viernes, 2 de octubre de 2020

GTD®: De decisiones correctas a elecciones adecuadas

Por: José Miguel Bolívar

Hace unos días surgió un debate en OPTIMA LAB sobre si GTD® iba más de hacer «lo correcto» o «lo adecuado». Yo diría que GTD® va de tomar las decisiones correctas y realizar las elecciones adecuadas.

Estamos ante una diferencia profunda, aunque pueda parecer sutil a primera vista.

Por otra parte, ya sabes que tener claridad de ideas es clave para mejorar tu efectividad personal.

Para tener claridad de ideas necesitas desarrollar antes tu pensamiento crítico, ya que no es algo innato y, por tanto, necesitas aprenderlo y practicarlo.

La claridad de ideas te permite, por ejemplo, diferenciar entre buenas prácticas de utilidad contrastada y consejos bienintencionados de escaso valor.

También es lo que te permite personalizar GTD® todo lo que quieras y sin «romperlo».

En este post vamos a practicar la claridad de ideas analizando las diferencias entre «correcto», «acertado» y «adecuado», así como entre «decisión» y «elección».

Tipos de decisiones

Una decisión acertada es la que logra el resultado que persigue.

Las decisiones acertadas pueden ser decisiones correctas o incorrectas.

Una decisión correcta es la que considera todas las opciones y, a partir de la información disponible, se decanta por la mejor opción para lograr el resultado deseado.

Las decisiones correctas pueden resultar decisiones acertadas o desacertadas.

Veamos un ejemplo. Imagina que recibes una herencia. La cantidad es justo la mitad de lo que te falta para terminar de pagar la hipoteca.

Decides irte al casino y jugarte la herencia a la ruleta. Apuestas todo al negro. Hoy estás de suerte y ganas.

La decisión de jugarte la herencia a la ruleta ha resultado ser una decisión acertada. Gracias a ella, ahora podrás cancelar la hipoteca.

Al margen de cualquier resultado, jugarte la herencia a la ruleta es siempre una decisión incorrecta.

Si el resultado deseado era cancelar la hipoteca, la decisión correcta habría sido cancelar la mitad de la deuda aprovechando la herencia.

Creo que este ejemplo ilustra bien la diferencia entre decisiones correctas y decisiones acertadas.

Por desgracia, la mayoría de las personas intenta tomar decisiones acertadas en lugar de correctas.

El problema de esta actitud es que estás permanentemente en manos de la suerte, fuera de tu zona de influencia.

A largo plazo, intentar tomar siempre decisiones correctas arroja resultados incomparablemente mejores que intentar tomar decisiones acertadas.

Decidir frente a elegir

Cuando hablamos de efectividad, decidir y elegir son dos palabras con significado muy distinto.

Decidir es un proceso analítico y consciente gestionado por el Sistema 2.

Elegir es un proceso intuitivo e inconsciente gestionado por el Sistema 1.

Las decisiones se evalúan en relación al resultado que persiguen y a su propósito.

Como decía Peter Drucker, «eficacia es tomar las decisiones correctas».

Las elecciones se evalúan en relación con los 6 niveles de perspectiva.

Las decisiones son buenas o malas de forma objetiva. Dependen de cómo de orientadas estén a la consecución del resultado.

Las elecciones son buenas o malas de forma subjetiva. Dependen de cómo de coherentes sean con los 6 niveles de perspectiva de cada persona.

Decisiones correctas y elecciones adecuadas

Cualquier persona puede evaluar las decisiones de otra.

Solo necesita saber cuáles son los resultados deseados y las opciones disponibles. Es un proceso lógico de análisis y comparación.

Por el contrario, nadie está capacitado para evaluar las elecciones de otra persona. Solo la propia persona.

Una elección es adecuada cuando es coherente y está alineada con los niveles superiores de perspectiva de la persona (propósito y valores, visión, metas y objetivos, áreas de enfoque y responsabilidad).

Considerando lo anterior, decir que GTD® va de hacer las cosas correctas es, en mi opinión, una afirmación imprecisa.

En GTD®, todo lo que haces es, en realidad, resultado de dos pasos distintos, que además tienen lugar separados en el tiempo: Aclarar y Ejecutar.

Aclarar consiste en tomar decisiones correctas. Ejecutar consiste en realizar elecciones adecuadas.

Recuerda que, al Ejecutar, no solo consideras el contexto, el tiempo disponible y la energía disponible, sino también la prioridad, que viene definida por tus 6 niveles de perspectiva.

En un sentido estricto, GTD® va de realizar elecciones adecuadas, ya que es la elección la que determina la acción.

Ahora bien, para que esas elecciones tengan opción a ser consideradas adecuadas, necesitan realizarse sobre opciones que sean en sí mismas resultado de decisiones correctas.

Por eso, lo que mejor refleja la realidad es decir que GTD® va de realizar elecciones adecuadas a partir de decisiones correctas previas.

O, lo que es lo mismo, de ir de las decisiones correctas a las elecciones adecuadas.

La entrada GTD®: De decisiones correctas a elecciones adecuadas se publicó primero en Óptima Infinito.


0 comentarios:

Publicar un comentario