viernes, 30 de octubre de 2020

El valor relajante de las acciones sencillas

Por: José Miguel Bolívar

GTD® ofrece un planteamiento global para combatir el estrés. Hoy, sin embargo, me gustaría centrarme en algo más concreto y cotidiano: el valor relajante de las acciones sencillas.

Sabemos que buena parte de las causas del estrés guardan relación con trabajar en un trabajo para el que no estamos evolutivamente preparados: el trabajo del conocimiento.

La competencia transversal de la efectividad personal nos permite adaptarnos mejor a él, disminuyendo el nivel de estrés hasta eliminarlo.

Metodologías como GTD® facilitan el proceso, reduciendo la inseguridad y los intentos fallidos.

El subtítulo del clásico Organízate con eficacia ya lo deja claro: «El arte de la productividad libre de estrés».

Aunque la frase «libre de estrés» puede causar escepticismo, yo sé que es posible, porque lo conseguí hace años.

En este post te ofrezco un ejemplo práctico y aplicable para que tú también puedas experimentar el potencial de la efectividad.

Cómo quitarle protagonismo al Sistema 1

El estrés y la ansiedad son emociones y, como tal, están gestionadas por el Sistema 1.

Una de las formas de combatir estas emociones negativas es intentar restarle «capacidad de proceso» al Sistema 1, algo que podemos lograr haciendo que el Sistema 2 consuma más recursos.

La lógica detrás de esto es que los recursos de nuestro cerebro son, por una parte, limitados y, por otra, compartidos por ambos sistemas.

Además, hay que tener en cuenta que, en una situación de estrés o ansiedad, el Sistema 2 está prácticamente parado.

Por lo tanto, si logramos activar el Sistema 2 para que utilice parte de los recursos, esos recursos dejarán de estar disponibles para el Sistema 1.

En consecuencia, al disminuir los recursos disponibles, el Sistema 1 tendrá que reducir su actividad, con lo que la intensidad de la ansiedad o el estrés disminuirá.

Sin embargo, esto que parece tan sencillo sobre el papel, puede suponer todo un mundo cuando el estrés o la ansiedad nos dominan.

El poder del autocontrol

Lo que Kahneman llama Sistema 2 es lo mismo que Mischel llama «sistema de pensamiento frío», que es el responsable del autocontrol, también conocido como «fuerza de voluntad».

El autocontrol es lo que nos permite «escapar» de la tiranía del Sistema 1 en situaciones normalmente dominadas por este, como son las de estrés o ansiedad.

En el caso que nos ocupa, disponer de un mínimo de autocontrol nos permitirá ir a nuestro sistema GTD® y aplicar el paso Ejecutar, filtrando para dejar únicamente las acciones que requieran poco tiempo y baja energía.

Ya solo con este simple paso habremos conseguido activar, por mínimamente que sea, nuestro Sistema 2. Ahora hay que conseguir estabilizarlo.

El valor relajante de las acciones sencillas

Si utilizas habitualmente GTD®, lo normal es que siempre tengas en tu sistema al menos un puñado de estas acciones de poco tiempo y baja energía.

Un contexto fantástico para encontrarlas es el de @recados. Hay pocas prácticas mejores que tomar esta lista y salir un rato a la calle a completar alguna de las acciones que aparecen en ella.

Si lo haces, comprobarás cómo tu nivel de control aumenta, a la par que tu estrés y tu ansiedad se reducen.

Y puedes probar también con el contenido de cualquier otra lista, siempre que cumpla con los requisitos anteriores (poco tiempo y energía baja).

Por ejemplo, otra posibilidad es el contexto @oficina, en el que puedes aprovechar para ir a otro departamento a recoger un material o algo similar.

Lo que quiero decirte es que en todos los trabajos existen tareas que hay que hacer en algún momento y que no requieren un nivel de energía particularmente alto ni llevan mucho tiempo.

Lo más importante es que sean siempre siguientes acciones bien definidas.

Ya sabes, acciones físicas, visibles y concretas que no requieran completar otras acciones previas y que se puedan completar de una sola vez.

Si te animas a probar este consejo, o si ya lo habías probado, me encantará que compartas tu experiencia en los comentarios.

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miércoles, 28 de octubre de 2020

Cómo prospectar en redes sociales en 3 pasos

Por: Franck Scipion

Las redes sociales están de moda. Que si Instagram, que si Facebook, que si Tik Tok… Ahora bien, ¿cómo pueden ayudarte en tu negocio? Hasta ahora te has limitado a compartir contenidos sin ton ni son: un post del blog, una noticia interesante, una infografía… Lo mejor que puedes hacer con las redes sociales es ... Leer más Cómo prospectar en redes sociales en 3 pasos

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lunes, 26 de octubre de 2020

¿Cómo iniciar un negocio sin dinero paso a paso desde cero?

Por: Franck Scipion

Cada vez más conocidos se acercan a mí con la idea de iniciar un negocio sin dinero. Me preguntan cosas como Franck, ¿qué negocio puedo emprender?, ¿cómo puedo encontrar una buena idea para montar un negocio? o ¿qué negocio monto? El número de personas que están en el paro aumenta día tras día, con lo que muchas ... Leer más ¿Cómo iniciar un negocio sin dinero paso a paso desde cero?

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viernes, 23 de octubre de 2020

Cómo gestionar los asuntos urgentes con GTD®

Por: José Miguel Bolívar

Antes de contarte cómo gestionar los asuntos urgentes con GTD®, voy a hacer algunas aclaraciones importantes.

Por una parte, hay dos tipos de urgencias: las derivadas de imprevistos y las derivadas de la falta de previsión.

Las derivadas de imprevistos son urgencias reales, ya que los imprevistos forman parte del trabajo del conocimiento.

Por el contrario, las derivadas de la falta de previsión son falsas urgencias. Es más, estas urgencias son un indicio de incompentencia.

Dentro de las urgencias reales hay, a su vez, dos tipos: las del tipo «el mundo se acaba» y el resto.

Excepto en el ámbito sanitario, las urgencias del tipo «el mundo se acaba» son infrecuentes.

Sin embargo, las urgencias reales que no exigen respuesta inmediata sí pueden suponer un volumen relevante en determinados entornos.

Es a ellas a las que voy a dedicar este post.

Posibles formas de trabajar en GTD®

GTD® nos dice que —en el trabajo del conocimiento— hay tres posibles formas de trabajar.

Una de ellas es el trabajo «no definido», «según surge» o «no planificado». A mí me gusta más llamarlo «trabajo imprevisto».

Este tipo de trabajo abarca el generado por acontecimientos y situaciones imposibles de prever, que surgen repentinamente y exigen una reacción más o menos rápida.

El rango de esta rapidez es amplio y puede ir desde una respuesta inmediata hasta unos días después.

Por otra parte, hay trabajos que consisten precisamente en gestionar incidencias.

Aunque no se sabe qué incidencia concreta va a surgir en cada momento concreto, sí se sabe que las va a haber y, por tanto, no pueden considerarse «imprevistos».

Un error habitual es creer que estas incidencias son «trabajo según surge» cuando en realidad son «trabajo definido».

Buenas prácticas de GTD® para gestionar asuntos urgentes

La buena práctica cuando aparece un imprevisto es evaluar rápidamente de qué tipo de imprevisto se trata.

Si es un asunto urgente del tipo «el mundo se acaba», la buena práctica es capturar lo que estabas haciendo en ese momento y «salvar el mundo».

En todos los demás casos, la buena práctica es capturar el asunto urgente que acaba de aparecer y terminar de hacer lo que estabas haciendo.

Para una persona que no usa GTD®, este comportamiento puede parecer una irresponsabilidad, cuando no una locura.

Sin embargo, una persona usuaria de GTD® confía en sus hábitos y en su sistema y sabe que, cuando termine de hacer lo que está haciendo, aclarará sus capturas y decidirá lo correcto en relación al asunto urgente capturado.

En la práctica, la mayoría de los asuntos urgentes requieren una respuesta rápida pero no inmediata.

Esto significa que la gran mayoría de los asuntos urgentes forman parte del «trabajo ya definido».

Una pregunta recurrente en los cursos de formación GTD® oficial es cómo gestionar los asuntos urgentes que hay que terminar en la misma semana que surgen, antes de que tenga lugar la próxima Revisión Semanal.

Veamos las posibles situaciones.

Cómo gestionar los proyectos que hay que finalizar antes de la próxima Revisión Semanal

Si se trata de un proyecto, hay varias opciones, dependiendo de cómo sea nuestro uso de la metodología.

Si consultas tu calendario varias veces al día, y no solo el contenido del día en curso, sino también el resto de la semana, entonces una buena práctica es ponerte un recordatorio en el día de la fecha límite. Ejemplo:

«Terminar (o he terminado) la presentación para la ponencia del jueves 29/10». También valdría «Presentación para la ponencia del jueves 29/10 terminada».

Si, por el contrario, no sueles revisar el calendario muy a menudo, o solo revisas el día en curso, lo anterior sería una mala práctica, ya que es muy probable que no veas el recordatorio con la frecuencia adecuada.

En este caso, la buena práctica sería ponerte el recordatorio del proyecto en un checklist específico del tipo «Para finalizar esta semana» o «Para finalizar antes de la próxima Revisión Semanal».

Lógicamente, para que sea útil y cumpla su cometido, este checklist específico hay que revisarlo con la frecuencia necesaria.

Otras opciones, como incluir un recordatorio del proyecto en la lista de proyectos —o en un checklist diario o semanal— y, en general, cualquier sobre-complicación del sistema, son malas prácticas.

Cómo gestionar las siguientes acciones que hay que finalizar antes de la próxima Revisión Semanal

Si se trata de una siguiente acción independiente, la buena práctica sería incluir la fecha límite en la redacción del recordatorio de la propia siguiente acción. Ejemplo:

«Redactar y enviar la propuesta de formación GTD® oficial de Nivel 1 a Luis García, de ULTRAZOOM, antes del viernes 30/10».

El recordatorio de esta siguiente acción estaría organizado en su contexto correspondiente, si es uno que revisas con frecuencia o, en caso contrario, en el checklist específico para estos casos.

Cómo gestionar las acciones delegadas que se deben finalizar antes de la próxima Revisión Semanal

Por último, si es una acción delegada, hay también varias opciones.

Si revisas tu «lista a la espera» a diario, la buena práctica sería muy parecida a la aplicada a las siguientes acciones. Ejemplo:

«Luis García (ULTRAZOOM) – Enviarme la propuesta firmada antes del jueves 5/11 – 2/11». La primera fecha es la de vencimiento de la propuesta y la segunda es la fecha de delegación.

Si, por el contrario, revisas tu «lista a la espera» cada varios días o solo en tu Revisión Semanal, entonces tendrías dos opciones.

Si consultas el calendario frecuentemente, con los matices que comentaba al hablar de los proyectos, podrías poner el recordatorio allí.

Si no es el caso, la buena práctica es también la misma que para los proyectos y las siguientes acciones, es decir, añadir el recordatorio a un checklist específico para estos casos.

Resumen

Es posible que estés pensando «¿cómo? ¿mezclar en un mismo checklist recordatorios de proyectos, siguientes acciones y acciones delegadas?».

Sí, así es, ya que todos estos recordatorios comparten una característica de orden superior: tienen que completarse en la misma semana que han surgido y antes de la próxima Revisión Semanal.

Esta es, de hecho, la buena práctica recomendada por la David Allen Academy.

Por último, si ya dominas la metodología y tienes interiorizados sus hábitos y buenas prácticas, tienes una opción adicional.

Esta opción es preguntarte qué necesitas hacer para sacar todos esos recordatorios de tu mente y liberar tu atención, con la confianza de saber que los estás gestionando de la manera adecuada.

Espero que este post te haya sido útil. ¿Cómo gestionas tú los asuntos urgentes con GTD®? Te invito a continuar la conversación en los comentarios.

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jueves, 22 de octubre de 2020

Las stories de Instagram: Todo lo que necesitas saber

Por: Carlos Carbellido

Con motivo de los 10 años de creación de una de las redes sociales con mayor número de cuentas activas en todo el mundo, Instagram; en este artículo vamos a explicar algunos aspectos más relevantes de una de sus herramientas más populares, las stories. Conocerlos te será muy útil para mejorar tu estrategia de marketing y comunicación en esta red social. Te invito a seguir leyendo.

stories instagram

10 años de Instagram. Los hitos más relevantes.

Antes de nada, quiero hacer un recorrido por estos 10 años, y ver cómo ha evolucionado. Sí, 10 años, y parece ayer. El tiempo pasa muy rápido, y más en el mundo del social media.

2010. El 16 de julio se creó Instagram. Fue Kevin Systrom, cofundador de Instagram junto a Mike Krieger, quien publicó la primera persona en subir una fotografía.

Pero no fue hasta el 6 de octubre de ese mismo año cuando estuvo disponible para Androi y Windows.

2011. Suma ya un millón de cuentas.

2012. Facebook decide comprarla  por 1.000 millones de dólares.

2013. Hasta julio de este año, solo era posible publicar imágenes. Es a partir de esta fecha cuando ya es posible publicar vídeos. Eso sí, de no más de 59 segundos. Y a finales de este año aparecen los mensajes directos entre usuarios.

2014. Ya comienza a ser una de las redes sociales que más crece. Acaba el año con 300 millones de usuarios activos.

2015. Aparecen los Boomerang. Una funcionalidad que al principio podía tener su gracia, pero ahora ya poco uso se le da. Fue la novedad.

2016. Un año de muchos cambios. Cambios en el orden de visualizar las publicaciones, cambio de diseño del logo, aparecen las stories y la posibilidad de hacer retrasmisiones en directo.

2017. En marzo cuando las stories dan un paso más y es posible ubicarlas, añadirles hashtag y crear mediante filtros efectos de realidad aumentada.

2018. Intagram ofrece la posibilidad de subir videos de mayor duración con IGTV y de incluir música en las stories. Se llegó a decir que con esta nueva funcionalidad pretendía competir con Youtube.

2019. Llegó Instagram Shopping. Herramienta que ya expliqué en su día en este blog.

2020. Y este año la novedad más importante ha sido los reels. Un formato que ofrece a los usuarios la posibilidad de crear y descubrir vídeos cortos de hasta 15 segundos. Algo muy similar a Tik Tok.

También ha eliminado la posibilidad de ver el número de interacciones en las publicaciones de terceros.

2021… ¿? ¿Qué novedades presentará el próximo año? Ni idea, pero seguro que no tardará ya en sacar la opción de repostear una publicación sin necesidad de utilizar aplicaciones de terceros. Y si me dejan pedir, que añadan pronto la opción de programar las stories. Se agradecerá.

¿Qué son las stories de Instagram?

Las stories de Instagram son publicaciones en formato imagen o vídeo. En ellas es posible añadirles distintos elementos de interacción, por ejemplo, encuestas, preguntas abiertas o cuestionarios; u otro como gifs animados, textos, menciones a otras cuentas, links a productos de Instagram Shopping, filtros…

Su principal características es su duración: 24 horas. Aunque hoy día es posible guardarlas como “destacadas”. De esta forma estarán siempre visibles en el perfil.

Las interacciones que realizan los usuarios, a diferencia de los posts, se notifican a la cuenta mediante un mensaje privado.

¿Para qué sirven las stories?

Humanizar la marca o empresa. El contenido que se publica en las stories ha de ser espontáneo, trasparente y humano. Es decir, no sólo te limites a mostrar productos. Muestra cómo se produce, presenta a tu equipo, graba vídeos mostrando pequeñas anécdotas o situaciones del día a día, comparte impresiones de tus clientes… ¡Da visibilidad al backup de tu empresa!

Generar tráfico a la página web. Desde Instagram es muy difícil generar tráfico a una página web. Como sabes, en las descripciones de los posts no se puede añadir un link.

En las stories sí, pero sólo si sumas más de 10.000 seguidores. Si todavía no has llegado a esa cifra, te invito leer el post “Cómo ganar seguidores en Instagram”. Te será muy útil.

Conocer la opinión de los seguidores. Gracias a las opciones de crear encuestas, preguntas abiertas o mensajes privados podemos saber qué opinan nuestros seguidores sobre un tema relacionado con nuestra empresa, nuestros productos o servicios.

Por ejemplo, podemos mostrar dos prendas de ropa distintas y preguntar a nuestra comunidad mediante una encuesta cuál le gusta más.

Mejorar el engagement con tus publicaciones. En el artículo “Algoritmo de Instagram: Cómo lograr mayor alcance en las publicaciones“, generar interacciones en el menor tiempo posible es clave para lograr un mayor alcance. Y en ese sentido, las distintas opciones que ofrecen las stories nos permiten fomentar las interacciones, y por tanto, el engagement.

Storytelling. Storytelling es el arte de contar historias. Y mediante las stories, es posible construir un relato creativo en torno a nuestra empresa o marca que retenga la atención de nuestros seguidores.

Retrasmitir eventos en directo. Gracias a esta funcionalidad de las stories, puedes retrasmitir en directo eventos que estés haciendo en tu empresa o hacer retrasmisiones donde presentes un producto, un servicio o el testimonio de un cliente.

¿Cómo usarlo para la cuenta de una empresa o marcas?

  1. Define tus objetivos.

    Es decir, responde a la pregunta: ¿Qué quieres conseguir a través de las stories?

  2. Agenda de contenidos.

    Al igual que haces para las publicaciones del feed, marca un calendario editorial de publicaciones indicando en cada publicación cuál será la interacción (encuesta, menciones, mensaje directo, pregunta…).
    Al respecto de cuántas stories publicar al día. Cierto es que la frecuencia ha de ser mayor que los posts, pero tampoco has de saturar. Un exceso puede “cansar” a tus seguidores y provocar que te dejen de seguir.

  3. Diseño de creatividades.

    Crear las imágenes o los vídeos. Recuerda que han de ser espontáneos, por lo que no es necesario que sean perfectas. La imagen o vídeo perfecto lo dejaremos para el feed.
    Sí hay que añadir posteriormente algún elemento animado, procura guardar espacio suficiente en la imagen.

  4. Publica.

    En Instagram no es posible programar las stories.
    Yo lo que hago es crearme una alarga en el móvil para que no se me olviden y nombrarlas con la fecha del día a publicar para encontrarlas rápidamente en Google Drive.

  5. Responde a las interacciones.

    Responde lo más rápido posible a todas las interacciones de tus seguidores. Y más si estás creando stories donde incentivas la participación como “preguntas abiertas” o “mensajes privados”.

  6. Analiza.

    Trascurridas las 24 horas, la story desaparecerá si no la marcas como story destacada. Es momento entonces de analizar las estadísticas. Revisa si se ha mantenido el número de visualizaciones en las sucesivas stories o si y comprobar datos como el número de visualizaciones o de interacciones que han logrado.

¿Cómo hacer Stories bonitas en Instagram?

Las stories impactantes marcan la diferencia. Pero para crearlas es necesario creatividad y un diseñador o una APP. Si no tienes presupuesto para contratar a alguien, lo mejor es optar por una APP para hacer stories creativas. Yo utilizo la versión PRO de Mojo. ¿La conoces?

APP Mojo: La aplicación para hacer stories impactantes

Quiero hablaros de una APP para crear stories animadas en Instagram que a mi personalmente me gusta mucho. Se trata de MOJO.

Esta aplicación ofrece tanto en su versión gratuita como premium diferentes y muy variadas plantillas animadas para crear stories muy impactantes.

Es muy fácil crearlas, tan solo tienes que añadir tus fotos y/o vídeos y personalizarla como quieras: añadiendo música, textos… ¡y compartirla directamente como story en Instagram, Facebook o WhatApp. Y si lo prefieres también puedes guardarla en tu móvil.

MOJO es la APP para crear stories que más posibilidades creativas ofrece para dar un impulso a tu cuenta de Instagram.

Es difícil destacar entre la multitud en las redes sociales. El contenido puede verse similar y estandarizado. Mojo rompe esas limitaciones y hace que las historias sociales sean imposibles de omitir. Además, la versión pro ofrece cada mes nuevas plantillas.

Para comprobarlo, lo mejor es que te la descargues ahora mismo y comiences a crear tus propias stories animadas. Si te gusta, me gustaría que me lo contases en un comentario.

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martes, 20 de octubre de 2020

3 pasos para trabajar como consultor desde casa

Por: Franck Scipion

¿Quieres trabajar como consultor pero no sabes muy bien cómo enfocar tu carrera para poder iniciar esta actividad? Tras 10 años de experiencia, me alegro de poder compartirla contigo. Te cuento mi propio recorrido personal como consultor y cómo plantearía hoy este inicio de carrera como consultor. ¿Qué es un consultor? Vamos a empezar con ... Leer más 3 pasos para trabajar como consultor desde casa

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lunes, 19 de octubre de 2020

Cómo monetizar un blog y vivir de él

Por: Franck Scipion

Si llevas tiempo escribiendo en tu blog y has logrado tener un buen repositorio de contenidos quizá haya llegado el momento de conseguir beneficios económicos derivados de él. Y si, además, el blog tiene ya una comunidad de seguidores te resultará más fácil buscar vías de monetización a través del mismo. ¿Qué te parecería seguir ... Leer más Cómo monetizar un blog y vivir de él

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viernes, 16 de octubre de 2020

La gran diferencia entre motivo y excusa

Por: José Miguel Bolívar

Hace unos meses, en una de las charlas que mantenemos periódicamente, mi colega William Elliot me comentaba la gran diferencia entre motivo y excusa.

William —GTD® Master Trainer de Sudáfrica— me explicaba que le gusta plantear en sus formaciones de GTD® la siguiente pregunta: «What’s the difference between a reason and an excuse?».

El motivo por el que la hace es provocar una reflexión en las personas participantes sobre cómo pequeños detalles pueden generar grandes cambios.

En particular, sobre cómo aplicar sistemáticamente la metodología GTD® puede aportar enormes ventajas, con un mínimo esfuerzo, a tu día a día.

A mí me provocó también una reflexión adicional sobre la utilidad de abarcar un periodo amplio al revisar el «calendario futuro» durante la Revisión Semanal de GTD®.

Mi intención en este post es profundizar sobre el valor que aporta esta reflexión, y otras relacionadas, a la gestión de tus compromisos.

La gran diferencia entre motivo y excusa

Cuando te comprometes a algo estás —consciente o inconscientemente— asumiendo el riesgo de incumplir ese compromiso.

Digo riesgo porque cumplirlo o incumplirlo no depende únicamente de ti. Sabemos que los imprevistos están ahí. Son «parte del paisaje» en el trabajo del conocimiento.

Por muy bien que te organices, o por mucho que intentes prever qué puede pasar, lo cierto es que siempre existe la posibilidad de que ocurra algo inesperado.

Por otra parte, detrás de cada compromiso incumplido hay, al menos, una causa.

Que esa causa sea un motivo o una excusa va a depender de lo proactivo o reactivo que sea tu comportamiento en relación a ello.

Porque, como ya habrás imaginado, la gran diferencia entre motivo y excusa es el tiempo.

Si explicas la causa por la que vas a incumplir el compromiso antes de incumplirlo, estás dando un motivo.

Si, por el contrario, explicas la causa después de haber incumplido el compromiso, estás dando una excusa.

Hay otra gran diferencia entre motivo y excusa, y es cómo afecta a tu capacidad de reacción.

Cuando das un motivo por el que prevés que vas a incumplir el compromiso aún estás a tiempo de renegociarlo y evitar incumplirlo.

Por el contrario, cuando das una excusa, ya has incumplido el compromiso y no hay vuelta atrás.

La importancia de Ejecutar para convertir las excusas en motivos

Como dice el maestro Allen, «solo te puedes sentir bien con lo que no haces cuando sabes qué es lo que no haces».

Si aplicamos esto al campo de los compromisos que adquirimos, podríamos decir que «sólo puedes convertir las excusas en motivos cuando sabes qué compromisos vas a incumplir».

Tanto para saber lo que no haces como para saber qué compromisos vas a incumplir solo necesitas una cosa: revisar tu sistema con la frecuencia necesaria.

En GTD® esto tiene lugar en los dos últimos pasos, Reflexionar y Ejecutar. Empecemos por el último.

Si de verdad usas la metodología, ya sabes en qué consiste Ejecutar, el paso peor entendido de GTD®.

Para una persona que aplica el paso Ejecutar de manera adecuada, va a resultar muy fácil detectar proactivamente cualquier compromiso a riesgo de ser incumplido.

Y es esa proactividad la que le va a permitir utilizar esa información —la causa del incumplimiento— como motivo, abriendo también la puerta a poder renegociar el compromiso en lugar de incumplirlo.

Por el contrario, una persona que no aplica bien el paso Ejecutar tiene muy difícil esta detección proactiva.

Lo más normal es que se encuentre con el problema una vez ya incumplido el compromiso, lo que inevitablemente convertirá la causa en excusa.

La Revisión Semanal: cuando Ejecutar bien no es suficiente

La Revisión Semanal es otra excelente práctica que nos ayuda a detectar proactivamente los compromisos a riesgo de incumplirse.

Este hábito es particularmente útil cuando se trata de asuntos que, por la carga de trabajo que conllevan o por su complejidad, van a dejarnos poca capacidad de reacción si los detectamos tarde.

En este sentido, la revisión del «calendario futuro» durante la Revisión Semanal resulta particularmente útil, sobre todo si el periodo que revisamos es suficientemente amplio.

GTD® no te dice cuántas semanas a futuro conviene revisar como parte de esta revisión del «calendario futuro». Es lógico, ya que las necesidades dependen de cada persona.

Si cada una de tus semanas es prácticamente idéntica a la anterior, y la probabilidad de que aparezca algo inesperado es escasa, probablemente con revisar una o dos semanas a futuro sea suficiente para ti.

En mi caso nunca ha sido así. Por eso, desde que empecé a utilizar GTD®, he revisado qué compromisos tengo en mi calendario en las próximas cuatro o cinco semanas.

Esta revisión proactiva me ha permitido detectar con antelación suficiente temas que, de haberlos detectado con solo una semana o dos de antelación, habrían sido candidatos seguros a excusa.

Conclusión

Convertir las excusas en motivos es algo muy sencillo y está completamente a tu alcance.

Revisar en amplitud tu «calendario futuro» durante la Revisión Semanal es solo cuestión de un par de minutos.

La tranquilidad y confianza que obtendrás a cambio es impagable.

Lo mismo ocurre cuando revisas frecuentemente tus listas al Ejecutar.

Saber en todo momento lo que no estás haciendo te transmite una sensación de control enorme.

Y es que, al final, cumplir tus compromisos es cuestión de perspectiva.

¿Qué mejor para obtenerla que revisar tu sistema con la frecuencia y amplitud que tenga sentido?

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martes, 13 de octubre de 2020

GTD cómo excusa para compartir con tus hijos

Por: David Torné

Te propongo una idea muy loca. ¿Qué te parece si te dedicas a trabajar la productividad con tus hijos?

(Dejo unos segundos para que te rías o te tomes tus antidepresivos).

Continuemos: Siempre te estás quejando de no pasar suficiente tiempo con tus hijos, de no estar lo bastante involucrado en sus actividades y ocuparte de su educación.  La verdad es que no sabes cómo hacerlo.

Ayudar a los “meninos” a gestionar su actividad puede ser una forma de crear un espacio común, de estar al día sobre cómo les van las cosas y para ayudarlos a llevar su propia vida.

Primero capturar, después procesar juntos

Una vía para canalizar toda su actividad de la escuela, también la relacionada con su ocio y actividades extraescolares.

“Capturar garantiza utilizar la mente para crear no para recordar”

Acordaremos un conjunto de bandejas de entrada, en un número lo más reducido posible, a ser posible una física y otra virtual, donde se enviará todos los nuevos inputs: ideas, labores, deseos…

Una agenda, una libreta para anotar todo el que se le pase por la cabeza y un software tipo Evernote que pueda llevar en el móvil.

Capturar con Evernote

Cada día procesaremos juntos el contenido de las bandejas para decidir en que se implicará en los próximos días, que se demora a semanas posteriores, que guardamos en su almacén de ideas y que descartamos. 

Decidir con ellos, no para ellos

Según su edad – y capacidad – el proceso para decidir sobre cada elemento puede ser conjunto o un simple acompañamiento.

Es una cuestión compleja. Un adulto decidiría en base a sus prioridades y en función de la actividad que ya tenga en marcha.  ¿Cuáles son las prioridades de los “meninos”? La primera es la escuela y los estudios – obligación, responsabilidad e inversión de futuro – y a partir de ahí qué?

Actividad extraescolares, deportes, actividades de ocio… ¿Qué es lo más adecuado por cada uno? Según la edad y el “individuo” variará. No quiero entrar, se escapa sobre lo que puedo y quiero hablar. Solo mencionar el hecho que decidirlo conjuntamente os puede ayudar a consensuar, a dialogar, a encontraros.

“Decidir con los hijos, no por ellos. Si no decide por sí mismo no sabrá que es priorizar, ni renunciar”

Decidir también implica dejar de banda y ser consciente que no se puede tener – ni hacer – todo. Aprender a demorar actividades más atractivas en favor de las más relevantes.

Organizar

Organizaremos la actividad en listas. Basado en GETTING THINGS DONE pero con alguna variación:

Bandeja de entrada Acordar una bandeja de entrada física y otra virtual donde enviar todos los inputs para ser procesados al final del día.
Próximas acciones Con las siguientes acciones a realizar y en las cuales nos tenemos que centrar.
Proyectos activos Proyectos con los que trabajamos esta semana (Actividades con varías acciones).
Esta semana no Proyectos y acciones en espera en los que de momento hemos decidido no trabajar.
Almacén de ideas Cosas en las que nos gustaría hacer algún día pero para las que hoy no tenemos tiempo.

Añado dos consideraciones.

  • Hay que añadir al conjunto de listas la gestión de la agenda.
  • Dejo a vuestra consideración si hay que añadir la lista En espera por las acciones delegadas.

 Hay que distinguir que es un proyecto y una acción. Si hace falta más de una acción para completarlo lo añadiremos a la lista proyecto activos, anotando el resultado que queremos obtener y enviando la siguiente acción a realizar – el primer paso – a la lista de próximas acciones.

Trabajar con acciones y no con tareas permite aprender a trabajar con pequeños pasos, a concretar y precisar la actividad. A separar el “pensar que tengo que hacer” del hacer.

Revisar es hacer seguimiento

Las revisiones son una oportunidad para hacer un seguimiento de su actividad. Si su sistema incluye sus actividades extraescolares y de ocio podrás hacerte una idea más aproximada de como es su vida.

Que incluir en tu revisión semanal

La idea se mantener al día sus listas y – sobre todo – tener presentes sus fechas de entrega.

Hagamos una revisión diaria y otra semanal. Antes de cada sesión de trabajo,  deberes y estudio, procesamos las bandejas de entrada y ponemos al día las listas y su agenda.

Durante el fin de semana hagamos lo mismo y actualicemos listas, agenda y escojamos en que se implicará la próxima semana:

  • Anticipar entregas a semanas vista y crear los proyectos dentro del sistema GTD.
  • Escoger en que trabajará durante la semana. Qué proyectos están activos y qué quedan a la espera, si rescatamos actividad de la lista esta semana no…
  • Consensuar las actividad de ocio en las que quiera participar.

Sesiones de trabajo

El objetivo de GTD es realizar un tipo de trabajo denominado “preparar lo que tienes que hacer” porque cuando decidas trabajar en tus asuntos puedas dedicar toda tu atención a solucionar.

“Cuando trabajen se tienen que centrar en resolver, no en pensar que tienen que resolver”

A partir de aquí podemos escoger la siguiente acción  a través de criterios como el contextos o el área de responsabilidad. Contextos posibles:  Dividir por asignaturas, trabajar con o sin ordenador, con o sin conexión en la red…

Dará una mayor granularidad a la actividad y permitirá menores distracciones cuando se centre en hacer el trabajo.

Fijáis unos criterios de decisión según la proximidad de las fechas de entrega o vencimiento y estela como criterios secundarios como contextos y el nivel de energía del que disponen en cada momento.

GTD no tiene que ser un vehículo para controlar tus hijos. La idea del post es convertirlo  en un pretexto para compartir vuestro tiempo y hablar de sus temas de interés e intercambiar ideas y experiencias.

Esto no lo hará el sistema de listas, pero conducir la actividad os da las oportunidades y la excusa para hablar y decidir.

Ayudar a los “meninos” a tomar buenas decisiones, enseñarlos a administrar su actividad, sus responsabilidades. A saber que a veces se tiene que decir que no, a renunciar a la inmediatez a cambio de un interés mayor.

La eficacia personal como un recurso para compartir, enseñar y aprender con tus hijos, y de tus hijos.

Todo esto solo es una idea, una sugerencia de alguien que no te hijos :-)

Photo by ketan rajput on Unsplash

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lunes, 12 de octubre de 2020

¿Cuánto cuesta publicar un libro?

Por: Franck Scipion

Si te gusta escribir o tu modelo de negocio se basa en tu conocimiento y deseas monetizar a través de este, publicar un libro puede ser uno de los objetivos relacionados que podrías cumplir en un plazo relativamente rápido. La tecnología ha abaratado y acortado los plazos, ya que hoy día es posible publicarse uno ... Leer más ¿Cuánto cuesta publicar un libro?

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viernes, 9 de octubre de 2020

No hay efectividad sin puntos de control

Por: José Miguel Bolívar

Sabemos que los errores ocurren y afectan a los resultados. Por tanto, necesitamos detectarlos para corregirlos y evitar que se repitan. Por eso no hay efectividad sin puntos de control.

También sabemos que la ejecución sin propósito es falsa efectividad. Esta idea, tan fundamental como sencilla, se pasa por alto con frecuencia. Es fácil caer en la trampa de «productividad es hacer muchas cosas».

Hacer por hacer no es efectividad. Hacer las cosas mal, de cualquier manera, o a medias, tampoco lo es. La efectividad es inseparable de lo cualitativo.

Errare humanum est, decían los romanos. Somos personas, y como humanos, cometemos errores.

Además de normal, cometer errores es bueno. Las únicas personas que nunca cometen errores son las que nunca hacen nada.

Lo que sí es importante es que sean siempre errores nuevos. Los errores nuevos, bien aprovechados, son una fuente excelente de aprendizaje.

El problema es cuando siempre se cometen los mismos errores. Esto es una muy mala señal.

En el mejor de los casos, puede indicar falta de interés, atención, compromiso y/o motivación.

En los casos más graves, puede indicar incapacidad para aprender o, peor aún, estupidez.

Los romanos iban incluso más allá y pensaban que era algo diabólico. Por algo la versión completa de la frase anterior es errare humanum est, sed perseverare diabolicum.

Una persona efectiva nunca se resigna ante los errores. En su lugar, aplica la proactividad y hace cuanto está en su mano para minimizarlos.

Afrontando los errores con realismo

El realismo es un recurso indispensable para tu efectividad. En lugar de aspirar a una perfección inalcanzable, lo inteligente es entender que la excelencia es un camino y su práctica un hábito.

Definir un procedimiento de trabajo «perfecto» es extremadamente difícil y, desde el punto de vista de la efectividad, poco eficiente.

Es más inteligente aplicar el principio de Pareto e invertir el 20% de los recursos que requeriría ese procedimiento perfecto en diseñar algo que te permita gestionar de manera efectiva el 80% de las situaciones.

A partir de ahí, puedes aplicar la planificación adaptativa y aprovechar los errores —que sin duda surgirán— para ir mejorando el procedimiento progresivamente.

Ahora bien, para que este proceso de mejora continua arroje el resultado deseado, conviene seguir algún tipo de método que te permita sistematizar lo que haces. La sistematización es importante para tener confianza en el proceso.

Ten en cuenta que lo que quieres no es detectar aleatoriamente algún error que otro, sino detectar el mayor número posible de errores —idealmente todos— y siempre que ocurran.

Qué son los puntos de control y por qué son imprescindibles

Para ejecutar un procedimiento de manera idónea necesitas dos recursos: conocimiento y atención.

Conocimiento significa saber qué estás haciendo, para qué lo estás haciendo y, por supuesto, cómo, dónde, con qué y cuándo hacer cada una de las actividades de las que se compone el procedimiento que estás «haciendo».

Con la práctica, todo este «saber hacer» se convertirá en conocimiento tácito, un tipo de conocimiento estrechamente vinculado a los hábitos.

Una de las características de los hábitos es que, como los gestiona el Sistema 1, se ejecutan en modo «piloto automático». Esto es una enorme ventaja, pero conlleva riesgos.

Porque también necesitas atención. Sin atención, es imposible «estar a lo que estás» y sin «estar a lo que estás» es imposible ser una persona efectiva.

Esta es la raíz del problema. Una vez te hayas familiarizado lo suficiente con el procedimiento, es decir, una vez te hayas «habituado» a él, dejarás de prestarle atención.

La mayoría de los errores que cometes no son por desconocer el procedimiento, sino por no prestarle suficiente atención a lo que haces.

Una cosa es «saber» que tienes que hacer algo —o cómo tienes que hacerlo— y otra cosa, muy distinta, es «acordarte» de ese algo en el momento oportuno.

Por eso, para ser una persona efectiva, necesitas algo externo que te recuerde eso de lo que probablemente no vayas a acordarte llegado el momento. Ese «algo» externo es un punto de control.

Los puntos de control son cada una de las partes del proceso en las que se necesita un recordatorio externo para impedir un error probable.

Cómo crear y utilizar los puntos de control

Cuando empiezas a ejecutar un procedimiento es poco probable que tengas claro qué partes del mismo van a necesitar puntos de control. Es la práctica lo que te proporcionará esa información.

El proceso es sencillo. Cada vez que detectes un error, evalúa qué se te pasó por alto y en qué punto concreto del procedimiento sucedió.

Ya tienes un punto de control. Ahora lo siguiente es construir un inventario con todos los puntos de control del procedimiento que vayas creando a raíz de cada error.

Este inventario de puntos de control se hace utilizando una lista de control o checklist.

Ten cuidado, porque un error frecuente es convertir el procedimiento en un manual de instrucciones pormenorizadas o mezclarlo con los pasos del procedimiento y/o con los puntos de control.

Estas malas prácticas reducen enormemente la utilidad de estas herramientas y pueden incluso dar lugar a más errores de los que tendrían lugar sin ellas.

Reflexiones finales sobre los puntos de control

El manual de instrucciones te recuerda todos los detalles pormenorizados necesarios para poder ejecutar el procedimiento sin conocimiento previo del mismo.

El procedimiento te recuerda únicamente la secuencia completa de pasos a seguir, sin detalles pormenorizados sobre cada paso. Puede ser una lista de control en sí mismo.

Los puntos de control te recuerdan pasos concretos del procedimiento a los que debes prestar especial atención para evitar errores. Están en su propia lista de control, separados del procedimiento.

Son tres herramientas complementarias, pero distintas, y que tienen finalidades también distintas.

¡Ojo! Una lista de control, o checklist, es distinto de un punto de control, o checkpoint. Tu lista de control con los puntos de control es simplemente uno de los múltiples tipos de listas de control que existen.

Al principio, como lo desconoces, necesitarás sobre todo el manual de instrucciones. Usarás para ello tu Sistema 2, lo que hará que prestes atención a lo que haces y que sea poco probable que cometas errores.

Cuando te familiarices con ello, ya no necesitarás el manual y te bastará con el procedimiento. Es entonces cuando necesitarás empezar a construir tu lista con los puntos de control que vayas detectando.

En un momento dado, sobre todo si tiene pocos pasos, es posible que ni siquiera necesites usar el procedimiento, porque ya te lo sepas. Es ahí cuando tu lista con tus puntos de control se volverá imprescindible.

Por último, ten presente que las listas de control o checklists —incluyendo las de puntos de control— son únicamente un contrapeso a tu mala memoria.

Aunque la tentación estará ahí, porque el Sistema 2 es perezoso, no permitas que se conviertan en un sustituto de tu inteligencia, tu conocimiento o tu capacidad para pensar.

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miércoles, 7 de octubre de 2020

Cómo escribir el titular perfecto para un artículo

Por: Carlos Carbellido

10 años. Sí, una década hace ya que escribí el primer artículo en este blog. El cometido que más años llevo realizando, y que posiblemente más satisfacciones me ha generado: cambios profesionales, emprendedurismo, nuevas oportunidades personales, etc. Toda logro personal y profesional.

Y hoy quiero celebrarlo de la mejor forma, ¡con un nuevo artículo! En concreto, con un tema que llevo mucho tiempo guardado en borrador pero que considero clave para quienes, como yo, disfrutamos escribiendo: la elección del titular perfecto para un artículo. Vamos a ello.

titular perfecto

¿Qué es un titular?

El titular es el anzuelo que hará que tus potenciales lectores decidan hacer clic o no cuando lo ven en redes sociales o en Google.

Un buen titular ha de sugerir, no desvelar; ha de generar ganas de más.

Un mal titular puede hacer que un excelente artículo pase inadvertido. De la misma forma que uno que genere expectativas puede volverse en tu contra si el contenido no responde a las expectativas creadas. Esto último, desgraciadamente, es bastante habitual. Es lo que se conoce como clicbait.

Un mal titular puede hacer que un excelente artículo pase inadvertido.

Con el titular de un post de cualquier tipo de blog debemos lograr atraer el interés de los lectores, que sientan curiosidad por saber qué se esconde tras éste. Podríamos compararlo con el “Asunto” en un e-mail marketing.

A continuación voy a explicar una serie de consejos para que nuestro titular despierte el interés y no se pierda en el océano de las redes sociales.

¿Cómo debe ser un buen titular?

Un titular ha de ser inequívoco, concreto, entendible para todos los públicos y alejado del sensacionalismos o crear falsas expectativas.

Al igual que el primer párrafo de un artículo, el titular debe despetar la curiosidad de los lectores, quien con esta información se hará una idea de qué va a encontrar en el artículo.

Es conveniente que no exceda de las 6 palabras y contener lo más importante o de mayor relevancia del artículo, aunque luego en éste se traten otros temas relacionados entre sí. Y no ha de necesitar signos de puntuación como la coma o el punto y coma.

¿Cómo ha de ser el titular perfecto?

  • Corto. Sé breve. Como apuntaba en el epígrafe anterior, que no sume más de 6 palabras. Lo que quieras contar ya lo desarrollarás en el artículo.
  • Una única idea. Habitualmente, y más si buscamos artículos muy completos, en un mismo post se exponen varias ideas. Para el titular debemos elegir una única idea, la más potente. ¡Cuanto más claro sea, mejor!
  • Descriptivo. El titular perfecto ha de describir una información, aunque el tono puede varias, es decir, puede ser irónico, interrogativo, afirmativo, persuasivo…
  • Palabra o expresión gancho. Utiliza expresiones o términos como “Cómo…”, “Los 10…”, etc. En el epígrafe siguiente hablaremos al respecto con más detalle.
  • Adjetivos superlativos. Si puedes, incluye algún adjetivo superlativo: mejores, perfecto, más completa, excelente, increíble…
  • Palabra clave. Si el artículo forma parte de una estrategia de content marketing para potenciar el posicionamiento SEO del blog o página web, es conveniente que en el mismo se incluya la palabra clave que se pretende posicionar.
  • Promesa. ¿El titular ofrece al lector una recompensa o beneficio por su lectura? Si es así, ¡excelente! Destaca claramente cuál es ese beneficio.

10 palabras o expresiones gancho para un titular perfecto.

Las palabras “gancho” son esos “ingredientes” que siempre conviene añadir a un titular para que uno bueno se convierta en uno perfecto. Éstas son algunas:

  1. Secretos/Trucos/Tips. Todos somos curiosos. Y si en un artículo se nos revela algo que hasta la fecha nadie sabía, pues haremos clic para leerlo. ¡Pero recuerda siempre no crear falsas expectativas! Un ejemplo sería: “Cinco trucos que nadie te había contado…” o “Los 3 mejores trucos para…”.
  2. Gratis. Lo gratis siempre vende, aunque resulte paradójico. Si en el artículo ofreces algún contenido gratuito (una guía, un e-book, una plantilla…) seguro que funciona.
  3. Absoluto / Definitivo. Personalmente me parece muy pretencioso definir un artículo como tal siendo que realmente no lo es. Pero hay muchos autores que titulan así sus publicaciones: “La guía definitiva..”. Quizá capte mucho la atención de los lectores, pero deberá ser un contenido excepcional para no defraudar.
  4. Palabras negativas. Aunque podamos pensar lo contrario, los titulares negativo sí resultan atractivos, aunque tampoco conviene abusar. “Los mejores blog de marketing digital que seguramente no conoces” sería un ejemplo.
  5. Errores. Expresiones como “Los errores más habituales…” suelen ser titulares que captan la atención. Por ejemplo, “Los errores más comunes que cometemos en redes sociales”.
  6. Listados enumerados. La fórmula de crear un listado enumerado siempre funciona. “Los 10 mejores…”, “5 libros que…”. Es importante tener en cuenta el número del listado: 3, 5, 10, 25, 50… Números “redondos”. No te quedes en 23 ó 37.
  7. Fácil. Tanto el adjetivo como el adverbio “fácilmente” serian válidos. O en su ausencia, expresiones que denoten sencillez. “Guía para principiantes…” o “… para dummis”. Especialmente aconsejable cuando nos dirigimos a un público poco entendido en la materia.
  8. Acción. Incluye siempre verbos activos que denote acción: conseguir, aprender, buscar, mejorar…
  9. Cómo + infinitivo ó también conocidos como “How to…”. Los titulares que comienzan por “Cómo + verbo en infinitivo” funcionan muy bien porque ofrecen una promesa y en el artículo se explica la solución. Además, suele ser una expresión muy recurrente en las búsquedas orgánicas de Google.
  10. “…antes de…”. Esta expresión genera necesidad de hacer algo lo más pronto posible. “Los 5 lugares que tienes que visitar antes de que acabe el año, “10 libros que has de leer antes de cumplir los 30 años, etc.”.

Todas estas fórmulas pueden combinarse entre sí. Es decir, un mismo titular puede ser un listado enumerado e ir acompañado del adverbio “fácilmente”.

También un buen titular nos puede servir como “asunto” en una campaña de e-mail marketing.

Piensa en SEO cuando redactes un titular

Si tu blog forma parte de una estrategia de posicionamiento SEO, cada artículo deberá estar planteado y redactado en términos de SEO. En este blog encontrarás un artículo con más información al respecto que te resultará muy útil.

Antes de titular analiza cuál es la keyword que más volumen de búsqueda tiene de todas las que vas a trabajar en el artículo. Por ejemplo, si estás pensando en redactar un artículo sobre cómo conseguir seguidores en Instagram, analiza antes qué término o expresión se busca más: ganar seguidores, conseguir seguidores o lograr seguidores.

Text A/B. Prueba qué titular funciona mejor.

Como en cualquier acción de marketing digital, lo mejor es medir, analizar y optimizar. Y en el caso de los titulares, también. No debemos nunca quedarnos con el primer titular.

El titular perfecto es aquel que consigue atraer la atención del mayor número de lectores, y esto lo comprobaremos analizando su CTR.

El titular perfecto es aquel que consigue atraer la atención del mayor número de lectores.

Para ello utilizo la herramienta de difusión de contenido BlogsterAPP. Esta herramienta me permite difundir automáticamente todas las entradas de mi blog, o aquellas que me interesan, en mis redes sociales y asignarles a cada una de ellas hasta 5 titulares distintos.

De esta forma, transcurrido un tiempo – 1 mes por ejemplo – podré saber cuál de los cinco titulares consigue más clics. Y si no es el titular del artículo, tomaré la decisión de modificarlo o no. ¿A que resulta interesante?

Por ejemplo, para este artículo puedo optar por dos opciones:

  • “Cómo escribir el titular perfecto”
  • “Copywriter: Las claves para escribir el titular perfecto”.

¿Cuál funcionará mejor? No lo sabemos. Hagamos la prueba y tomemos decisiones.

También puedes hacer un testeo mediante una campaña de e-mail marketing. Prepara el envío de tu próximo newsletter haciendo una campaña de testing A/B, modificando únicamente el asunto. Aquel envío que logre una mejor tasa de apertura será con el que finalmente nos quedemos.

¿Qué os parece? ¿Soléis darle al asunto la importancia que merece? ¡Os leo!

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martes, 6 de octubre de 2020

Padre rico, padre pobre. Resumen del libro de Robert Kiyosaki

Por: Franck Scipion

Vamos a hablar de educación financiera, y cómo mejor que haciendo una reseña del libro «Padre rico, padre pobre», de Robert Kiyosaki. No es un resumen al uso, sino las principales enseñanzas y lecciones que he obtenido de la obra y cómo aplicarlas en tu vida. Te voy a contar las ideas claves que he ... Leer más Padre rico, padre pobre. Resumen del libro de Robert Kiyosaki

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