martes, 27 de febrero de 2018

Voy a lanzar un servicio nuevo y esta es la razón por la que creo que va transformar tu capacidad de generar resultados

Por: Iago Fraga
Para esta vez he decidido grabar este artículo en un vídeo porque hacía tiempo que no grababa uno y creo que te va a resultar más fácil entender esto explicado en persona y en vídeo. Ahora mismo estoy ultimando los detalles de mi próximo proyecto y en este vídeo te voy a presentar lo que […]

lunes, 26 de febrero de 2018

SEO Youtube: Guía para optimizar un vídeo para Youtube

Por: Carlos Carbellido Monzó

Youtube, red social lanzada en febrero de 2015, es la plataforma donde los usuarios pueden subir y compartir sus vídeos. Cada vez es más habitual que las empresas, en su estrategia social media, utilicen esta herramienta para mejorar su visibilidad o generar tráfico cualificado a su página. Pero para lograr estos objetivos es necesario aprender a mejorar el posicionamiento SEO de los vídeos en Youtube. Sobre cómo hacerlo, lo explicamos en este artículo redactado por Noemí Alonso.

Según el último estudio de redes sociales de IAB, Youtube es la tercera red social que más usamos, sólo por detrás de Facebook y Twitter. Además, es la segunda mejor valorada por los usuarios, y le dedicamos, de media, 3 horas a la semana.

Además, el vídeo marketing resulta muy atractivo para los usuarios y complementa muy bien la información en formato texto, además de generar confianza, credibilidad y recordarse mejor que los contenidos leídos.


Los vídeos se recuerda mejor y más fácilmente que el contenido escrito.
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En este artículo vamos a analizar la importancia del vídeo marketing y cómo optimizar los vídeos de Youtube para aumentar el número de visualizaciones y lograr que aparezcan como primera opción en los resultados de búsqueda de Youtube o Google. Si antes quieres saber con más detalle sobre la importancia del posicionamiento SEO, te puede interesar ¿Qué es el SEO y para qué sirve?

Hacer SEO en Youtube no es fácil. Cada día se suben cientos de vídeos, por lo que se vuelve más complicado que nuestro vídeo sea visualizado, de ahí la importancia de optimizarlos para que alcance un mayor número de visualizaciones y  conseguir así nuestros objetivos. Vamos a ver cómo.

Vídeo Marketing: ¿Qué es?

El video marketing es una herramienta del marketing digital donde se emplea el vídeo como medio para transmitir nuestra información, ideas, mostrar producto o servicio… Un formato mucho más atractivo para los usuarios que otros como las infografías, los postcast o los artículos escritos.

video marketingVentajas del vídeo marketing:

  • Atracción: El vídeo es una herramienta muy atractiva, ya que capta la atención de los usuarios con mayor facilidad.Los contenidos multimedia tienen la capacidad de enganchar mucho más al usuario y retenerlos. Un vídeo siempre generará más atracción que un contenido escrito ya que también tenemos que realizar menos esfuerzo, porque hay que reconocerlo, nos gusta lo fácil, y leer supone más esfuerzo que ver un vídeo.
  • Amplía la información. Gracias al vídeo podemos ampliar la información y apoyarnos en este. Con este formato podemos ver de forma directa el producto, servicio lo que supone una gran ventaja para las empresas que por ejemplo tienen que promocionar un producto.
  • Mejor retención: El tiempo de permanencia aumenta, ya que el vídeo como hemos dicho antes genera más atracción y por lo tanto los usuarios le dedican más tiempo a este tipo de contenido.
  • Confianza: Es una realidad, ya que nos genera más confianza o credibilidad un vídeo que otro tipo de contenido. El simple hecho de ver y escuchar a alguien nos genera más confianza. Proporciona una sensación de mayor cercanía con los usuarios. Por ejemplo, en una tienda online, es clave para mejorar la confianza de usuarios.
  • Mejora el SEO:Te ayuda a mejorar el posicionamiento SEO en Google. Los vídeos pueden aparecer en primera página de Google, de hecho, este reserva ciertos puestos para ello, así que, si hemos trabajado bien las palabras claves nos será más sencillo aparecer en primera página.
  • Viralizalizar: Un buen instrumento para viralizar un contenido. Los vídeos por lo general nos causan una reacción, un sentimiento, cuando estos sentimientos son positivos, tendemos a compartirlo con mayor facilidad.
  • Genera interés: A través de un vídeo podemos despertar el interés por nuestro producto, servicio o nuestra marca, que de otra forma, el usuario no hubiera sentido esa atracción.
  • Interacción: Otra de las ventajas de los vídeos es que es un material que genera interacción con los usuarios. Con esto podremos tener feedback, lo cual es muy importante para saber la opiniones de los usuarios.

Los canales de Youtube: cómo optimizarlos

Youtube nos da la posibilidad de crear canales. Un espacio donde publicar nuestros vídeos, crear listas o incluso retransmitir vídeos en directo. Para ello tan sólo es necesario disponer de una cuenta de Google. Pero debemos tener el canal optimizado para que sea más atractivo y funcional. Vamos a ver cómo hacerlo.

Nombre del canal:

Sin duda una de las cosas más importantes, ya que eso nos va identificar a partir de ahora. Nos ayudará a crear branding, a que los demás nos identifiquen por nuestra marca. Como es lógico, ha de ser el nombre de la empresa o de la marca.

Descripción del canal (Acerca de):

Youtube nos permite añadir una descripción del canal. En ella se ha de detallar la temática, incluyendo palabras claves. La extensión recomendada es entre 200 a 300 palabras.  

Imagen de avatar:

Junto con el nombre del canal, el avatar va a ser el distintivo por lo que nos van a identificar los usuarios. Lo ideal es que sea el logotipo de la marca. El tamaño es 200 x 200 px. Es aconsejable que el nombre del archivo deberá ser nuestro nombre del canal, así le vamos haciendo el camino fácil a Google.

Imagen de portada:

Además de imagen de avatar, deberemos de añadir una imagen de portada atractiva y descriptiva. Las medidas de esta son 2.560 x 1.440 px.

Vídeo destacado

Te recomiendo que crees un vídeo destacado para tu canal que sirve de presentación del mismo, mostrando lo que más te interesa que conozcan los usuarios de tu empresa, marca… Este será el que se reproduzca automáticamente cuando el usuario entre en tu canal.

Enlaces a todas las redes sociales

Los canales de Youtube permiten añadir enlaces a todos los perfiles sociales vinculados. Aprovecha esta opción, y de paso, estarás haciendo link building.

Organizar los vídeos en listas

Para que nuestro canal tenga un buen aspecto, tenga una buena usabilidad  y, lo más importante,  para que Google los identifique todos de la misma temática, deberemos crear listas para los distintos tipos de vídeos. Esto además, ayudará a que los usuarios puedan encontrar de una forma más rápida y cómoda el contenido que están buscando.

Verifica el canal de Youtube.

Al verificar el canal de Youtube obtenemos ciertos privilegios, si verificamos nuestro canal podremos:

  • Subir vídeo de más de 15 minutos.
  • Añadir anotaciones en nuestros vídeos desde otras páginas.
  • Retransmitir eventos en directo.
  • Impugnar reclamaciones de Content ID (si recibes una reclamación por tus vídeos por Content ID puedes impugnar, y el usuario tiene 30 días para responder).
  • Acceso a la función “Financiación de Fans”.

Cómo verificar una cuenta en Youtube.

Accede a: https://www.youtube.com/verify

Selecciona tu país en la lista desplegable.

Después te pedirán que elijas como quieres recibir el código de verificación (vía SMS o llamada con mensaje de voz automático) Es hora de poner nuestro número de teléfono, ¡cuidan!, hay que ponerlo según la forma que nos indique. Recibirás el código de verificación después de introducir tu número de teléfono.

¡Cuenta Verificada!

canal youtube verificado

SEO Youtube. Cómo optimizar un vídeo.

Tras crear y optimizar nuestro canal, es hora de optimizar nuestros vídeos para que se posicionen rápidamente. Vamos a ver todos los factores que tenemos que tener en cuenta. Toma nota.

Keyword Research.

Es el primer paso para alcanzar el éxito con nuestro vídeo.

Debemos tener claro es que Youtube no es Google, y posiblemente lo que en Google tiene muchas búsquedas, en Youtube no es tan buscado y viceversa.

Por lo tanto, investigaremos antes de nada cuál es el volumen de búsquedas de las principales keywords que queremos posicionar y el nivel de competencia. Para ello, podemos optar las siguientes herramientas:

Sugerencias buscador Youtube. Tan simple como escribir nuestra palabra clave en el buscador de Youtube, tal cual como si lo hiciéramos en Google. Entonces este arrojará una serie de sugerencias relacionadas con nuestra palabra clave, ya que son las más buscadas para esa palabra clave. Si ponemos un guión bajo delante de nuestra palabra clave aparecerán más opciones con las que es buscada nuestra palabra clave.

Tags for Youtube. Debemos ser conscientes de cómo está actuando nuestra competencia, por eso mismo, con esta extensión de Chrome, nos permite analizar los títulos y las tags de nuestros competidores.

Answer the public. Esta herramienta de marketing digital nos ayudará a ver que preguntas pueden realizar los usuarios relacionado con nuestro tema, además es una herramienta gratuita.

Nombre del archivo MP4.

Antes de subir el vídeo, debemos optimizar el nombre del archivo. Es importante que el nombre incluya las palabras claves que queremos posicionar, por ejemplo “seo-youtube.mp4” en lugar de “vid_435.mp4”.

youtube seo

Título con keywords.

El título del vídeo debe resumir el contenido del vídeo, ser atractivo y responder a posibles búsquedas que los usuarios puedan hacer en Youtube.

Debe incluir la palabra clave por la que nos queremos posicionar, intentando que esté lo más al principio posible. Un título de vídeo puede contener hasta 100 caracteres, aunque te recomiendo no superar los 60.

Etiquetarlo como público.

Un vídeo podemos subirlo como público, oculto o privado. Cuando subamos un vídeo siempre deberemos etiquetarlo como público, aunque luego os explicaré un truco donde explico justamente lo contrario. Sigue leyendo si quieres saber más.  

Descripción del vídeo.

Es importantísimo incluir una descripción bien redactada donde expliquemos el vídeo. Ésta ha de ser lo más extensa posible, a ser posible, más de 800 palabras, y con una densidad de las palabras claves a trabajar de entre un 1,5% a un 2,5%.

Ahora bien, tiene que ser una descripción coherente, que sintetice de forma correcta lo que aparece en el vídeo, no añadiendo paja al contenido.


Añade enlaces en la descripción del vídeo como estrategia de Link Building.
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Además te recomiendo que en la propia descripción añadas enlaces  las distintas secuencias del propio vídeo o bien a una landing page de tu web o blog relacionada con la temática del vídeo.

Duración del vídeo

Esto dependerá también del sector en el que nos encontremos, pero los datos nos dicen que un usuario pierde el interés entre los 10 primeros segundos hasta los 60.

Además por normal general, si se tratan de vídeos muy largos (a partir de los 15 min empieza a considerarse largo)  va a crear un cierto rechazo. Por lo tanto, más vale poco y bueno que mucho y malo.

Añade subtítulos

Una de las cosas que te recomiendo es que añadas subtítulos a tus vídeos, ya que esto también contará como contenido, además de darle un valor añadido a nuestros vídeos.

Los subtítulos ayudará a personas con problemas auditivos o incluso a personas que hablen otro idioma, y por lo tanto estaremos ampliando nuestro público.

Calidad del vídeo

video posicionamiento seoEvidentemente un vídeo con mejor calidad va a atraer más que uno de peor calidad. En realidad, hoy en día contamos con multitud de posibilidades para realizar vídeos, desde nuestro móvil mismo podemos realizar vídeos y cuidando algunos detalles podemos conseguir un vídeo al menos aceptable.

Pero cuando hablamos de calidad no sólo nos referimos a los aspectos técnicos. Hay prestar atención al tema que vamos a tratar, al guión, a la puesta en escena, el sonido, a la cabecera o al cierre, entre otros aspectos.

Añade etiquetas.

En Youtube es necesario el uso de etiquetas para relacionar tu contenido con una temática. Añade las etiquetas necesarias, incluyendo algunas con las palabras claves que estamos trabajando, de forma natural, sin añadir miles de etiquetas.

También tenemos que crear mínimo una etiqueta con el nombre de nuestro canal. De esta forma, si todos los vídeos están etiquetados con esta, aparecerán otros vídeos nuestros en el apartado de relacionados.

Personaliza la imagen destacada (Thumbnail)

Una imagen destacada personalizada despierta mayor interés y por lo tanto será más fácil obtener el clic. Además podemos también añadir el título de nuestro vídeo en esta. Siempre que sea posible, personaliza el thumbnail añadiendo una imagen atractiva. Mejorará el CTR y con ello, el posicionamiento SEO de tu vídeo.

Esto son sólo unos consejos para optimizar un vídeo de cara a posicionarlo en Youtube y en Google. En el próximo post veremos una serie de recomendaciones que nos ayudarán a posicionar nuestro vídeo rápidamente en las primeras posiciones. Mientras, si quieres añadir alguna recomendación para optimizar tus vídeos, es tu turno.


domingo, 25 de febrero de 2018

Cómo gestiono una situación de gran estrés y frustración

Por: David Torné

Todos vivimos situaciones de gran estrés y frustración. Algunas de ellas son recurrentes y nos llegan a causar un gran número de problemas.

¿Y qué tiene que decir a ello el mundo de la productividad personal? Los pequeños retazos de conocimientos recogidos en los últimos años se combinan para dar respuesta a situaciones que vivimos a diario.

Te presento una situación en la cual me encuentro de forma recurrente y que me genera una gran cantidad de estrés.  ¿Crees que la efectividad personal me puede ayudar a comprender que me pasa y darle una solución?

Como se desarrolla mi trabajo

Para ponerte en contexto…

Estoy creando una funcionalidad nueva para el software desarrollado por mi empresa. El análisis proporcionado especifica características y también me ofrece una estimación del coste en horas de cada tarea.

Después de un primera lectura esbozo un breve esquema con los principales pasos a dar y las dificultades a tener en cuenta. Es un plan de trabajo suficiente para ponerme en marcha.

Es un trabajo exigente pero me absorbe, tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta.

El trabajo avanza, las horas pasan hasta superar el tope de tiempo asignado. No pasa nada, todos los miembros del equipo entendemos que se trata de una cifra orientativa. Nunca ha sido un problema que genere grandes tensiones en la empresa.

¿Cuando surge el estrés?

No logro cerrar el proyecto.

He llegado a un punto crítico en que casi he doblado la previsión de tiempo. Hay algo que no acaba de funcionar, falta poco pero hay complicaciones. Parece que he entrado en una rueda de imprevistos y contratiempos a resolver de la que no puedo salir.

En este punto es cuando todo empieza a ir cuesta arriba. Cada vez lo veo más negro, me siento como si me hubiera metido en un callejón sin salida.

Trabajo con una angustia permanente, me siento presionado y me empieza dominar el discurso interno negativo. Me siento mal conmigo mismo y con mi trabajo.

En este momento entro en un círculo vicioso donde el estrés limita mi capacidad para razonar, actuar de forma asertiva y por tanto, de resolver.

La visión de túnel

Una visión de túnel es una distorsión cognitiva en la que sólo observas un número reducido de aspectos de la situación en la que te encuentras inmerso. Creas un filtro reduciendo la percepción de la realidad a los detalles negativos de un escenario mucho más amplio.

Se produce cuando estoy (estás) inmerso en una situación de normalidad y algo dispara mi modo ‘alerta’.

Entro en estado de vigilancia. Sensaciones físicas transforman mi modo de respuesta a circunstancias totalmente normales. Actúo de forma totalmente reactiva.

Todo empieza con una leve tensión física y la necesidad para localizar la fuente del problema para solucionarlo y volver a una situación de normalidad. Esta leve sensación física es la que condiciona mis acciones.

Pensamientos distorsionados: filtraje o visión de túnel

Cómo transforma mi percepción

Nadie me está presionando, ni me está exigiendo que termine. Pero mi percepción es distinta, trabajo como si tuviera un yugo en el cuello.  Yo he construido esta percepción, me he alejado de la realidad entrando en una burbuja de estrés y negatividad creada por mí mismo.

La solución al problema requiere ganar perspectiva y analizarlo con una visión más global. Quizás la mejor solución es otro planteamiento y no insistir en la mismo una y otra vez.

“No soy capaz de parar, relajarme y resetear el mis pensamientos negativos para recuperar la claridad”

Para que lo entiendas, la situación acaba siendo la misma que la de un conductor que intenta sacar su vehículo de un callejón sin salida sin utilizar la marcha atrás, no por una cuestión de incapacidad sino porque esta tan empeñado en ir hacia adelante que ya no tiene en cuenta que tal vez la mejor opción sea ir hacia atrás.

¿Cómo puedo salir de esta percepción?

Tengo que encontrar una forma para detenerme y romper la inercia que no me permite ver más allá de lo evidente. Con el tiempo he reducido las vías de escape a tres realmente eficientes:

Hacer una pausa

Parar y romper el flujo negativo de acciones y pensamientos el descanso debería ser proporcional a la intensidad de la situación de estrés.

Si el pozo donde me he metido es profundo necesito una desconexión Premium. Quizás no me vale con un café en la máquina de la oficina, tal vez tengo que ir a dar una vuelta y sentarme a hacer el café fuera, dejando de pensar en el trabajo un rato.

Quizás no puedas abandonar tu puesto de trabajo pero puedes aprovechar la hora de comer o el fin de la jornada para olvidarte de los problemas y tranquilizarte. He aquí la importancia del tiempo de calidad.

Encontrar una actividad de descarga

Necesito ganar perspectiva y redibujar una imagen de la situación lo más ajustada posible a la realidad. ¿Cómo? Yo utilizo la escritura. Una hoja en blanco siempre me ha parecido una buena vía para aclararme

En el trabajo lo hago sobre un documento de Word en blanco, en casa sobre un cuaderno y con pluma para hacer la experiencia más agradable.

Descargo toda la información de la que dispongo, como si de una gran recopilación o un inventario de ideas se tratara. Con calma ordeno los conceptos e intento encontrar una causalidad.

“Escribir no es más que razonar de forma tranquila conmigo mismo”

El proceso ayuda a encajar piezas, a menudo sucede de forma automática. Escribir no es más que razonar de forma tranquila contigo mismo, te devuelve a la calma, algo capital en una situación como la descrita.

Pedir ayuda

Cuando he perdido la perspectiva y mi razonamiento está bloqueado busco alguien que me preste su capacidad y su serenidad.

El hecho de que un compañero se siente a tu lado mejora en el acto la situación. Me he dado cuenta de que es la forma más sencilla de reventar la burbuja de malestar en la que estoy atrapado.

Otra persona ve las cosas desde fuera del problema, sin los perjuicios y condicionamientos con los que me he ido cargando.

Dialogar con la otra persona, explicarle la situación en voz alta me ayuda a ordenar ideas y sosegarme. Algunas veces con una simple conversación es suficiente para hacerme ver las cosas de otro modo.

Tengo que ser sincero. A pesar de ser el más eficiente para mí es el más duro. Pedir ayuda parece admitir una falta de valía pero nada más allá de la realidad. Se trata de una creencia limitante que todos deberíamos desterrar.

Y eso es lo que hay. Si esperabas respuestas fáciles o un post con una lista de trucos para solucionar situaciones te frustrantes equivocas. El pensamiento mágico no soluciona nada.

Cierro el post una vez más remarcando la inteligencia emocional como una habilidad clave afrontara la complejidad de la vida actual. Crear la capacidad para observar cómo reaccionamos a nivel físico y mental ante ciertas reacciones nos libra de caer en el comportamiento automático y la reactividad.

La situación presentada es muy personal pero piensa en los momentos donde te gobierna la tensión y pasos a actuar de forma automática. Te ves capaz de comentarlo me alguna (déjame tu comentario)

Photo by Dmitry Ratushny on Unsplash


viernes, 23 de febrero de 2018

Los diversos caminos hacia la efectividad personal

Por: José Miguel Bolívar

Este post retoma la conversación iniciada hace unos días por el maestro Julen Iturbe, con un post titulado «Los diferentes caminos hacia la productividad personal».

El motivo es ofrecer un punto de vista alternativo a la falsa dicotomía entre la individualidad de las características personales y la universalidad de los principios productivos que habitualmente, y de manera creciente, se viene intentando establecer en el campo de la efectividad y la productividad personales en los últimos tiempos.

Considero que plantear el debate en estos términos dicotómicos es falaz, en la medida que se presentan como mutuamente excluyentes principios que muy difícilmente pueden serlo, ya que pertenecen a distintos planos de la realidad.

En cualquier caso, y antes de entrar en materia, vayan por delante un par de aclaraciones.

Por una parte, que comparto y defiendo la tesis de que la validez de cualquier método de efectividad personal está supeditada a que dicho método sea precisamente eso, personal, es decir, que respete, se adapte e integre de manera adecuada las innegables peculiaridades individuales de cada persona. Es más, creo que además de adaptarse a las características de cada persona, debe adaptarse también a sus circunstancias personales y profesionales.

Por otra parte, creo que GTD® es incomparablemente mejor que el resto de alternativas que conozco, pero en absoluto pienso que sea un método perfecto o infalible, ni tampoco el único ni el mejor posible. Es más, y para que quede claro, creo que GTD® es mejorable en muchos aspectos. Si no lo creyera, no estaría desarrollando OPTIMA3® 😀

Dicho lo anterior, negar que la efectividad personal es una competencia universal es una obstinación que solo entiendo desde la ignorancia o la mala intención. Me parece inútil querer negar que todos los seres humanos compartimos una misma biología, o que tenemos recursos y limitaciones similares – por muchas diferencias de grado que pueda haber entre personas – o que somos víctimas potenciales de los mismos sesgos cognitivos, por más que el «mapa de sesgos cognitivos» concreto de cada persona pueda ser – que no lo sé – tan exclusivo como sus huellas digitales.

Criticar una metodología por ser «una» carece de sentido, sea la metodología que sea y, sobre todo, cuando además se suele criticar desde su desconocimiento.

Estamos ante una perversión intencional del lenguaje con el propósito de dar a entender que, como la metodología es «una», eso implica de algún modo que todas las personas que quieran aplicarla van a tener que desarrollar idénticos comportamientos, como si fueran clones. ¿En serio?

Siguiendo con esta perversión, es fácil llegar a la absurda conclusión de que la única forma de dar respuesta satisfactoria a las necesidades individuales es desarrollar una metodología distinta para cada persona. Algunas pseudo-metodologías «iluminadas» de productividad personal ya están dando pasos en esta línea.

El motivo por el que metodologías como GTD® perduran después de casi dos décadas y son adoptadas cada día por más personas, es simplemente porque funcionan.

En el caso concreto de GTD®, funciona porque se basa en principios productivos universales, sobre los que no solo permite sino que invita a hacer toda la adaptación a las propias necesidades que sea necesario.

El gran problema al que nos enfrentamos es que, por lo general, la gente critica desde la más absoluta ignorancia. Por mi actividad profesional, estoy harto de leer y escuchar sandeces que empiezan por «GTD® dice…». Y digo sandeces porque hablamos de puro pensamiento supositorio que – por supuesto – la metodología «no dice» en ninguna parte.

En los más de trece años que llevo usando GTD®, he leído muchas veces los libros de Allen, tanto en español como en su versión original en inglés, y me he tomado además la molestia de buscar en más de una ocasión esas supuestas afirmaciones por todas partes, por lo que sé – sin riesgo a exagerar – que más del 99% de esos «GTD® dice» son simples invenciones.

La metodología dice lo que dice, no lo que la gente se inventa que dice 🙂

En cualquier caso, lo importante es entender que la validez de los principios productivos es 100% compatible con su adaptación a las características individuales de la persona.

Por ejemplo, GTD® «dice» que la mejor práctica para elegir con confianza qué hacer en cada momento es filtrar qué opciones – de entre todo lo que tenemos que hacer – podemos hacer en las circunstancias en las que nos encontramos, tener luego en cuenta el tiempo del que disponemos, así como nuestro nivel de energía para, finalmente elegir del conjunto resultante aquella opción que consideremos más prioritaria para nosotros.

Esta «mejor práctica» aplica a todas las personas, independientemente de cualquier factor individual. Tener en cuenta los factores que te limitan, los recursos de los que dispones y, finalmente, cómo de prioritarias son para ti las cosas, te permite elegir sistemáticamente con más confianza en tu elección de la que te proporciona elegir al azar, ignorando toda esa información y empezando impulsivamente por lo último que te ha llegado o lo primero que se te pasa por la cabeza.

Obviamente, esta «mejor práctica» ofrecerá resultados distintos para cada persona. De hecho, uno de los ejercicios que hacemos en el curso inicial de GTD® tiene precisamente como objetivo que las personas experimenten como, ante una situación idéntica, las elecciones individuales de cada una de ellas son distintas.

Conozco a muchísima gente que usa GTD® y, a pesar de ello, no conozco a dos personas con un sistema GTD® idéntico. Cada sistema GTD® es único, original, adaptado a las circunstancias y a la personalidad individuales. De hecho, una característica de GTD® es que se adapta a todo tipo de persona y a cualquier tipo de circunstancia.

Si algo he podido comprobar en los años que llevo trabajando en el campo de la efectividad, es que somos muy buenos «echando balones fuera», en este caso «culpando» a las metodologías porque no se adaptan lo suficiente a nuestras características «especiales». Lo siento, pero no. Las metodologías no fallan, fallan las personas.

En mi experiencia, cuando una persona dice que GTD® no le funciona, lo que ocurre en realidad, en el 100% de los casos, es que:

  1. No ha comprendido qué es GTD®, sino que lo está suponiendo o se lo está inventando
  2. No está dispuesta a emprender el proceso de cambio y mejora personal que conlleva aplicar GTD®

No quiero alargarme más con el post, pero sí romper con la idea de que una metodología, por ser «una», tiene que ser necesariamente algo rígido, incapaz de adaptarse a la individualidad de cada persona.

Las personas somos mucho más parecidas en nuestros comportamientos básicos de lo que nos gusta creer. Aun así, yo también pienso que hay múltiples caminos hacia la efectividad personal. Es más, creo que probablemente haya un camino distinto para cada persona.

Lo que ocurre es que el problema no es «el camino», el problema es que es «un camino».

Cuando hablamos de efectividad, todos los caminos tienen baches y obstáculos; todos pasan por salir de la zona de confort y hacer las cosas de manera distinta y, por supuesto, todos requieren paciencia y perseverancia.

La diferencia entre las personas que llegan al final del camino – y mejoran su efectividad personal – y las que fracasan en el intento, no es qué camino han elegido, sino que las primeras han recorrido un camino y las segundas se han quedado donde estaban, diciendo que el camino no era transitable para ellas.


jueves, 22 de febrero de 2018

Contabilidad Zen: cómo gestionar la carga administrativa de un negocio online basado en infoproductos

Por: Javier Santos
contabilidad en un negocio online

Este artículo de Javier Santos se publicó originalmente en la revista mensual de La Transformateca: Objetivo Knowmada. Si quieres leer otros contenidos exclusivos, suscríbete gratis aquí.

Contabilidad, trámites, burocracia, administración… Seguramente estas cuatro sean algunas de las palabras a las que más pánico tiene un emprendedor.

Lidiar con los aspectos legales y fiscales de un negocio no es fácil y menos para un infoproductor freelance. Pero que no cunda el pánico, mantener tu karma y hacer  frente a estos retos sin morir en el intento es posible.

A lo largo de este artículo voy a tratar de explicarte de una forma sencilla cómo debes proceder para cumplir con tus obligaciones manteniendo la serenidad de espíritu y cómo diseñar un plan de acción para hacerlo tanto en tus inicios como cuando tu negocio crezca y escale.

¿Preparado?

¡Vamos a lo importante!

¿Cuáles son tus obligaciones fiscales y cómo minimizar su impacto?

Lo primero es saber dónde te mueves, conocer las obligaciones legales y fiscales que debes cumplir y sus implicaciones.

La carga administrativa de un negocio online basado en infoproductos no difiere prácticamente de la de cualquier otra empresa.

Las obligaciones son, en buena medida, las mismas: darse de alta, facturar, llevar una contabilidad y pagar los impuestos que correspondan. Este último se complica, eso sí, cuando vendes a distintos países de la Unión Europea.

#1 Darte de alta como autónomo o empresa.

En España, para vender cualquier producto o servicio hay que estar dado de alta en Hacienda y la Seguridad Social.

No importa cuánto dinero genere tu proyecto, cuántas ventas obtengas o si ofreces un producto propio o de terceros (afiliación). En cualquiera de los casos, necesitas estar dado de alta, sin excepciones. De lo contrario te arriesgas a sanciones realmente elevadas.

Más adelante hablaremos de la posibilidad de crear una Sociedad Limitada, pero lo habitual es comenzar siendo autónomo, ya que los trámites son más rápidos y sencillos y además te puedes beneficiar de la tarifa plana de 50 euros durante un año y de cuotas reducidas de autónomos durante otro.

La buena noticia es que darse de alta como autónomo a través de internet es muy fácil y además gratis, como puedes ver en el plan de acción.

#2 Crear facturas por tus ventas.

Todas las transacciones que lleves a cabo en tu negocio deben quedar registradas y la forma de hacerlo es creando una factura por cada venta. Aquí tampoco hay excepciones.

Los datos imprescindibles que tienen que aparecer en esa factura para que sea válida son:

  • El lugar y fecha de emisión.
  • La numeración correlativa (no puedes tener dos con el mismo número ni saltarte ninguno).
  • Tus datos fiscales: nombre, apellidos, DNI y domicilio fiscal. Si en lugar de autónomo eres empresa, en lugar de esto incluirías tu denominación social, el CIF y el domicilio fiscal.
  • Los datos del comprador. Deben ser datos completos si el comprador es una empresa u otro autónomo.
  • La descripción de la operación: qué se ha comprado y por qué importe, además de los impuestos que se aplican.

El proceso de facturación es bien sencillo, especialmente si trabajas con alguna herramienta online de facturación (nosotros usamos Quaderno) que te permita llevar una base de datos de tus clientes y tu catálogo de servicios y productos más habituales.

#3 Llevar una contabilidad

Si te haces autónomo deberás llevar actualizado un libro de ingresos y gastos en el que anotar todas tus ventas, compras y consumos de servicios, siempre y cuando estén directamente relacionados con la actividad.

Además, es fundamental que guardes todas las facturas (emitidas y recibidas) como justificante, ya que Hacienda podría hacerte una inspección y solicitártelas en cualquier momento.

Si tienes pocas facturas puedes trabajar con una plantilla de libro de ingresos y gastos en hoja de cálculo, pero en cuanto tu canal de venta de infoproductos crezca lo mejor para tu karma será disponer de un programa online de facturación que genere las facturas de forma automática, especialmente si vendes a otros países de la Unión Europea.

Y si llegas a dar el salto a una S.L. la contabilidad se complica ya que hay que reflejar también los movimientos del banco y de tus cuentas en Paypal o Stripe y seguir las indicaciones del Plan General Contable y el Código de Comercio.

Si no lo has hecho antes, ese es sin duda el momento de contratar a una asesoría.

#4 Presentar tus impuestos.

Trimestralmente en abril, julio, octubre y enero, los autónomos y las pymes tienen obligación de pagar los impuestos a la Agencia Tributaria.

Los impuestos a pagar en cada caso dependen de las características de la actividad que le hayas comunicado a Hacienda al darte de alta. Por eso resulta de gran importancia contar con una buena orientación en ese paso.

En el caso de un infoproductor las declaraciones trimestrales más habituales son el modelo 303 de declaración de IVA y el modelo 130 de autoliquidación de IRPF.

También deberá presentar el modelo 111 de liquidación trimestral de retenciones en el caso de contratar trabajadores o profesionales freelance que practiquen retenciones en sus facturas) y el modelo 115, si pagas alquiler por oficina o local.

Además, en enero tendrá que presentar el modelo 390 informativo de IVA, el modelo 347 de operaciones con terceras personas, el modelo 349 si tiene operaciones intracomunitarias y después, en el mes de mayo, la declaración de la renta.

¿Te entran sudores? Normal, pero no te agobies. Con un buen asesor rápidamente entenderás de qué va cada impuesto, cómo organizarte y tu vida como emprendedor será mucho mejor.

#5 El IVA de los servicios electrónicos a otros países UE

Si eres infoproductor y vendes fuera de España la cosa se complica y la necesidad de recurrir a un maestro Zen crece porque en 2015 los burócratas de Bruselas, en su loable intento de poner coto a las prácticas fiscales de las grandes multinacionales de internet no pensaron en los pequeños y al aplicar la misma norma para todos le complicaron bastante la vida a los infoproductores que venden a clientes de distintos países de la UE.

Ese año entró en vigor la normativa VAT MOSS, una ventanilla única europea para el IVA dirigida a empresas que ofrecen servicios electrónicos o productos digitales que van entre otros desde el hosting a las descargas de software o contenido, a los marketplaces, y ¡atención!  a los ebooks, publicaciones y ¡cursos online que no tengan apenas necesidad de intervención humana!

Esta ley obliga a aplicar en cada factura el tipo de IVA del país del comprador, de modo que es necesario detectar el país de procedencia de nuestros clientes y aplicar el  porcentaje del IVA vigente o en su país.

Esta es la principal peculiaridad de la carga administrativa que tienen los infoproductores respecto al resto de negocios.

Una complicación mayor que obliga a disponer de herramientas adecuadas como explico en el plan de acción.

#6 La protección de datos

Tu tranquilidad no podrá ser completa si no te proteges en este ámbito que te obliga a guardar unos protocolos y medidas de seguridad en el tratamiento de las bases de datos que vayas creando con tus usuarios y clientes.

Una carga administrativa más, no demasiado complicada pero que no puedes descuidar por las importantes multas que puede acarrear su incumplimiento.

Y más con las mayores exigencias que entran en vigor en mayo de 2018, cortesía también de Bruselas.

Plan de acción para gestionar sin estrés la contabilidad de tu empresa

Si lo que has leído hasta ahora te ha agobiado, no te preocupes, respira hondo y considérate de enhorabuena porque afortunadamente los autónomos y las pymes tienen actualmente muy buenas soluciones online para cumplir con sus obligaciones de una forma ágil y eficaz.

Para evitar ese estrés, sigue estos consejos.

#1 Alta online a través de un PAE

Hoy en día la manera más cómoda y rápida de darse de alta como autónomo es tramitar el alta online con el apoyo de un Punto de Atención al Emprendedor (Punto PAE), lo que permite darse de alta casi de un día para otro sin moverte de casa.

Los puntos PAE son organismos públicos de atención a emprendedores y asesorías online que cuentan con esta homologación del Ministerio de Industria que les permite tramitar altas online de autónomos y sociedades.

Y encima son gratuitos y te asesorarán sobre los impuestos que conlleve la actividad que quieras realizar.

#2 Elige una buena solución tecnológica

Si vendes sólo dentro de España hay numerosa soluciones de software de facturación en la nube que puedes servirte. Pero si vendes a toda la UE y debes aplicar el VAT Moss…

necesitas encontrar una herramienta que te permita, no solo gestionar los pagos y crear las facturas, sino también detectar el país del comprador para aplicar el tipo de IVA correcto.

Es fundamental que antes de que se realice la compra preguntes la dirección de ese consumidor. Algunas soluciones informáticas te permitirán rastrear su IP o el país de emisión de su tarjeta bancaria para tener más garantías.

Una buena solución tecnológica para estos casos es la integración de Thrive Cart como carrito de la compra y Quaderno app como herramienta de facturación.

#3  Personaliza tu infoproducto

Para evitar la aplicación del VAT MOSS y simplificar la gestión administrativa, algunos infoproductores introducen un componente personalizado a través de webinars personalizados o tutorías que impiden que sus programas formativos puedan ser considerados cursos 100% digitales.

Si optas por esta vía no te quedes corto porque en caso de inspección la calificación del producto quedará a criterio de Hacienda.

#4 Busca ayuda

Cuanto antes asumas que no puedes ser un emprendedor digital “orquesta”, mucho mejor.

Al contrario que en el modelo freelance, en el que cada mes se emiten solo unas pocas facturas, con los infoproductos puede haber una gran cantidad de transacciones, lo que complica la contabilidad y el cálculo de los impuestos.

Cuánto mayor sea el número de transacciones mayor será el de incidencias y devoluciones que exigirán una atención manual.

Así que en cuanto puedas busca la ayuda de un asistente virtual que se ocupe de la facturación, las devoluciones y la atención al cliente  y de una asesoría online que se ocupe de la contabilidad y los impuestos, incluso de la LOPD, para que todo esté siempre en orden.

#5 Deja claras las condiciones de devolución

No solo porque tus clientes te lo agradecerán, sino porque también te lo exigen la Ley de Sociedad de la Información y la Ley de Comercio.

A nivel administrativo, si explicas bien tus condiciones de compra en la política de privacidad y aviso legal, te ahorrarás muchas tareas desagradables.

Esa información será una defensa inmediata en el caso de que se produzca cualquier tipo de abuso por parte de los clientes.

#6 Replanteate tu forma jurídica cuando crezcas

En España, si obtienes 45.000 euros de rendimiento de actividad al año o más, suele ser conveniente optar por crear una sociedad limitada, en lugar de continuar como autónomo (salvo que se esté disfrutando todavía de la tarifa plana).

Lo más recomendable es contar con un trabajo de planificación fiscal por parte de un asesor que te permita identificar el momento adecuado para dar el salto.

Pero cuidado, contrariamente a lo que se suele creer, la SL solo es más rentable en el plano fiscal si reinviertes los beneficios en tu empresa. De lo contrario, el porcentaje de impuestos que se grava acaba siendo similar al del autónomo.

#7 Invierte en ti (y en tu empresa)

Si hay una perspectiva de crecimiento en tu negocio, si tu canal online funciona, no te lo pienses dos veces e invierte construyendo un equipo, mejorando la tecnología que usas, formándote y externalizando tareas que antes sólo recaían en ti.

Esto no solo te ayudará a crecer más rápido, sino que, como explicaba antes, te beneficiará fiscalmente si tienes una SL.

#8 Busca la mejor vía para formar un equipo

En el caso de que te decidas a invertir en personal, debes saber que la legislación española ofrece una considerable variedad de contratos de trabajo que se ajustan a las situaciones de todo tipo de empresa.

Muchos emprendedores cuando empiezan a contratar lo hacen a tiempo parcial o con  un contrato eventual para hacer frente a picos de trabajo.

Los temas laborales son delicados y en este ámbito, sí o sí, debes contar con el apoyo de un asesor laboral que se ocupe de contratos, altas, nóminas y cotizaciones a la Seguridad Social.

Otra vía es trabajar con un freelance, pero de forma estable, firmando un contrato de colaboración entre las dos partes para tener garantías de que no vas a quedarte tirado.

#9 No tengas miedo

Para concluir,  recordarte que solo podrás alcanzar el Zen si te liberas de los miedos. Y para conseguirlo la receta es conocimiento, organización, buenas herramientas y ayuda de profesionales.

*Para leer otros artículos en profundidad sobre negocios online, descarga gratis aquí la revista mensual de La Transformateca. 

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viernes, 16 de febrero de 2018

Cómo recibir un 30% menos de email

Por: José Miguel Bolívar

Probablemente el título del post te haya llamado la atención y por eso estés leyendo esto. Es posible también que lo hagas con una cierta dosis de escepticismo.

Para tu tranquilidad, te diré que lo del 30% es una estimación a la baja. En realidad, si aplicas bien las técnicas que voy a comentar en el post, podrías llegar a reducir el volumen diario de email que recibes a la mitad o incluso menos.

Por qué necesitas «enfriar» tu email

Uno de los hábitos centrales de la metodología de efectividad personal OPTIMA3® es enfriar el pensamiento. Este hábito se fundamenta en los resultados de las investigaciones más recientes sobre «cognición fría» y «cognición caliente».

Y es que el sistema de pensamiento caliente del que habla Walter Mischel es precisamente uno de los principales responsables del volumen ingente de email que a diario se envía y se recibe en las organizaciones.

Cuando el sistema de pensamiento caliente rige tus actos, tu sistema de pensamiento frío no interviene. Esto significa que tu proceso de toma de decisiones es puramente emocional, con escasa racionalidad.

Lógicamente, los comportamientos que resultan de un proceso de decisión emocional son comportamientos impulsivos.

Un comportamiento impulsivo es el que tiene lugar inmediatamente después de que aparece el estímulo. En el caso del email, un comportamiento impulsivo es leer y responder el email según llega. Si tienes este hábito, significa que respondes sistemáticamente tus emails «en caliente», con todo lo negativo que esto supone.

Por el contrario, un comportamiento reflexivo es aquel en el que la reacción no es inmediata ni impulsiva, sino tranquila y sosegada. En el caso del email, un comportamiento reflexivo es leer los emails únicamente en determinados momentos del día, no responderlos nada más leerlos y demorar al máximo los envíos de las respuestas.

Usar el email como chat es ineficiente y poco profesional

Uno de los hábitos más absurdos e ineficientes que infestan la mayoría de las organizaciones es utilizar el email como si fuera un chat o un teléfono, es decir, como un medio de comunicación síncrono. El email, que tuvo su origen como sustituto del correo postal, es por definición un medio de comunicación asíncrono.

Cuando la comunicación tiene que ser necesariamente síncrona, hay que utilizar un medio síncrono: teléfono, videoconferencia, reunión presencial…

Utilizar el email como herramienta de chat es un hábito altamente inefectivo por múltiples razones. Por una parte, porque se está utilizando una herramienta inadecuada y eso va a perjudicar a la comunicación. Por otra, porque obliga a las demás personas que lo usan a consultarlo con una frecuencia que sería innecesaria si se utilizara bien.

Cuando usas habitualmente el email como chat, haces evidente tu falta de profesionalidad, ya que demuestras: a) no saber utilizar tus herramientas de trabajo de forma efectiva y b) ignorar los hábitos productivos más básicos.

Gran parte del email que recibes es culpa tuya

¿Cuántos emails recibes al día? En realidad, da igual. Calcula que casi la mitad son culpa tuya y, por tanto, podrías «ahorrártelos». La gente se queja de recibir mucho email y a todas horas, sin ser conscientes de que son parte del problema.

Si cada vez que recibes un email, lo respondes en el momento, además de estar reaccionando «en caliente» ante ese email, estás dando lugar a que en pocos minutos te llegue un nuevo email con la respuesta. Si la otra persona tiene el mismo mal hábito que tú, podéis pasaros el día intercambiando emails absurda e ineficientemente.

Si el tema es realmente urgente o necesita que interacciones continuamente con la otra persona, coge el teléfono y llama. Además del email y del WhatsApp, todos los teléfonos móviles modernos tienen una App que sirve precisamente para eso: para llamar por teléfono 😉

Y si no es urgente, ni necesita una interacción continua con la otra persona, entonces este es un buen momento para aprender a usar bien el email y, de paso, reducir drásticamente el volumen de email diario que envías y recibes.

Cómo «enfriar» el email de manera efectiva

El primer paso para «enfriar» el email de manera efectiva es «desintoxicarte» del email. Las notificaciones son adictivas y por eso tienes que empezar a «desengancharte» de ellas. Quita cualquier tipo de notificación o alerta que te esté interrumpiendo cada vez que llega un nuevo email.

Si te sueles quejar de que te interrumpen mucho, asegúrate de no ser tú la causa número uno de tus interrupciones: desactiva todas las notificaciones de todo. Afortunadamente no eres un árbol, así que puedes ir a ver qué te ha llegado cada vez que tenga sentido.

El segundo paso para «enfriar» el email de manera efectiva es leer tu email solo en determinados momentos del día. A no ser que en tu descripción de puesto ponga «lector/a y redactor/a de email», tu trabajo es otro que estar todo el día leyendo emails.

Si lees el email solo en determinados momentos del día, ya estarás «enfriando» la mayoría de ellos. Recuerda que si algo es urgente (casi nada lo es), debería entrar por otro canal. Que los demás usen mal las herramientas no es tu culpa. Cuando vean que has dejado de vivir pendiente del email, ya espabilarán y aprenderán a usar el canal adecuado. Y sí, por supuesto, esto también aplica a tu jefe/a.

El tercer paso para «enfriar» el email de manera efectiva, y el más importante de todos, es diferir el envío de las respuestas.

Una vez hayas escrito el email de respuesta, es fundamental que te hagas la pregunta «¿cuánto puedo retrasar el envío de este email sin que afecte significativamente a este tema?». Una vez tengas la respuesta, programa el envío de acuerdo con ella.

Yo, por ejemplo, únicamente envío email entre las 8:00 y las 18:00 de lunes a viernes laborables. ¿Significa eso que solo escribo email esos días y a esas horas? En absoluto. Yo escribo email cuando tiene sentido. Si un día me despierto antes por lo que sea, puede que esté escribiendo emails a las 5:00. También puede ser un sábado a las 16:00 o un domingo a las 23:00. Da igual cuando lo escribas, lo importante es cuándo lo envías.

Como norma general, evito responder ningún email en el mismo día y lo que hago es programarlos para las 8:00 del día siguiente laborable.

Lógicamente, puede haber excepciones, pero son eso: excepciones. En estos casos, retraso al máximo la respuesta, y como mínimo 3 horas. Y, si es realmente urgente, llamo por teléfono.

Lo que consigo con esto es «inmunizarme» frente a los malos hábitos productivos de otras personas. Si la otra persona tiene la mala costumbre de usar el email como sustituto del teléfono, yo me aseguro de limitar sus email a como mucho uno o dos al día. Si es algo urgente (casi nunca lo es), ya me llamará.

De esta forma, en lugar de recibir media docena de emails por persona al día, únicamente recibes uno o dos. Imagina esto aplicado a todas las personas con las que interaccionas por email a diario.

Demorar el envío es muy fácil. Con Outlook tienes una opción para hacerlo. Con GMail hay varias extensiones. Yo antes usaba Boomerang, pero ahora llevo ya unos años usando Gmelius. Y, en el peor de los casos, siempre puedes dejarlos como borrador y enviarlos más tarde.

Conclusiones

Nos quejamos mucho del entorno y de lo muy negativamente que afecta a nuestra efectividad. Esto está muy bien, pero tú eres la causa principal de tu inefectividad. La buena noticia es que hay montones de cosas que caen en tu zona de influencia.

En lugar de seguir quejándote del mucho email que recibes y de que te interrumpen a todas horas, desactiva las notificaciones, deja de vivir pendiente del email y retrasa el envío de tus respuestas.

Son hábitos sencillos, de eficacia probada y al alcance de cualquiera. Solo tienes que vencer la natural resistencia al cambio y comprobarlo.

Recuerda que si quieres obtener resultados distintos no te queda otra que hacer cosas distintas. Retrasar el envío de tus emails puede ser una forma fantástica de empezar a hacerlo y de acercarte más a los resultados que quieres conseguir.


domingo, 11 de febrero de 2018

Cómo educarte para trabajar en profundidad

Por: David Torné

En el anterior post publicado en el blog os hablaba de mis problema para trabajar más a fondo. Unos problemas que todos sufrimos. Intentaba hablar del porqué y cómo se genera esta situación.

En este segundo post me gustaría hablar de cómo revertir la situación. De cómo desarrollar nuestra capacidad de atención, concentración y retención.

De trabajar en profundidad de forma deliberada para lograrlo. Cómo puedo conseguirlo y que factores entran en juego.

Tomar conciencia de lo que ocurre

Lo que los anglosajones llaman awareness, tomar conciencia del problema con el fin de darnos cuenta de su gravedad, de cómo nos afecta, como paso previo a actuar para empezar a cambiar las cosas.

Parece superfluo pero el hecho de tenerlo presente rompe el mecanismo de aceptación y resignación. Somos conscientes de que tenemos un problema, de que las interrupciones y el entorno merman la concentración.

Entenderlo y tenerlo presente nos ayuda cuando estamos inmersos en la rutina. Cuesta prestar atención a las causas del problema que padecemos. Cuando se presentan y las identificas dejas de actuar en modo automático y te planteas que hacer.

“Romper la reacción automática crea un espacio para plantear una respuesta adecuada”

Esta toma de conciencia te puede ayudar a resolver una situación casual. Es el disparador que evita dejarse arrastrar por las dinámicas de siempre, actuar diferente y obtener una victoria ante un pequeño problema.


Solucionar un pequeño problema es el primer paso para solucionar el gran problema
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Inventariar toda mi actividad

¿Cuáles son los asuntos más exigentes y cuáles los más triviales? Piensa en las actividades que realizas de forma habitual y divídelas en un cuadro como el siguiente:

Repasa tu planning de actividad semanal. De lunes por la mañana hasta el domingo por la noche y anota en cada uno de los cuadrantes o listas anteriores las actividades más relevantes y más intrascendentes:

Redactar mi post semanal, dar solución al problema que genera el software de la empresa al generar stocks, revisar mi correo electrónico, cena con mi mujer, consultar twitter, leer las noticias …

Localizar actividades exigentes y problemáticas

Cuando dispongas de un mosaico de toda tu actividad valora cuál representa un mayor grado de dificultad en cuanto a concentración. Identifica las de mayor duración y más exigentes en cuanto a trabajo manual.

Marca también la actividad que representa un dispendio de tiempo en tu día a día. Incluso aquella que te perjudique de alguna manera (te agote o te ponga de mal humor).

En mi caso son las redes sociales. Empiezo a pasar fotografías en instagram y de repente ha pasado media hora. O peor, leo tweets, intercambio de opiniones sobre temas candentes y termino de muy mal humor.

Y de que me sirve todo esto?

Has realizado una revisión de tu actividad para darte cuenta de todo lo que haces y de lo que te genera problemas.

Es un primer paso, un punto de partida para saber sobre que debes actuar. Has realizado una revisión, una reflexión, ahora tienes que pasar a la acción e intentar cambiar cosas.

A continuación te presento algunas medidas que te pueden ayudar a mejorar la situación.

Trabajar de forma deliberada

Trabajar de forma deliberada es trabajar en profundidad. Prepara una sesión de trabajo para dedicarte a una actividad continuada y prolongada sin interrupciones ni imprevistos.

Busca momentos durante la semana en los que dedicarte a la actividad más exigente. Bloquea dos horas para trabajar en los asuntos que requieren de una mayor atención y concentración.

Puedes repetir las sesiones de trabajo en profundidad varias veces a la semana. Se prudente y empieza con una sola sesión cada cada semana

Empieza por lo que te gusta

Mihaly Csikszentmihalyi habla en su libro Fluir de un estado gracia en el que entramos cuando trabajamos en el que cambia nuestra percepción del tiempo.

Entramos en la zona, nos dejamos absorber por lo que hacemos pero para ello es necesario un factor clave: Hacer algo que nos guste.

Empieza a practicar el trabajo de forma deliberada en proyectos que sean de tu gusto, por lo que sientas atracción. Te será más sencillo entrar en la ‘zona’ y acostumbrarte a las sesiones de trabajo profundo.

Consolida el hábito

Sigue con sesiones dedicadas a lo que haces por obligación. Dedica sesiones a algo que no te motive especialmente. Trabajo gris que se acumula en tu lista de temas pendientes o tareas exigentes de un tipo que te provocan tedio.

Agrupa-las y realiza las mismas cuando dispongas de un mayor nivel de energía, durante las primeras horas de la jornada.

Un espacio para el trabajo más superficial

Tienes que comprender qué espacio tiene la actividad más superficial como buscar información, tareas de gestión, llamadas, mail… Las tareas de menor exigencia en atención.


El trabajo superficial no puede quedarse con el tus mejores momentos del día
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GTD nos ofrece una solución: Etiquetar cada acción con un nivel de energía y tiempo. Haz las de baja energía al final de la jornada o entre dos sesiones de trabajo más exigente.

Si no ubicamos correctamente el trabajo superficial nos boicoteamos malgastando recursos.

Alinear tus actividad de ocio

Lo que haces durante tu ocio repercute en el ámbito profesional. Las actividades y costumbres adecuados pueden ayudarte a potenciar tu capacidad de concentración y tus capacidades cognitivas.

Descansa y desconecta de verdad

Fíjate límites y oblígate a desconectar del todo. A una determinada hora deja de trabajar aunque tengas asuntos por resolver.

Desconecta los dispositivos y obligado a no pasar tiempo delante de la pantalla. Haz actividades al aire libre e interactúa con otras personas.


La naturaleza, socializar equilibran a la persona y la recargan para entregarse a fondo
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Tiempo de calidad. Nos recarga y nos permite desconectar de verdad. Las actividades de ocio digital no pueden ni compararse.

Leer y escribir

Del mismo modo que ciertas actividades fuera del ámbito laboral te condicionan en negativo, otras lo pueden hacer en positivo.

Dedica tiempo a la lectura. Cada día un rato y algún día suéltate y dedica tiempo prolongado (30 minutos por ejemplo). Centras la atención y vacías la mente. Lee ficción, algo que te guste, que te interese. Déjate absorber por los libros.

Escribe. Lleva un diario, escribe un blog o hazlo por el placer de escribir. Escribir te permite ordenar ideas y reflexionar sobre tus pensamientos. Mejora como escribes y mejorara como piensas

Son actividades que ayudan a mejorar la capacidad de atención y te permitirán descargar la tensión de los problemas diarios. Una forma de ejercer el músculo de la atención y distraerse.

Medita para entrenar tu mente

Esta práctica es una forma de entrenar tu atención, de apagar el ruido de fondo de tus pensamientos y mejorar tu cognición.

Es una forma para aprender a relajarte por ti mismo, sin necesitar ningún factor externo y resulta clave para mejorar tu capacidad de toma de conciencia.

Ayuda crear la capacidad para detenerse, mantener la calma cuando surgen los problemas y averiguar que te sucede a nivel emocional.

Meditar, atención, productividad

Controla las actividades nocivas

Cada uno es diferente. Su entorno, sus responsabilidades, su carácter… Por lo tanto varia lo que “le intoxica”.

Os enumero aquellas actividades que más me afectan a mí. Son una fuente de interrupciones constantes, me descentran, me dejan anímicamente tocado y dificultan mi capacidad de concentración.

Aplica el primer punto del artículo te permite identificarlas. El siguiente paso es crear una contramedida, una limitación para mantenerlas bajo control:

  1. Limito el uso de las redes sociales. Se cuando entro pero no cuando salgo, ni con qué estado anímico lo hago. Sigo utilizando las redes pero limitando y pre-programando el tiempo dedicado.
  2. Dejar de ver las noticias. Hace tiempo que dejé de lado la TV pero con la tensión política de los últimos meses he dejado de lado cualquier tipo de noticia o comentario de opinión.
  3. Controlar el smartphone. De hecho es el canal para acceder a las redes y las noticias :-) Gracias a una aplicación de bloqueo y una política restrictiva me he habituado a no acceder durante el horario laboral o en momentos clave de mi ocio.

A veces con fuerza de voluntad no es suficiente para bloquear las distracciones. Necesitamos un impedimento mecánico.

Estoy muy orgulloso de cómo he ido adaptando mis políticas de bloqueo para “liberarme de la basura digital”. Quizás te lo explique en mi newsletter, si aquella que hace meses que no envío :-(

Por último, recuerda: Una sola cosa a la vez

Monotarea. Si lo puedes evitar, si no viene impuesto por tu jefe o las circunstancias lo hacen inevitable, dedícate a una sola cosa a la vez.

Trabaja en un solo proyecto hasta finalizar el lote de actividad que debes realizar. Empieza y termina cada una de las actividades que realices.

Hazlo de una forma deliberada, sin distracciones, sin música de fondo, sin tu teléfono al lado…

Todo esto te ayudará a crear las condiciones necesarias para ayudarte a mejorar tu capacidad para trabajar en profundidad. Mejoras las condiciones directas e indirectas. Condicionas tu forma de actuar y prepara tu mente para trabajar más a fondo cuando sea necesario.

Tienes tu propio sistema para trabajar en las tareas más exigentes? Quieres compartir tu experiencia?

Déjame tu comentario o envía-me a @davidtorne


viernes, 9 de febrero de 2018

Efectividad: Competencia transversal clave para lograr resultados

Por: José Miguel Bolívar

El tiempo pasa, pero en algunas organizaciones lo hace más despacio que en otras.

Ya inmersos de lleno en pleno siglo XXI, no deja de sorprenderme la enorme cantidad de personas y organizaciones que continúan ancladas en el paradigma de la «gestión del tiempo».

Reconozco que es una lucha que me resisto a abandonar, porque seguimos ganando batallas aunque sigamos perdiendo la guerra.

Hace siete años publicaba «por qué productividad personal no es gestión del tiempo». Todo lo que decía en ese post sigue siendo 100% vigente.

Hace tres, volvía a la carga con «gestión del tiempo, gente efectiva y productividad personal», donde explicaba que la «gestión del tiempo» es una antigualla del siglo XVIII carente del menor sentido a día de hoy. Se sigue pensando en términos de eficiencia post-revolución industrial, y se ignora que el trabajo del conocimiento actual poco o nada tiene que ver con una fábrica del siglo XIX.

Y tan solo hace dos años, lo dije aún más claro: «#cienciaGTD: la ciencia invalida la gestión del tiempo». Señores y señoras: esto es independiente de opiniones, estamos hablando de evidencias científicas.

A estas alturas, me parece inconcebible que gran parte de los profesionales del conocimiento, y en particular si trabajan en Recursos Humanos, siga sin entender ni saber con nitidez las diferencias entre eficiencia, eficacia y efectividad. Imagino que la escasa importancia que se presta al aprendizaje tiene mucho que ver con esta situación.

Hace unos días, una persona de RRHH me decía que todo esto eran teorías, tan «respetables» unas como otras.

Vamos, que lo dice tu vecino, que de cuando en cuando escribe en su blog sobre un método revolucionario de «gestión del tiempo» que se ha inventado, compite «de tú a tú» con las investigaciones de los señores Kahneman, GolemanLevitin, Mischel, Steel, Dolan, Sapolsky, Ariely o Fullagar, por citar tan solo a unos pocos.

Es lo que tiene ignorar creyendo que sabes más que nadie y lo que explica por qué sigue proliferando la #productividadbasura.

La verdad es que hay algunos hechos que admiten poca discusión. Por ejemplo, que la naturaleza del trabajo ha cambiado sustancialmente en tan solo unas pocas décadas.

Otro hecho indiscutible es que nuestros comportamientos «por defecto», los que nos salen de manera espontánea, son resultado de un proceso evolutivo de miles de años.

Un tercer hecho es que esos comportamientos eran muy útiles para la supervivencia en los orígenes de nuestra especie, pero un serio problema para la efectividad en el trabajo del conocimiento.

Esto nos lleva a una conclusión obvia: la efectividad no es innata. Por tanto, como ya puso de manifiesto hace años el genial Peter Drucker: la efectividad debe aprenderse.

La gran noticia es que cualquiera puede hacerlo, ya que la efectividad personal es una competencia universal, en la medida que todas las personas compartimos la misma naturaleza humana.

Cuando hace un par de años escribía «Competencias 2020: Davos apuesta por la efectividad», el mensaje que quería hacer llegar es que la efectividad personal es una competencia transversal clave, ya que es a la vez requisito y catalizador de la gran mayoría, por no decir de la totalidad, de las competencias necesarias para ser profesional del conocimiento.

Un problema recurrente que me encuentro en las organizaciones son los malos diagnósticos. ¿Que el clima laboral está enrarecido, los proyectos no avanzan suficientemente rápido y el estrés sigue aumentando de manera imparable? Muy fácil. La solución es hacer unos cursos de «gestión del tiempo»… En fin, España es uno de los países europeos con mayor tasa de automedicación, así que es lógico que encontremos el mismo comportamiento en las organizaciones.

La razón de un mal diagnóstico es casi siempre la ignorancia. En este caso, la ignorancia sobre qué tratamientos son efectivos y cuáles son pura homeopatía organizativa.

Hay dos tipos de organizaciones: las que saben qué es la efectividad y las que no. Las primeras, con muchas de las cuales llevamos trabajando desde hace más de siete años, saben que la efectividad personal es componente esencial para el éxito de cualquier proceso de transformación organizativa relevante:

  • Cambio de la cultura organizativa
  • Nuevas formas de trabajar
  • Reducción y eliminación del estrés
  • Adaptación al trabajo por proyectos
  • Evolución hacia estructuras organizativas más planas y autónomas
  • Adopción de metodologías ágiles, como Scrum
  • Implantación de diversas metodologías de mejora: Lean, 5S…
  • Trabajo colaborativo, comunidades de práctica…

Es obvio. Si una organización quiere tener éxito en cualquiera de los procesos de transformación y cambio arriba mencionados, lo primero que necesita es preparar a sus profesionales para ello. Pretender que estos procesos funcionen sin liberar ni generar recursos específicos para ello es wishful thinking.

El problema que padecen los profesionales y las organizaciones es que la gran mayoría de los profesionales no sabe trabajar. Saber trabajar no tiene que ver con saber mucho «de lo tuyo». Se puede ser un excelente profesional «en lo tuyo» y, a pesar de ello, no saber trabajar.

Saber trabajar es una competencia transversal previa, que tiene que ver con cómo interaccionar con un entorno volátil, incierto, cambiante y ambiguo, en el que el trabajo no es evidente y, por tanto, antes de poder llevarlo a cabo requiere un trabajo previo, que es convertir la tarea en evidente.

Las personas terminan sus programas académicos y siguen ignorando lo básico, que es cómo funciona su cerebro y cómo aprender a usarlo. ¿No te parece curioso que la gente pase toda su jornada laboral usando su cerebro para trabajar sin saber cómo funciona?

Cuando sabes trabajar, sabes también que casi nada es urgente, del mismo modo que sabes que es imposible ser una persona efectiva si no gestionas proactivamente las interrupciones, ni te centras en lo relevante, ni «estás a lo que estás», ni eliges con confianza qué hacer y qué no en cada momento…

Y, desde luego, la efectividad es imposible cuando lo máximo que eres capaz de prestar atención a una misma cosa no llega de media a los 15′.

La triste realidad es que la gente se queja de falta de tiempo y ese no es el problema. Tiempo sobra, lo que falta es foco.

Por eso, por mucha «gestión del tiempo» que se haga en las organizaciones, los días seguirán teniendo 24 horas y la gente seguirá malgastándolas, porque seguirá sin saber trabajar.

La solución es emprender un proceso de transformación centrado en las personas, enseñándoles a enfocarse en la tarea, a pensar y a decidir, a elegir bien qué hacer en cada momento, y a gestionar su atención y su energía mental.

En otras palabras, la solución está en enseñar a las personas a trabajar o, lo que es lo mismo, en ayudarlas a desarrollar la competencia de la efectividad, competencia transversal clave para lograr resultados.