domingo, 23 de abril de 2023

Productividad Personal Edición 2022: Reflexiones Día 16

Por: José Miguel Bolívar

En este décimo sexto post de Productividad Personal Edición 2022 continuamos con el resto de lo que escribí sobre Organizar en mi libro, sin entrar en un análisis pormenorizado, ya que lo cambiaría todo por completo.

Contenedores de GTD

Aunque en su momento nos parecía (a mí y a las personas que estaban en OPTIMA LAB por aquel entonces) un nombre fantástico, la experiencia me ha demostrado lo contrario.

«Contenedor» es una palabra desafortunada desde el punto de vista didáctico, ya que contribuye a reforzar la mala práctica de usar las listas de recordatorios como si fueran listas de archivo.

En lugar de una palabra, ahora habría utilizado la expresión «lista de recordatorios», que es la definición real de lo que estamos hablando.

Es necesario emplear toda la expresión, y no solo la palabra «lista», porque las listas que la mayoría de la gente conoce y usa son listas tipo archivo y, por tanto, solo se parecen a las listas de recordatorios en que empiezan por la palabra «lista».

Reconozco que leer esta parte del libro me genera sensaciones incómodas. No es que me avergüence o me arrepienta de ella —era lo que creía firmemente cuando lo escribí— sino que me doy cuenta de lo mucho que complica lo que realmente significa Organizar.

Hablar de contenedores invita a visualizarte «moviendo» cosas de un sitio a otro más que transformándolas y si, además, esos sitios ya vienen predefinidos —como en el caso de GTD— es aún peor.

Ignorando la diferencia entre objetos y significados

Uno de los errores garrafales de Allen (en mi opinión) es hacer caso omiso de la distinción entre objeto y significado, una diferencia obvia que marca un antes y un después a la hora de pensar sobre tus asuntos.

Allen mezcla la organización de los objetos con la organización de los recordatorios relacionados con los objetos. Esto contribuye a que la gente se quede con su idea preconcebida de qué es organizar y rechace mentalmente la propuesta de GTD.

La aparente sencillez que resulta de sobresimplificar la organización es falsa y produce el efecto contrario. Veamos a qué me refiero.

Con el objeto, una vez que has completado el proceso de pensamiento sobre él, solo puedes hacer tres cosas: o lo tiras (basura), o lo guardas (archivo = «por si acaso») o lo conservas para usarlo en relación con algún recordatorio (material de apoyo).

Con el significado, una vez que has terminado de decidir sobre él lo que sea que hayas decidido, solo puedes hacer también tres cosas:

  • Nada (o porque ya lo hayas hecho nada más decidirlo o porque hayas decidido no hacer nada y tampoco reevaluarlo en un futuro).
  • Ponerte un recordatorio de la acción o acciones que hayas decidido hacer (y se puedan hacer sin depender de completar otras previas).
  • Lo de antes más un recordatorio del resultado final deseado, en el caso de que con esa acción o acciones no se alcance directamente.

En cuanto a dónde poner tanto los objetos como los recordatorios, también es extremadamente sencillo:

  • Objeto: La basura la tiras, lo que guardas «por si acaso» lo pones de tal forma que sepas dónde ir a buscarlo cuando lo necesites y lo que vas a necesitar lo dejas a mano o donde te dé la gana, y en este último caso lo indicas en el recordatorio, para que sepas dónde ir a buscarlo cuando lo vayas a usar.
  • Recordatorio: Primero, piensa en qué momento o circunstancia te sería útil encontrártelo. Luego piensa si tienes ya alguna lista que describa ese momento o circunstancia; si la tienes, apunta ahí el recordatorio; si no la tienes, créala y luego apunta en ella el recordatorio.

Esto representa el 80 % de lo que es Organizar en GTD. El resto hasta el 100 % tiene que ver con el uso avanzado de las listas, incluyendo algunas con usos específicos, como las de Proyectos, A la espera, Algún día/Tal vez, el Calendario o las checklists.

El arte de sobrecomplicar las cosas

Gran parte de la supuesta complejidad y rigidez de GTD procede de los nombres poco afortunados elegidos para las listas:

  • Proyectos que no son proyectos, sino resultados esperados.
  • A la espera que no son cosas a la espera, sino acciones delegadas (o resultados).
  • Algún día/Tal vez que no es un cajón de los sueños imposibles, sino recordatorios de decisiones pendientes de reevaluar.

También considero un error didáctico grave mezclar las listas de recordatorios de acciones con las listas de gestión, control o como lo quieras llamar.

Me refiero a que una lista «De compras» contiene recordatorios de acciones que tienes que hacer tú cuando estés de compras.

Por el contrario, las listas de Proyectos, A la espera o Algún día/Tal vez no contienen recordatorios de acciones y, por tanto, deberían estar claramente diferenciadas para evitar confusión.

Reconozco que, ahora que ya hemos terminado el manuscrito del nuevo libro, tener que releerme todas estas sobrecomplicaciones de GTD me pone de mal humor, sobre todo, por haber tardado tanto tiempo en reconocerlas.

Cuando leas nuestro próximo libro, te aseguro que te va a sorprender lo extremadamente sencillas que son las buenas prácticas de GTD una vez filtras toda la jerga y mal hacer didáctico.

En cualquier caso, llegamos así al final de este post. En la próxima entrega continuaremos directamente en el Paso 4, evaluar o reflexionar. ¡Hasta pronto!

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domingo, 16 de abril de 2023

Una merecida actualización tras un largo silencio

Por: José Miguel Bolívar

Desde luego no era mi intención, pero el hecho es que han pasado casi tres meses desde que escribí el último post. En mi descargo diré que ha habido un buen motivo para ello.

Como adelantaba en mis últimas crónicas, Jordi y yo decidimos a finales del año pasado replantearnos nuestra estrategia inicial de publicaciones (la cual, por cierto, ya ha vuelto a cambiar, como era de esperar).

El primer paso para «aterrizar» esta nueva estrategia tuvo lugar el 11 de enero, fecha en la que nos reuníamos con Alba y Carlos, nuestros editores, con el objetivo de empezar a darle forma.

De esta reunión salimos con un primer proyecto concreto y bien definido, que es el primer libro de la trilogía sobre OPTIMA GTD.

Por ahora lo vamos a seguir llamando OPTIMA GTD, pero, en realidad, el nombre del método cambiará coincidiendo con la publicación del primer libro. Ya lo revelaremos cuando llegue el momento.

Por otra parte, decimos trilogía para entendernos, porque los tres libros guardan relación con el método OPTIMA GTD, pero van a ser tres libros totalmente independientes entre sí, aunque complementarios.

El manuscrito del primer libro ya está terminado

Pues bien, el pasado 11 de abril dábamos por terminado la revisión del manuscrito de este primer libro y estamos muy satisfechos con lo conseguido.

Han pasado tres meses justos desde la reunión con nuestros editores, aunque el tiempo realmente dedicado a la escritura del libro ha sido bastante menor (no ha llegado a dos meses).

Yo tuve la suerte de escribir mi primer libro durante el verano, estando de vacaciones o casi. Sin embargo, este ha supuesto un reto considerablemente mayor para Jordi y para mí, ya que hemos tenido que compatibilizar su escritura con nuestro trabajo habitual y con otro par de proyectos adicionales de bastante envergadura.

Con todo, ha merecido sin duda la pena y hemos disfrutado mucho del proceso.

El manuscrito en su versión actual tiene algo más de 60.000 palabras (estimamos que unas 250 páginas cuando se publique) y está ahora mismo en manos de un selecto grupo de personas que generosamente colabora con nosotros como beta–readers para ayudarnos a pulir aún más el resultado.

Esperamos recibir su feedback en unos días, integrarlo en el manuscrito y tenerlo finalizado y revisado para entregárselo a la editorial a finales de abril. Si todo sigue el curso previsto, el libro se publicará en otoño de este año.

También hemos avanzado mucho con el trabajo editorial. Ya tenemos cerrados los títulos de los tres libros de la trilogía y casi cerrado el diseño de las tres portadas.

Nos ha encantado la forma de trabajar con nuestros editores y el grado de complicidad que se ha creado entre nosotros. Sistemáticamente, nos sorprenden mejorando propuestas nuestras que nos parecían inmejorables. Sin duda, es un lujo trabajar con ellos y nos consideramos enormemente afortunados de poder hacerlo.

Completando y mejorando OPTIMA GTD antes de que deje de serlo

Tan pronto concluyamos la parte que nos toca de este primer libro, nuestra idea es terminar el desarrollo del OPTIMA GTD MASTERY.

Lo teníamos muy avanzado, pero nos vimos obligados a dejarlo temporalmente a un lado para enfocarnos en el libro y en los otros dos proyectos.

A la par que terminamos el desarrollo del MASTERY, vamos a revisar también las versiones actuales del DISCOVERY y del EXPERIENCE.

Aunque ambas funcionan como la seda (¡menuda diferencia con la formación GTD® oficial!), escribir el libro nos ha dado un buen puñado de ideas que queremos incorporar a las formaciones.

Nuestra intención es lanzar las nuevas versiones del DISCOVERY, EXPERIENCE y MASTERY en septiembre, ya con el nuevo nombre que sustituirá a OPTIMA GTD.

Y este verano empezaremos con la escritura del segundo libro, con la intención de terminar el manuscrito alrededor de septiembre-octubre y, en cualquier caso, dentro de este mismo año.

Mi intención en las próximas semanas, siempre dependiendo de la disponibilidad real que tenga, es apretar el acelerador con la revisión de mi primer libro para terminar la serie del blog cuanto antes.

En cuanto a los otros proyectos, iremos compartiendo novedades también por aquí cuando estén lo suficientemente maduros.

Muchas gracias por seguir leyendo el blog y por haber llegado hasta aquí. Un abrazo fuerte y seguimos en contacto.

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