domingo, 16 de febrero de 2014

5 claves para mimar tus tareas clave

Por: Berto Pena

¿Cómo sacar más de las tareas que te dan más resultados? ¿Cómo hacer mejor esas 2-3 tareas que marcan la diferencia? ¿Cómo dejar huella con las tareas que más cuentan? Yo respondo con una sola idea: tienes que mimar esas tareas. El día en el que me empecé a tomar en serio mis tareas clave, fue el día en el que mi Productividad Personal cambió para siempre.



Hace unas semanas justo escribía sobre los efectos de retrasar tus tareas clave. En mi anterior artículo hablaba de cómo aumentar tus resultados, subiendo el “peso” de tus tareas. Y concluyo esta “trilogía” de artículos dedicados a los resultados hablándote de cómo hacer bien o mejor tus tareas clave.


¿Por qué hablo tanto últimamente sobre Resultados? Porque es un tema que me preocupa. Cada vez me encuentro con más y más profesionales de gran o altísimo nivel que “reman pero no avanzan”; que “trabajan sin parar pero sin resultados” (o no tantos); que terminan el día habiendo “hecho todo descuidando lo importante”.


Yo, en su día, me propuse salir de ese laberinto. Y la respuesta la encontré en mis tareas clave. Hasta entonces me las tomaba “más o menos en serio”. A partir de un día empezaron a ser el corazón y la columna vertebral de mi día.



— Las tareas clave son extraordinarias y te hacen extraordinario. Te retan y sacan a la luz lo mejor de ti.


— Las tareas clave no se planifican y se hacen sin más. Se cuidan, se protegen, se miman.



Y ¿cómo cuidarlas hasta el punto de mimarlas como si se trataran de un bebé? Yo procuro cuidar al máximo estos cinco detalles:



  • IDENTIFÍCALAS

    Si no sabes cuáles son, dónde están y cómo son, ¿cómo vas a mimarlas? Puede sonar a obviedad, pero entre la maraña de mini y microtareas, los imprevistos y las falsas urgencias, las carreras y el Email diario, verlas claramente no siempre es fácil. Cuando veas una tarea clave “ponle un pin”. Subráyala, ponla en negrita, asígnale una estrella. Sepárala del resto porque es diferente al resto.

  • PREPÁRALAS

    Estas tareas suelen ser complejas y laboriosas. Muchas veces no basta con decir “la hago”. Sino que hay que anticiparse con ciertos preparativos: recopilar material, buscar información, que alguien nos envíe algo… Lo peor que puede pasarte es ponerte a hacer una tarea clave, comprobar que te faltan cosas y no puedes hacerla o incluso dejarla a medias (¡no!).

  • DIVÍDELAS

    Muchas de tus tareas clave son en realidad varias tareas dentro de una. En casos así, lo mejor es descomponer la tarea en varias partes o fases. Esto te permitirá comprenderla mejor, distribuir mejor tu trabajo, y si ocurre algo podrás reaccionar y reajustar con más facilidad tu plan para ese día.

  • AÍSLATE

    A la hora de hacer y terminar estas tareas necesitas Atención+Concentración+Intensidad. Esto es imposible encontrarlo cuando estás rodeado de distracciones (tuyas) o te abrasan a interrupciones (los demás). Es esencial elegir (propiciar) el mejor momento, lugar y condiciones para hacerlas. Y hacerlas bien.

  • TERMÍNALAS

    Esta es una regla de oro en Productividad Personal pero que ante tareas clave es como un mandamiento: Termínalas. No las dejes colgando, a medias. Los resultados (esos que buscas con tanto ahínco) llegan cuando concluyes, rematas, completas. Vuélcate y desgáste en ellas hasta terminarlas.


¿Tienes hoy una tarea clave pendiente? ¿Tienes ahora alguna delante de ti? Deja este artículo, mata distracciones a tu alrededor, céntrate y echa el resto con ella. Al terminar serás mejor que cuando empezaste.




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