguirás evangelistas que te volverán a comprar en un futuro.

Ya dispuestos a asumir un compromiso económico más importante.

Porque sabrán del valor que produces y de tu profesionalismo.

Eso sí!, lanza este producto barato el último!

Enseñanza #7 – Complementa tus productos y servicios con unos ingresos recurrentes

Uno de mis últimos descubrimientos: las suscripciones.

Un modelo de negocio muy atractivo, con ingresos recurrentes (mes, trimestre, año) a cambio de una serie de servicios y/o productos.

La Tribu, así se llama mi club privado.

Y vamos tranquilamente camino a los 300 miembros activos.

Montar una comunidad de pago es enfrentarse a nuevos retos:

  • ¿Cómo captar a los primeros miembros
  • ¿Qué infraestructura (plugins, hosting, webinars, etc.) es la mejor?
  • ¿Qué modelo editorial elegir en la comunidad y por qué?
  • Y sobre todo, que soluciones aportar a las bajas después de los primeros meses de motivación inicial.

Lo que veo en mi negocio, es que estas suscripciones completan perfectamente los productos y servicios.

Así que suman como uno más. No quitan de los servicios o productos.

No hay más secreto que responder a algunas preguntas importantes

En uno de tus días, no todas las actividades son iguales.

Algunas tienen un mayor impacto en tus resultados que otras.

Perder el tiempo con tácticas es seguro y cómodo. Te da la sensación de estar ocupado.

Pero es poco probable una táctica que haga despegar tu negocio.

Tienes que responder a preguntas claves:

  • ¿Cual es mi misión?
  • ¿A quien atiendo mejor ?
  • ¿Cómo puedo ayudar a mi audiencia?
  • ¿Cómo me diferencio de mi competencia?
  • ¿Cómo no perder el foco y seguir avanzado hacia mis objetivos?
  • ¿Qué tipo de actividad me permite disfrutar más de los míos y los placeres de la vida?

Como ves.

Hablamos de cosas serias.

Nadie ha dicho que sería fácil ni instantáneo.

Tan solo te digo que es posible.

Y que avanzarás más rápido con un buen mentor.

¿Quieres echarle un ojo a mi programa Autoridad Ascendente? Arrancamos en 2 días

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7 cosas que nunca hago al comienzo del día

Por: Berto Pena

La rutina de comienzo del día es una de las claves a cuidar y exprimir al máximo. Tomarla a la ligera es un error enorme. De hecho muchos de los días que “se tuercen” lo hacen por elección personal. Lo que haces y también lo que no haces.

En más de una ocasión he escrito en estas páginas la importancia de tener claro lo que NO hay que hacer. Sobre todo en ciertos momentos, como el inicio del día.

Es ahí donde uno empieza a construir un día productivo o improductivo. Tratar esa primera hora u hora y media como el resto, es un error; pues es donde mejor y más puedes hacer.

Realmente el problema no es sólo no aprovechar a tope el comienzo del día. Sino “maltratarlo” con tareas y actividades menores. O directamente tareas basura. Cosas que deberían estar confinadas a otros momentos. Es cierto que en ocasiones uno no puede elegir con qué se empieza. Pero eso, a veces.

Elegir mal tareas y actividades al comienzo es como salir sexta posición en una carrera. Luego cuesta remontar.

Uno de los más sencillos pero poderosos beneficios que te da la planificación del día antes, es la capacidad de saber por dónde empezar mañana. Cabría pensar que eso ya es suficiente, pues excluye otras cosas. Pero a la hora de elegir mal, casi nadie está a salvo y es fácil desviarse. Por eso es importantísimo tener las cosas claras y saber responder a esto: «¿qué es lo que nunca haré en el arranque del día?»

Cuando descubrí que el arranque del día era uno de los secretos de mi productividad, me prometí a mí mismo que nunca más empezaría el día de cualquier manera. Lo estudié a fondo, saqué mis virtudes y debilidades, analicé mi trabajo y las condiciones en que lo haría. No me pareció exagerado. En juego estaba y está empezar a tope (no es una expresión hecha) todos los días de mi vida profesional. No es ninguna coña.

Entre las cosas que hice dentro de ese proyecto “empieza el día como nunca”, fue identificar las cosas que nunca haría nada más empezar. Hoy, años después, me alegro de seguir cumpliéndolo. En mi caso personal, no me cabe duda que es una de las claves de que cada día trabaje bien.

  • 1. No abro el Email
    El Email es una herramienta importante para mí, pero es sólo eso, una herramienta. Antepongo tareas y actividades de más importancia y resultados. Lo abro por la mañana, pronto, pero nunca a primera hora. Eso me permite hacer las dos primeras tareas totalmente enchufado y a la vez no perderme cosas.
  • 2. No leo periódicos ni blogs
    Mantenerme informado (lo suficiente, no abuso) es parte de mi trabajo, y también de mi naturaleza inquieta. Es algo que hago todos los días sin excepción, pero nunca al empezar el día, sólo en ciertos momentos que tengo fijos: al final de la mañana o del día, o bien en algún rincón del día.
  • 3. No dejo que teléfono “hable”
    Una de las ventajas de empezar a trabajar muy pronto es que todo el mundo duerme: no hay llamadas, no hay mensajes… De todos modos, yo me aseguro de ignorarlo, silenciándolo y poniéndolo boca abajo (realmente está silenciado desde la noche anterior, ya que entra en modo “no molestar”).
  • 4. No abro el navegador
    Como todo el mundo a veces quiero mirar algo en alguna página “sólo un minuto”. Es facilísimo caer en la navegación inconsciente y lo que inicialmente iba a ser un inofensivo minuto, luego se expande hasta devorar el sagrado arranque del día. (Si para la primera tarea del día necesito información de Internet, la suelo recopilar el día anterior.)
  • 5. No hago tareas medianas ni pequeñas
    Al comienzo del día yo estoy mejor. Mentalmente más fresco y con más capacidad de trabajo. No sería muy inteligente por mi parte derrochar esa capacidad en cosas menores que bien puedo hacer en otro momento del día. No. Ese momento está reservado para ciertas tareas. Otras están prohíbidas para mí.
  • 6. No me dejo atrapar por los detalles
    Cuando empiezas a trabajar en una tarea y tu mente está en marcha, también trabaja en paralelo: surgen ideas, recordatorios, pequeños detalles que rodean a toda tu actividad. Es facilísimo dejarse llevar por ellos y perder una concentración y ritmo de trabajo que son oro para mí. Lo que hago es aislarlos. Bien anotándolos para luego, o bien ignorándolos.
  • 7. No tengo reuniones
    Cuando no me queda otro remedio que asistir a una reunión, intento por todos los medios hacerla a partir de las 11:00. O incluso más tarde si puedo. Ciertas reuniones son importantes (la mayoría no), pero eso no significa que tengan que robarme el arranque de mi día.
  • (bonus) 8. No planifico el trabajo del día
    La planificación del trabajo de hoy es algo que siempre hago el día anterior. Si empiezo a trabajar, y los primeros 10-15 minutos los invierto en prepararme para trabajar, no estaría aprovechando al máximo la oportunidad que el día y mi mente me dan.

Una de las cosas más grandes que me ha dado la Productividad Personal es compensar mis naturales limitaciones. Para ciertas cosas soy regular o incluso malo. Pero tras descubrir ciertos gestos, hábitos y rutinas, como el de potenciar el inicio del día, he logrado reinventarme en muchos aspectos.

¿Sabes el problema? Que mucha gente desprecia estas cosas porque no son llamativas. Es más atractivo instalar una aplicación.


jueves, 23 de abril de 2015

¿Qué nivel de soporte puedes esperar al apuntarte a un programa formativo de Lifestyle Al Cuadrado?

Por: Franck Scipion
el soporte en un training de Lifestyle Al Cuadrado
Este post forma parte del lanzamiento del Training Autoridad Ascendente, “Cómo vender online sin esfuerzo con un sistema 24×7″. Te quedan 3 días para darte de alta

Cuando decides formarte, decides explorar un camino que no conoces.

Y es 100% normal de bloquearte en algún momento de la experiencia formativa.

A veces puede ser porque buscas el “por qué”. Otras veces porque puedes llegar a dudar del “cómo”. Nos aves cómo implementarlo.

En cualquier caso, voy a tratar de responderte sobre el nivel de soporte que puedes esperar cuando decides apuntarte a un programa formativo de Lifestyle Al Cuadrado.

5 mecanismos para no quedarte parado en tu training Lifestyle Al Cuadrado

#1 – Comentar un vídeo o un post

Lo bueno de este mecanismo de feedback es que te orienta a formular preguntas concretas alrededor del material que acabas de visionar.

Si comentas con una duda, recibirás una respuesta.

Estos comentarios son muy valiosos porque se comparte la resolución de dudas entre todos los participantes.

Aprendes más, con las vivencias de tus compañeros.

#2 – Participar en un webinar Q&A

A veces puedes tener dudas sobre los materiales del programa o dudas más bien estratégicas, no directamente relacionadas con los materiales del programa.

En este caso, puedes apuntarte a una de las sesiones en vivo de Preguntas/Respuestas (Q&A), dónde tendrás la posible de plantearme tu duda, y te la iré respondiendo en directo.

Y si no puedes asistir al directo, descuida. Hazme llegar tu pregunta antes de la sesión y te la responderé en el directo.

Grabamos todas estas sesiones, así que podrás acceder a tu respuesta el día después.

Hacemos una sesión Q&A  cada 4 semanas.

#3 – Acudir a tu tutor personal

Uno de los puntos diferenciales de los trainings en Lifestyle Al Cuadrado es que son 200% prácticos.

Así que hemos decidido asignar a un tutor personal.

Será como tu entrenador personal.

Si quieres una respuesta rápida, podrás acudir a él directamente por email.

Y recibir una respuesta rápida (normalmente en menos de 24 horas, en muchos casos en cuestión de horas, a veces en cuestión de minutos).

No queremos que te bloquees y dejes de avanzar.

¿Un problema?

Acude a tu tutor.

Además tu tutor te contactará semanalmente para hacer un seguimiento de tus avances.

En Lifestyle Al Cuadrado, nos ponemos muy serios con nuestras promesas de venta.

Si te digo que en 12 semanas vamos a montar un sistema de atracción y venta, lo vamos a hacer de verdad.

Y no se hará de la noche a la mañana, de forma mágica, a 3 días de terminar el training.

Tenemos reuniones semanales internas, los tutores y yo, en las qué hablamos de los alumnos y repasamos el fichero de avance de todos los participantes: la idea es de saber en qué etapa te encuentras en cada momento, para poderte actuar rápido en caso de identificar a una dificultad.

#4 – La comunidad de participantes

Es una herramienta esencial en la experiencia formativa. Primero para presentarte y hacer networking con los demás participantes.

Y sobre todo para compartir tus avances con los compañeros de viaje.

Trabajar en público te ayuda a conseguir más resultados: cada semana tienes una cita con tus compañeros, y compartes los resultados de tu semana.

Trabajar en público te ayuda a conseguir mejores resultados: tus compañeros (y nosotros) te dan un feedback valioso. Lo cuál te ayuda a mejorar tus resultados.

Pero lo mejor de esta comunidad, es de sentirte apoyado por el grupo. Todos tenéis el mismo objetivo y estáis haciendo aquel viaje juntos.

Los éxitos de uno te motivan a superarte.

Y si pasas por un momento de debilidad, encontrarás a una decena de compañeros para animarte, al instante.

La fuerza del grupo es imparable.

#5 – La sesión de cierre

Cuando consigues un hito, hay que saber festejarlo como se merece. Así que haremos una sesión de cierre especial.

Y si no has terminado, me acercaré personalmente a ti, para darte una par de consejos y tratar de orientar sobre las cosas que tienes que trabajar en las próximas semanas.

Nadie pierde.

Todos avanzamos.

Ya te he dicho que los materiales de mis programas son increíbles, ¿verdad?

Te presenta una metodología probada.

Diseñada alrededor de una necesidad concreta.

Esta metodología se basa en la experiencia. La mía, la de mis clientes.

Te lo presento todo de forma asequible, paso a paso.

Así son los trainings en Lifestyle Al Cuadrado.

Pero la cosa de la qué más orgulloso estoy, no son mis materiales, si no el soporte que reciben los alumnos, y el buen rollo que se respira en estos training largos (3 meses).

Los contenidos son buenos.

El soporte es increíble.

¿Quieres probarlo?

¿Quieres echarle un ojo a mi programa Autoridad Ascendente? Arrancamos en 3 días

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miércoles, 22 de abril de 2015

¿Cómo vencer las barreras tecnológicas que te alejan de tus sueños?

Por: Franck Scipion
Cómo vencer las barreras tecnologicas
Este post forma parte del lanzamiento del Training Autoridad Ascendente, “Cómo vender online sin esfuerzo con un sistema 24×7″. Te quedan 4 días para darte de alta

La tecnología ha invadido nuestro cotidiano por completo.

Para bien, en muchos casos.

Pero a medida que la tecnología se adentra en nuestras vidas, se va formando una brecha entre lo que la usan y los que la temen o la rechazan.

Cual es el problema  nº1 en el momento de montar un negocio digital es: “no domino la tecnología”.

A consecuencia de qué, no monto el negocio digital de mis sueños.

Vamos a ver cómo superar de una vez esta barrera tecnológica.

El riesgo nº1: la parálisis

Es cierto que en un mundo digital, se están disparando las opciones para una misma necesidad.

Pensando en un blog:

  • ¿Puedo usar un blog gratuito de Blogspot/wordPress.com o necesito un plan de alojamiento?
  • ¿Qué tipo de alojamiento comprar y a quién?
  • ¿Necesito un dominio? En su caso, ¿Dónde lo compro?
  • ¿Necesito un tema premium? En su caso, ¿Dónde lo compro? ¿Cuál tema elegir?
  • ¿Qué autoresponder contratar y por qué?
  • ¿Qué plugins gratuitos usar?
  • ¿Necesito invertir algo de dinero en plugins de pago? ¿Cuáles?
  • ¿Qué red social usar y como conectar mi blog con mis perfiles sociales?
  • ¿Qué plataforma de pago usar y cómo integrarla en mi blog?
  • etc.

Podríamos complicarlo aún mucho más.

Es cierto que tienes que tomar decisiones.

Y qué existen muchas opciones.

Además todo cambia muy rápido en este mundo. Lo que es verdad un día, 6 o 12 meses más tarde puede haber cambiado.

Aun así, no puedes dejar tu análisis de estas opciones terminar en una parálisis.

No actuar es tu peor opción.

5 acciones para vencer tu miedo tecnología para siempre

#1 – Usa únicamente lo que necesitas, en cada momento

No tienes que comprar todo el pack completo nada más arrancar tu viaje.

Así es. Hay cosas que puedes posponer.

Empieza con tu blog,

Y luego la lista de correo,

Y luego las plataformas de pago

No te compliques con cosas que no te sirven en estos momentos.

Todo lo que NO entiendes, NO te sirve.

Libera tu memoria de información inútil.

Borralo de tu mente de una vez.

#2 – Usa lo que te recomiendan

¡Pues sí!

Tienes 2 caminos.

Un largo y duro.

Otra rápido y fácil.

En el primer caso, haces tú un estudio detallado de todas las opciones del mercado, compras lo que tienes que comprar, y lo pruebas hasta estar contento con una solución. Y así, una solución, tras otra.

Puedes tardar años.

O eliges la vía rápida, pero tendrás que confiar en las recomendación de alguien.

Muchos bloggers comparten su caja de herramientas.

Úsala.

Tal cual sin pensártelo.

Hay años de ensayo-error resuelto en esta caja.

Quizás no sea la mejor.

Pero es una que funciona.

He aquí la mía si te interesa ojearla

#3 – Apúntate a un training paso a paso

Seguramente tendrás que pagar algo.

Pero no tendrás dudas.

Accederás a toda la información que necesitas.

Con una información gratuita, siempre te quedarás con una duda.

En un curos, la información te llegará de forma secuencial, paso a paso.

Todo lo que necesitas saber para resolver XYZ.

Es una garantía de resultados a corto plazo.

Tu tiempo se lo merece.

¡Tu familia también!

#4 – Búscate a un aliado

Si no te gustan estos temas técnicos, búscate a alguien que lo haga para ti.

Hay mucha gente que te puede dar un servicio de mantenimiento llave en mano para tu blog.

O por lo menos, búscate a alguien que pueda responder a tus dudas y preguntas.

Seguramente tendrás que pagarlo, pero una vez más, estamos hablando de tu felicidad en tu proyecto digital.

De todas formas no pierdas nunca de vista que eres el que tiene que decidir que tecnología usar en tu negocio.

Es tu responsabilidad.

Esto nunca se puede externalizar.

#5 – Apaga esas fuentes de información corrosiva

Si, ya sabes a que me refiero.

Estos blogs y portales que te anuncian una nueva táctica milagrosa/herramienta milagrosa cada día, para algo que no entiendes ni necesitas.

Deja de leer esta basura.

De una vez.

Si hay tanto fracaso en los negocios de recién creación es porque la gente se centra en tácticas que usa sin ninguna estrategia. Sin entender a qué se dedican.

Es muy fácil estar ocupado, perdiendo el tiempo.

Así que menos tácticas (herramientas) y más estrategia, por favor.

La tecnología en sí no es un negocio, tan sólo para los que han creado esta tecnología.

Los negocios digitales trabajan con tecnología porque es útil y te permite automatizar procesos.

Y para mí, los negocios digitales son mejores negocios que los negocios tradicionales porque a recursos iguales, puedes conseguir un mayor impacto online que offline, justamente gracias a un buen uso de esta tecnología.

Así que, aprende a trabajar con la tecnología, desde hoy.

A tu ritmo.

Si tienes miedo, es porque no has arrancado aún.

¿Quieres echarle un ojo a mi programa Autoridad Ascendente? Arrancamos en 4 días

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GTD: El Reto de las Prioridades

Por: Jose Miguel Bolivar

Dice David Allen que cuando tienes en cuenta todos los factores que afectan a tus alternativas a la hora de tomar una decisión concreta en un momento determinado, te enfrentas a un gran reto. El motivo por el que supone un reto es que hay que integrar de forma coherente una gran cantidad de información útil y relevante, procedente de diversas fuentes, antes de poder utilizarla para tomar la decisión.

Por una parte, tanto tus valores como los valores que rodean a la acción o proyecto sobre el que estás decidiendo. ¿Están en armonía o entran en conflicto? Por otra, tu visión sobre lo que quieres alcanzar en las diversas áreas de tu vida, una visión resultante de proyectar tu propósito sobre ellas en el largo plazo. Algo parecido ocurre con tus metas y objetivos, esos hitos a medio plazo que te acercan a tu visión. ¿Qué impacto podría tener, y cómo influiría en todos estos factores, que tomases una decisión u otra? Es imprescindible también no perder de vista cómo puede afectar nuestra decisión al delicado equilibrio que existe entre todas nuestras áreas de interés o responsabilidad y, además, alinear todo lo anterior con la parte más operativa y de corto plazo, es decir, con todo lo que ya se encuentra en nuestras listas de acciones y proyectos.

Esta reflexión es necesaria porque casi nadie se libra de que la presión del día a día haga. en ocasiones, que el árbol del cortoplacismo nos impida ver el bosque de nuestro futuro.

Además, para tomar la decisión correcta, también deberás tener en cuenta en qué contexto o contextos te encuentras, es decir, en qué lugar, con qué herramientas y con qué personas, así como tus niveles de energía y el tiempo disponible. Y entonces, una vez hayas conseguido todo esto, podrás tener la seguridad de que has decidido hacer precisamente lo que tienes que hacer. ¿Sencillo? Pues depende. Se trata, sobre todo, de una cuestión de hábitos.

Bajo la presión del día a día, el porcentaje de decisiones que tomas de forma plenamente consciente es muy limitado. La mayoría de las decisiones se toman de forma intuitiva, lo que demuestra que la intuición es, a menudo, más potente que la razón consciente. ¿Qué está en nuestra mano hacer para que nuestra intuición «priorice» mejor? Muy sencillo. Desarrollar el hábito de ofrecerle informaciones útiles y relevantes, de forma regular, sobre lo que nos acerca a nuestro propósito, a nuestra visión y a nuestras metas y objetivos; información sobre lo que ayuda a mantener en equilibrio nuestras áreas de enfoque y responsabilidad; y cómo todo ello se expresa a través de nuestros proyectos y acciones. Este hábito es sencillo, ya que puede incorporarse al hábito de la revisión semanal y emplearlo con mayor o menor frecuencia, según la necesidad. El hábito verdaderamente «retador» es el de la revisión semanal :-)

¿Qué ocurre cuando no hemos desarrollado este hábito? Pues que nuestra intuición va a carecer habitualmente de parte de la información que necesita para poder priorizar bien. La sensación de «no he parado en todo el día y no he hecho nada» es una de las formas en que tomamos conciencia de que hemos priorizado mal buena parte de la jornada. De modo parecido, la sensación de «tengo miles de cosas por hacer y no sé por dónde empezar» nos indica que nos falta perspectiva, es decir, que no tenemos claras las consecuencias de nuestras decisiones.

Por último, las decisiones conviene validarlas y una de las mejores formas de saber si una decisión es la correcta o no es haciendo algo al respecto. El gran problema al que se enfrenta un buen número de gente es que se limita a tomar decisiones, sin hacer luego nada con ellas. Decidir es un acto que, por si solo, difícilmente te va a llevar a ninguna parte. Es mucho mejor hacer y equivocarte que no hacer y no equivocarte. En el primer caso, habrás sido una persona productiva, ya que habrás invertido parte de tu atención y esfuerzo en alcanzar un resultado y, aunque no lo hayas conseguido, habrás obtenido un aprendizaje, el cual te deja en mejor posición de la que estabas de cara a un segundo intento. En el segundo caso, habrás sido una persona improductiva, ya que no habrás conseguido nada de nada. La productividad se expresa haciendo, aunque sea haciendo de forma equivocada.

Priorizar bien es un arte. Y el arte resulta en gran parte de la práctica. Reflexiona habitualmente sobre tu propósito, valores, visión, metas, objetivos, áreas vitales, proyectos y acciones y conseguirás que tu intuición esté permanentemente en forma y que cada vez te ofrezca mejores resultados. Revisar es entrenar tu intuición. Cuando entrenas bien, los retos son más asequibles y con una intuición bien entrenada, el reto de priorizar también es menos reto.

Optima InfinitoEste artículo, GTD: El Reto de las Prioridades, escrito por José Miguel Bolívar y publicado originalmente en Optima Infinito, está licenciado para su uso bajo una Licencia Creative Commons 4.0 Internacional.
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