viernes, 31 de enero de 2020

En lugar de perfección, busca la finalización

Por: José Miguel Bolívar

Uno de los rasgos que permiten distinguir claramente a las personas altamente efectivas de las que no lo son tanto es la obsesión por terminar lo que empiezan.

El cerebro es perezoso y cualquier excusa le parece buena para dejar lo que está haciendo y ponerse con lo que acaba de llegar. Si alguna vez has cerrado tu programa de email al final de la jornada laboral y tenías unos cuantos borradores a medio escribir, ya sabes a qué me refiero.

Tener o no tener el hábito de terminar —sistemáticamente y lo antes posible— todo lo que se empieza es importante, porque afecta significativamente a tu energía mental. Como sabes, la energía mental es uno de los recursos más valiosos para cualquier persona que se dedique al trabajo del conocimiento.

Porque el hecho es que, mientras están abiertos, los temas consumen energía. Que consuman mucha o consuman poca dependerá de tu nivel de competencia en materia de efectividad personal, pero —tengas el nivel competencial que tengas— siempre van a consumir algo.

A menudo no somos conscientes de que, mientras un tema permanece abierto, está abierto en dos sitios.

Por una parte, en su lugar físico, cualquiera que sea. Esto es obvio. Si, por ejemplo, tienes que terminar de vaciar las cajas de una mudanza, las cajas seguirán allí —físicamente— hasta que las vacíes.

Por otra parte, en tu cabeza, al margen de que seas más o menos consciente de ello. Esto puede resultar menos obvio. Por utilizar el mismo ejemplo de antes, las cajas de la mudanza pendientes de vaciar estarán dando vueltas por tu cabeza hasta que las vacíes.

Y el problema de que estén en tu cabeza es que, mientras lo están, tu cerebro consume energía «gestionando» todos esos «asuntos pendientes» —también conocidos como «incompletos» en la metodología GTD®—.

«Gestionando» significa que, de manera aleatoria —y también cada vez que veas las cajas— tu cerebro entiende que debe recordarte que tienes pendiente terminar de vaciarlas.

Por desgracia, la cosa no queda ahí. Además de recordarte que el tema sigue pendiente, también te hará sentir culpable por llevar todo el tiempo que llevas procrastinando hacer lo que tienes que hacer.

Si dejar las cosas sin hacer —o sin terminar— nos hace sentir mal, ¿a qué se debe que nos cueste tanto terminar lo que empezamos? Los motivos pueden ser variados.

Por ejemplo, en ocasiones no terminamos las cosas por simple pereza. Hay cosas que no nos gusta hacer y por tanto nos resistimos a hacerlas. En consecuencia, es fácil que empecemos alguna de ellas y, si algo nos interrumpe, la dejemos a medias.

La reflexión que tiene sentido hacerse sobre esta situación es que —al margen de que hacer algo te guste más o menos— si al final lo vas a tener que hacer de todos modos, cuanto antes lo hagas, mejor.

Otras veces, no terminamos las cosas porque no tenemos claro qué hacer con ellas. Dicho de otra forma, porque aún no hemos decidido qué hacer al respecto.

Esta situación es muy habitual. «Tener claro qué hacer con las cosas» es lo que en GTD® se llama «Aclarar», es decir, pensar y decidir, y ya sabemos que pensar

La reflexión vendría a ser la misma de antes. Si al final lo vas a tener que decidir igual, cuanto antes lo decidas, mejor, porque antes saldrá de tu cabeza y antes dejará de consumir energía.

Otro motivo por el que no terminas las cosas puede ser que seas perfeccionista.

Por si no lo sabes, la perfección es inalcanzable, así que estás dedicando tus recursos al objetivo equivocado. Además, en términos de efectividad, el perfeccionismo y la chapuza son equivalentes.

Además, el perfeccionismo es —en el fondo— un caso particular de indecisión. Como no has decidido qué significa «terminado», sigues mejorándolo y mejorándolo, esperando que llegue un punto en que no se pueda mejorar más.

El problema es que, en muchas ocasiones, ese momento no llega nunca. Eres tú quién tiene que decidir cuándo está suficientemente bien.

Dejando a un lado las posibles causas, cada vez que tengas algo pendiente de terminar, piensa que estás malgastando tu energía mental.

Evidentemente, evitar esto requiere que pongas también de tu parte, pero la efectividad personal te ofrece un buen puñado de estrategias de utilidad contrastada para contrarrestar la tendencia natural a procrastinar.

Yo, por ejemplo, lo que hago habitualmente, en lugar de plantearme como objetivo terminar algo, es plantearme solo avanzar con ello, por poco que sea.

De primeras, puede parecer poco ambicioso, pero si cada vez que tienes oportunidad de avanzar con algo, lo haces —en lugar de procrastinar—, llega un momento en que está terminado. Te lo digo por experiencia. Así logré escribir mi libro en tiempo record 🙂

Lo que hay que tener claro es que algo muy perfecto, pero sin terminar, es peor que algo menos perfecto, pero terminado.

Así que, si eres una persona perfeccionista y este rasgo de carácter te pone difícil terminar las cosas, deja de obsesionarte con la perfección y empieza a obsesionarte con la finalización.

Ten por seguro que tu efectividad y tú saldréis ganando.


domingo, 26 de enero de 2020

10 + 1 recomendaciones para aumentar las visitas a un blog

Por: Carlos Carbellido Monzó

Cualquier que tenga un blog quiere que sea un éxito: recibir cientos de visitas cada día, ser invitado a eventos, lograr nuevos clientes, que importantes empresas le llamen para trabajar, que las marcas quieran publicitarse en él…  Pero esto no es fácil. Para lograrlo es necesario que cada día miles de usuarios visiten su blog. En este artículo voy a exponer algunas recomendaciones.


Un blog, cuantas más visitas, más posibilidades de generar beneficios económicos.
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Como en cualquier medio de comunicación, el éxito de un blog se mide en términos de audiencia. Cuantas más visitas tenga, más éxito tiene, y por tanto, más vale. Y si esas visitas acaban generando beneficios económicos, mejor que mejor.

Para ganar dinero con un blog primero debemos atraer tráfico cualificado. Veamos cómo.

¿Cómo aumentar el tráfico a nuestra pagina web?

visitas blog

Tráfico a través de buscadores

Para ello es necesario optimizar nuestro blog conforme los parámetros SEO. Intentemos aparecer los primeros por los términos de búsqueda relacionados con nuestro site. En el artículo “Cómo optimizar un artículo para SEO” te explico con más detalle.

Tráfico desde otras webs

Lograr que otros portales nos referencien y generen tráfico a nuestro blog se conoce como link building. Es una técnica que también nos ayudará a mejorar nuestro posicionamiento SEO. Una buena fórmula para lograrlo es publicar contenido de valor en otros blogs de la misma temática como autor invitado o guest blogging.

Mejorando la experiencia de navegación de los usuarios

Mejorar la usabilidad web sobre todo a que la duración media de cada visita sea mayor. El objetivo es que una vez que el usuario está en nuestro blog, pueda encontrar otros artículos de su interés por distintos caminos: posts relacionados, últimas entradas, los más leídos, buscadores internos…

Generando debates en foros sobre la temática de nuestros posts

La red social profesional LinkedIn, entre sus distintas funciones, nos permite participar en grupos de discusión. En ellos podemos abrir debates relacionados con el tema de nuestro post e indicar que nuestro punto de vista también lo exponemos en nuestro blog.

Añadiendo plugings social media.

Esto permite a los usuarios compartir los artículos en las redes sociales.

Creando periles sociales del blog en Instagram, Facebook, Twitter…

En estas redes, además de enlazar nuestros artículos, podremos compartir artículos de otros blogs que nos resulten de interés.

Viralizando los posts en Twitter

Compartiendo los posts en Twitter y etiquetándolos con hashtag, en grupos de Facebook o en otros blogs y participando en foros. Pero, ¡ojo! Se prudente, podrían tacharte de SPAM.

Creando titulares atractivos que despierten el interés

Pero eso sí, procura que el post responda a las expectativas creadas. Nada de fomentar el clickbait.

Aprovechando los Trend Tropics o temas de actualidad

Por ejemplo, si es el día de los community managers y ese día es TT #communitymanager, aprovechemos y compartamos el post que escribimos en su día explicando qué es un community manager. Eso sí, no es cuestión de intentar meter nuestro mensaje en cualquier TT. Otra vez estaríamos rozando el SPAM.

Creando contenido de valor. ¡El punto más importante!

Aunque sea el último punto, es sin duda el más importante. En un blog el contenido es el rey. Nunca copies y pegues contenido de otros, tanto Google como tus potenciales lectores te penalizarán.

Creando una lista de suscripción para envío de emailings

Con herramientas de e-mailing como Mailiter puedes crear listas de suscripciones para que quien lo desee se suscriba a tu blog y posteriormente recibir mailings periódicos con tu últimos artículo.

Estas son sólo 10+1 ideas que nos ayudarán a aumentar el tráfico de nuestro blog pero seguro que conocéis más. ¿Qué otras fórmulas crees que ayudan a lograr más visitas? ¿Qué sueles hacer para atraer más visitas? ¡Cuéntanos!

La entrada 10 + 1 recomendaciones para aumentar las visitas a un blog se publicó primero en .


Objetivo. Gestión, expectativas y motivación

Por: David Torné

Un objetivo debe ser razonado, planificado y gestionado.

Administrar su actividad, mantener a los implicados motivados y si es necesario, gestionar todo aquello que signifique no llegar a la meta marcada.

Parece que una vez finalizada la planificación sólo hay que dejar que las acciones se vayan resolviendo mientras se avanza hacia la meta como si el proceso fuera una piedra rodando por un acantilado sin posibilidad alguna de detenerse. Pues no.

 Hay que mantener la motivación, gestionar expectativas generadas y sobre todo entender que un objetivo va mucho más allá del resultado o la meta fijada durante la planificación.

Motivación

Para Getting Things Done (GTD) un objetivo es un conjunto de actividad que busca un resultado a más de un año vista. Un viaje tan prolongado dificulta mantener la tensión en la ejecución para obtener un progreso continuado.

Al esfuerzo dedicado a crear una correcta especificación y una planificación ajustada a la realidad hay que añadir las labores para mantener la motivación.

Desarrollar una visión

Crear un vínculo con el «proyecto» comienza con averiguar el auténtico propósito (ver primer post de la serie) y continúa creando una visión sobre el éxito del mismo. ¿Cómo cambiará tu vida y la de tu entorno conseguirlo?

Puedes equipar la visualización a la técnica de la PNL del mismo nombre. Intentas imaginar cómo será tu realidad, tu entorno a través de los cambios en las percepciones sensoriales o cómo afectará a las personas que interactúan contigo…

En definitiva, como cambiará cada aspecto afectado por este objetivo. Crear una imagen de una nueva realidad que sirva de anclaje, de punto de referencia, una baliza a recuperar cada vez que las fuerzas y la convicción te falle para recordar el propósito y recargar tu motivación.

Mantener viva la llama a través de la actividad

La otra gran vía para mantener la motivación es bajar de la visión a un nivel más gris y pragmático. El nivel de la actividad real.

Las acciones y proyectos relacionados con los objetivos deben estar siempre presentes entre tus próximas acciones, ocupando el primer plano de tu actividad.

Cuando cae la motivación cambiamos las acciones importantes para lograr resultados a largo plazo (objetivos) por actividades para obtener satisfacción a corto. Cuando esto ocurre el objetivo pasa a un segundo plano, cae a la sombra y es necesario un gran esfuerzo para volver a elevarlo al primer plano.

Para evitarlo no hay nada mejor que las revisiones. La revisión diaria, semanal y mensual:

  • Revisión diaria. Me aseguro que hay acciones de los proyectos relacionados con el objetivo en el grupo de próximas acciones a realizar y que no caen en el olvido.
  • Revisión semanal. Al seleccionar en que trabajarás los próximos 7 días, primero activa proyectos relacionados con tu objetivo.
  • Revisión mensual. ¿Que se ha hecho durante el mes? En qué aspecto del objetivo trabajarás durante el próximo mes, y en su caso, porque se han detenido los proyectos relacionados con el objetivo y que harás para volver a trabajar en ellos.

Disponemos de un tiempo y energía finita para dedicar a nuestra actividad. Hay que priorizar lo importante por encima de lo que parece urgente o más atractivo. Lo importante siempre es el largo plazo, lo importante son tus objetivos.

Expectativas

Hay que gestionar las expectativas generadas, sobre todo las generadas durante la planificación.

Al realizar una planificación natural para definir que queremos, ajustándolo a la realidad y preparando la actividad para hacerlo posible, nos creamos una imagen de cómo deben ser y funcionar las cosas. Según cómo evolucione la ejecución del proyecto y nuestras circunstancias puede variar.

Un objetivo es la búsqueda de – grandes – resultados a más de un año vista. En este intervalo de tiempo pueden cambiar muchas cosas, se puede transformar tu entorno, pueden crearse nuevas oportunidades profesionales o personales que conviertan en secundaria lo que hoy es importante para ti y tu equipo.

Saber disfrutar y aprovechar el camino

Casi siempre, trabajando en grandes proyectos y objetivos, algunas de las cosas más valiosas que recoges son inesperadas, no aparecían ni en la idea ni en la planificación inicial.

Si buscas grandes resultados necesitas nuevos inputs, incorporar nuevo conocimiento, tejer o reforzar relaciones con otros, poner a prueba lo que haces y cómo lo haces para mejorarlo. Todo esto se queda contigo una vez finalizado el proceso, consigas o no el resultado deseado.

A menudo estos inputs extraordinarios nos pasan desapercibidos, incluso se pierden. Ser consciente de su presencia nos ayuda a valorar lo que estamos haciendo. Identificarlos en el mismo momento que aparecen y hacemos uso de ellos nos ayuda a valorar más lo que estamos haciendo.

Cerrar bien un objetivo

Solemos ver un objetivo como la línea de meta de una carrera, un camino del punto A al B. Si salimos del punto A y acabamos a C lo consideramos un fracaso y nos etiquetamos como perdedores.

Gestionar el camino hacia tu objetivo pasa por mantener viva la llama de la actividad, de la motivación, pero también significa cerrarlo si en algún momento de este camino deja de ser lo más importante para ti.

Terminar de forma prematura significa cambiar el rumbo del punto B marcado por tu planificación y definir el punto C. Volver a la mesa de dibujo, volver a rehacer la planificación natural para:

  1. Definir qué son los «nuevos» resultados a alcanzar.
  2. Repite los pasos de la planificación natural dedicados a definir la actividad. Mapa mental, crear los componentes/proyectos a trabajar para cerrar el resultado deseado y definir las próximas acciones.
  3. Crear un inventario con los outputs «informales» que te llevarás. Relaciones, nuevos conocimientos, mejoras realizadas en tu sistema de trabajo…

Cuando las cosas salen como a mí me gustaría el tercer punto me ayuda a evadir la sensación de fracaso total, a agradecer lo que me llevo aunque no sea lo que buscaba.

Un objetivo es más que el resultado. Un objetivo es el reto de la experiencia, el desafío y el trabajo que representa. Trabajar para quedarse sólo con el resultado es abrir la puerta a la insatisfacción después de la euforia momentánea por la victoria.

Entender lo que supone la experiencia y aprender a nutrirse ,a disfrutar de ella, te desplaza del mundo binario del triunfo/ fracaso a un mundo con muchos más matices, con una percepción de lo que haces más profunda y satisfactoria.


Shopping Instagram: Cómo vender a través de Instagram

Por: Carlos Carbellido Monzó

¿Es posible generar ventas a través de las redes sociales? Sí, si para ello utilizamos plataformas de ventas como es el caso de Shopping Instagram: La herramienta de esta red social que permite a los usuarios comprar directamente los productos que ven en las publicaciones de las cuentas que siguen. En la siguiente guía vamos a explicar qué es, cómo configurarlo y cómo conseguir vender fácilmente.

¿Qué es Shopping Instagram?

Shooping Instagram es la funcionalidad que ofrece Instagram para que las cuentas de empresa puedan etiquetar en sus publicaciones y en sus stories productos del mismo modo que etiquetan a los usuarios.

En cada post se pueden etiquetar hasta 5 producto y 20 si es un carrusel. Pinchando sobre la etiqueta los usuarios conocen el nombre del producto y su precio.

Para poder activar esta funcionalidad es necesario:

  • Tener una página de Facebook.
  • Que la cuenta de Instagram sea un perfil de empresa.
  • Que la cuenta de Instagram ya tenga actividad.
  • Que los productos sean físicos (no es posible servicios) y estén disponibles en una tienda online.
  • Haber dado de alta los productos en un catálogo de Facebook. ¿Necesitas saber cómo crearlo? Consulta la ayuda de Facebook.

Cómo activar el perfil de empresa

Si la cuenta de Instagram que gestionas, en lugar de a un usuario particular, representa a una empresa o a un personaje público , sí o sí ha de ser una cuenta o “perfil de empresa”.

Para convertirla lo primero que tienes que haber creado es una fan page de Facebook. Si no la tienes, es momento de crearla. O si ya existe, pide que te nombren administrador si todavía no lo eres.

A continuación ve a “Configuración” de tu cuenta de Instagram y pincha en la opción “Cuenta”. Abajo del todo, en azul, te aparecerá el botón “Cambiar a cuenta profesional”. Pincha ahí y sigue los pasos hasta que te pida que la vincules con tu fan page. En este vídeo puedes verlo:

Ventajas de un perfil de empresa en Instagram

Una cuenta de Instagram para empresa permite:

  • Analítica. Podrás consultar el perfil de tus seguidores, el alcance de las publicaciones, las interacciones…
  • Swipe up. Si tu perfil tiene más de 10.000 seguidores puedes activar la opción de dirigir tráfico a una página web desde las stories.
  • Etiquetar productos. Esta función es la que más nos interesa si nuestro objetivo es vender a través de Instagram. Luego hablaremos más de ella.
  • Crear respuestas automáticas. Para agilizar las respuestas de los DM, puedes activar la opción de respuestas automáticas.
  • Programar las publicaciones. Con herramientas como Hootsuite, Metricool o Facebook Create Studio puedes programar los posts en tu cuenta de Instagram.
  • Sorteos en Instagram. Te permite crear sorteos entre quienes interactúan con una publicación.
  • Publicidad. Es posible promocionar mediante Facebook Ads tanto stories como posts. Si quieres saber más te invito a leer el artículo “Guía para hacer campañas de publicidad en Instagram Stories”.
  • Vender productos. Gracias a Shopping Stories puedes potenciar las ventas de tu tienda online. A continuación explicamos cómo.

¿Cómo activar tu tienda online en Instagram?

Para configurar Shopping Instagram y poder vender tienes dos opciones: creando un catálogo de producto a través de Business Manager o bien a través de la fan page. Vamos a ver las dos opciones.

  1. Si tienes tienda online: Catálogo de producto a través de Business Manager.

    Para esta opción lo primero que tenemos que tener es una cuenta en Business Manager.
    Una vez la hemos creado y accedido a ella, y tras añadir la fan page, la cuenta de Instagram y la cuenta de publicidad vinculada a esa misma empresa, buscamos “Activos/Catálogos” y pinchamos.
    Ya en la siguiente página, hacemos clic en “Crear catálogo” y continuamos. Te preguntará: “¿Cómo quieres añadir los productos al catálogo?”. Tienes dos opciones: añadir los productos con un formulario, una fuente de datos o el píxel de Facebook; o bien conectando con tu plataforma de comercio electrónico, por ejemplo, Magento o WooComerce. Con PrestaShop no es posible.
  2. Si tienes o no tienes tienda online: Catálogo de producto desde la fan page.

    Si te resulta más fácil, puedes crear el catálogo de producto desde la fan page vinculada a tu cuenta de Instagram.
    Para ello, has de acceder a “Configuración/Plantillas y pestañas” y añadir la pestaña “Tienda” (abajo del todo) y activarla.
    Lo siguiente será regresar a la página principal de tu fan page y en el menú de la izquierda, abajo, pinchar en “Tienda” para comenzar a configurarla.

Una vez que hemos indicado cómo queremos gestionar las ventas (mediante mensajes privados o vía e-commerce) e indicado la moneda, sólo nos quedará comenzar a subir los productos.

Si ya hemos hecho todos los pasos anteriores, ahora queda ir a la cuenta de Instagram y acceder a “Configuración”. En la opción “Empresa” verás la pestaña de “Compras”. Pinchas aquí y te aparecerá ya vinculado el catálogo que has creado. Si no te aparece, asegúrate que tienes la cuenta de Instagram vinculada con la página de Facebook y en Business Manager.

Cómo etiquetar productos en un post de Instagram para venderlos

Es muy fácil. Si es un posts, cuando estés editando la imagen para ser publicada has de etiquetar el producto como si se tratase de etiquetar a una persona. Puedes etiquetar en una foto hasta 5 productos, que previamente has de haber subido al catálogo.

En las stories también puedes etiquetar productos. La opción la encontrarás en los elementos de interacción disponibles (encuestas, preguntas, gifs, etc.).
Ambas opciones te permiten dirigir tráfico a tu tienda online.

Además, en el perfil de Instagram se te activará una nueva pestaña que permitirá a tus seguidores visitar todo tu catálogo de Shopping Instagram. ¿Qué te parece? Interesante, ¿verdad?

Cómo vender con Instagram Shopping: 10 consejos


Instagram puede ser directamente un ecommerce que te ayude a impulsar tu negocio.
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Ahora que ya tenemos configurado Shopping Instagram sólo nos queda comenzar a vender. A continuación explicamos algunas acciones que te ayudarán a ello:

  1. Publica un look y etiqueta los productos que aparezcan en el mismo. Así, cuando el usuario toque la imagen verá fácilmente toda la información de los mismos: nombre y precio.
  2. Crea stories de vídeos en directo donde presentes a tus seguidores los nuevos productos para que pueden peguntar en tiempo real lo que quieran.
  3. Intercala posts de ventas con otros contenidos de interés para tus seguidores.
  4. Utiliza descripciones atractivas que presenten los beneficios emocionales de los productos.
  5. Busca colaboradores (influencers) que te ayuden a promocionar tus productos y generar trafico a tu feed.
  6. Facilita en la BIO todos los datos de contacto (web, teléfono, dirección y mail).
  7. Crea cupones descuentos para canjear en tu e-commerce y promocionalos en las stories y en las descripciones. 
  8. Call To Action. Añade siempre llamada a la acción para incentivar las ventas.
  9. Incentiva y responde a todos los comentarios y los mensajes privados.
  10. Planifica una campaña de Publicidad en Facebook Ads. Si quieres saber cómo te recomiendo leer el artículo “Cómo planificar una campaña de publicidad en Facebook Ads con éxito“.

¿Ya estás utilizando la opción de Shopping Instagram? ¡Cuéntanos tu experiencia!

La entrada Shopping Instagram: Cómo vender a través de Instagram se publicó primero en .


viernes, 24 de enero de 2020

Entendiendo qué significan los conceptos de GTD®

Por: José Miguel Bolívar

Uno de los principales retos a los que se enfrentan las personas que quieren mejorar su efectividad personal es desaprender.

Por desgracia, dejar atrás todo lo inservible y contraproducente que hemos aprendido sobre cómo gestionar nuestra vida cuesta más esfuerzo —y lleva más tiempo— que aprender lo nuevo.

En el caso concreto del camino para dominar GTD®, este desaprendizaje previo es un requisito imprescindible para poder entender y aplicar correctamente la metodología.

La nefasta «gestión del tiempo» y la #productividadbasura han hecho —y siguen haciendo— un daño enorme a la efectividad, con el agravante de que sus afirmaciones, creencias y recetassin ningún fundamento científico— están fuertemente arraigadas en la sociedad.

Todo empieza en la infancia

Ya desde la infancia se nos explica mal la diferencia entre orden y organización, lo que hará que —a partir de ahí— vivamos confundiendo el significado de ambos conceptos.

También se nos hace centrar nuestra atención en «ordenar» nuestras «cosas físicas» (nuestros juguetes y libros —o nuestra habitación— por ejemplo), ignorando el hecho de que la parte más compleja de nuestra realidad es intangible.

Se trata además de un «ordenar» superficial, estético y vacío de significado, que no va más allá de que nuestro entorno «quede bonito».

La confusión entre orden y organización, unida a la «cosificación» de la realidad, y a la predominancia de la estética sobre la funcionalidad, da lugar a un pensamiento simplista, en el que parece que —para tener tu vida bajo control— lo único que necesitas es ordenar tu escritorio y poco más.

La vida adulta es más de lo mismo

Un paso más en este «hacer mal las cosas incorrectas» promovido por «gestión del tiempo» tiene lugar en el ámbito profesional.

Puestos a cosificar, también se cosifica el tiempo, fraccionando artificialmente la realidad en «bloques», que se encajan unos con otros y con los que se «rellena» el calendario —como si de un Tetris se tratara— en un afán infantil por hacer que la realidad se adapte a nuestra voluntad.

Y esta misma cosificación la sufren las responsabilidades y los compromisos, dando lugar a una situación absurda en la que la actividad profesional parece reducirse a «ordenar, clasificar y priorizar» emails…

La vida va más allá de lo que ves

Una de las consecuencias más trascendentes de mejorar la efectividad personal es tomar conciencia de la complejidad real de tu vida. Sí, quieras o no quieras, vives en un mundo VUCA.

Cuando las personas comienzan a recorrer su camino para dominar GTD®, una de las sensaciones iniciales más frecuentes es precisamente la de «complejidad».

Frente a la versión sobre-simplificada y edulcorada de la realidad en la que nos educan, GTD® nos abre los ojos a una perspectiva más amplia, completa y —obviamente— también más compleja.

De repente, descubrimos que en lugar de un par de docenas de «tareas» tenemos varias decenas de «proyectos», un centenar de acciones y una docena —o dos— de áreas de responsabilidad. Y claro, todo eso duele.

GTD® nos dice también que basta ya de «echar balones fuera» y que los compromisos hay que gestionarlos, porque no hay excusa para incumplirlos.

En resumen, aplicar GTD® nos obliga a madurar como personas y como profesionales; a asumir que hay más cosas por hacer que tiempo para hacerlas y que, en consecuencia —nos guste o no nos guste—, algunas se van a quedar sin hacer.

Lo de menos es dónde lo pones®

Una de las cosas que me siguen llamando poderosamente la atención en los cursos que facilito de formación GTD® oficial es la obsesión con el «dónde lo pongo».

La situación se da cuando aplicamos el paso de Aclarar, un proceso mental nuevo y potentísimo, característico de GTD®. Aclarar consiste en entender qué significan para ti los inputs que te llegan y en decidir qué hacer —o qué no hacer— con ellos.

Curiosamente, este paso crítico despierta poco interés en las personas participantes, a las que solo parece preocuparles «dónde poner las cosas».

Entiendo que la reacción es hasta cierto punto lógica. Igual que para un martillo todo son clavos, para las personas que se mueven en este paradigma simplista y cosificado todo son cosas, y han aprendido que las cosas hay que «ordenarlas» o «clasificarlas».

Pero ordenar las cosas ni las cambia ni las hace avanzar lo más mínimo. La realidad es mucho más compleja que esto.

Entendiendo la vida real

En tu vida recibes inputs. Cada uno de esos inputs interacciona con tus valores, principios, propósito, visión, metas, objetivos y responsabilidades, y lo hace de una manera muy determinada.

En función de cómo sea esa interacción, tu respuesta ante el input será distinta. En algunos casos, no harás nada —a veces porque no querrás, otras porque no podrás y otras porque no tendrás que hacerlo— y, en otros casos, harás algo —a veces, en el momento, otras más adelante y, en ocasiones, involucrando a otras personas—.

Cuando tomas la decisión de hacer algo, estás adquiriendo un compromiso, contigo y/o con otra(s) persona(s).

Si ese algo que te has comprometido a hacer no lo haces en el momento, estás corriendo el riesgo de incumplir tu compromiso, ya que el cerebro es una chapuza.

Por tanto, para no incumplir tus compromisos, necesitas recordatorios.

Un recordatorio es cualquier elemento externo a tu memoria que, al verlo, te recuerda que tienes pendiente de cumplir ese compromiso.

Por cierto, para que un recordatorio sea realmente útil, tienes que ponerlo de tal forma que te asegures de verlo en el momento adecuado.

Entendiendo los conceptos de GTD®

Esto nos lleva a que ni tu sistema GTD® —ni tus listas ni tus carpetas— tienen acciones ni proyectos. Eres tú —en tu vida real— quien ha adquirido una serie de compromisos.

Cumplir con esos compromisos requiere que hagas cosas (acciones) y, en ocasiones, que hagas más de una (proyectos).

Para evitar incumplir tus compromisos necesitas recordatorios y para poder gestionar esos recordatorios de manera efectiva —es decir, para verlos cuando tiene sentido verlos— necesitas una estructura adecuada de categorías organizativas.

Así que tu GTD® no es un archivo, es un mapa. Y los mapas no tienen carreteras, ni ciudades, ni montañas; lo que tienen son símbolos, marcas que dan información para orientarse. ¿Dónde estoy y qué hago ahora? Pues en GTD®, igual.

Tus listas GTD® tienen recordatorios, símbolos —como los del mapa— que reemplazan a pensamientos tipo «tengo que» o «que no se me olvide».

Las acciones y los proyectos no están en tu GTD®; los compromisos los tienes tú en tu vida real.

Si en la vida real no tienes que acordarte de algo —por ejemplo, porque ya tienes el hábito—, entonces en GTD® tampoco necesitas tener ningún recordatorio de ello.

Y cuando no sepas dónde poner un recordatorio, piensa en qué circunstancias tiene sentido encontrarte ese recordatorio. Te aseguro que si piensas de verdad en qué necesitas para que ese recordatorio juegue su papel , es decir, para verlo cuando tiene sentido verlo, te resultará muy fácil saber dónde ponerlo.

¡Ah! Y los mapas, para que sirvan de algo, hay que usarlos. Te lo digo porque Ejecutar es el paso peor entendido de GTD®.

Conclusión

Archivar solo es útil para las cosas que decides archivar y, por mucho que archives, esas cosas serán solo una parte de los muchos inputs que constantemente llaman tu atención.

Para los compromisos que necesitas recordar —para hacer las acciones y lograr los proyectos que te harán cumplirlos— necesitas recordatorios.

Al empezar con GTD® cuesta mucho —pero mucho— dejar de pensar en «ordenar cosas» y empezar a pensar en «construir un mapa de recordatorios para orientarme a la hora de elegir qué hacer en cada momento».

Y también cuesta mucho dejar de «tirar de memoria» —o dejarte llevar por lo último o lo más llamativo— y, en su lugar, ir a tu mapa GTD®, ver qué opciones hay, en qué circunstancias estás y aplicar lo de «dónde estoy, qué puedo hacer y qué hago ahora».

Por eso, cuando se interioriza y se aplica bien GTD®, la vida cambia radicalmente y descubres una nueva realidad. Sí, es más compleja, pero es una vida de verdad.


domingo, 19 de enero de 2020

Cómo dinamizar un evento en redes sociales

Por: Carlos Carbellido Monzó

Unas de las tareas recurrentes de un community manager es la dinamización de un evento en redes sociales. Una óptima gestión nos ayudará a potenciar su alcance en redes, y porqué no, a logar que sea Trending Topic. Veamos cómo hacerlo con éxito.

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Qué hacer antes del evento

Crear unos perfiles en redes sociales si procede

La primera decisión que se ha de tomar es si se crean perfiles específicos para el evento en redes sociales o si se dinamiza a través de los perfiles de la empresa organizadora.

Recomendamos crear cuentas específicas sólo si está previsto que el evento se organice con regularidad. Ello ayudará a posicionarlo y a crear una comunidad afín PERO exigirá un esfuerzo inicial de captación de seguidores, y también mantener una cierta actividad de comunicación continuada.

Define el hashtag

En los eventos lo más habitual es que el hashtag sea el nombre del evento (o sus siglas) + año. Ha de ser lo más corto posible, fácil de recordar y si son 2 palabras juntas y utilizar mayúscula al principio de cada palabra.

Si quieres saber cómo definir el hasthag perfecto, en el artículo “10 consejos para dinamizar con éxito tu cuenta de Twitter” te lo explico.

Promociona el hashtag

Una vez definido hay que darlo a conocer. Para ello hay que darle visibilidad en la BIO de la cuenta en Twitter o Instagram (si las hay), en la web del evento, invitaciones, mailings, notas de prensa, decoración y cartelería, canal de streaming (si lo hay), entre colaboradores e influencers.
También hay que comprobar que ningún otro agente haya utilizado un hashtag distinto para identificar el evento ni que este mismo hashtag ya esté usándose para otro evento o tema.

Promociona el evento

El siguiente paso es definir los ejes de comunicación del evento. Estos pueden ser información sobre los ponentes, patrocinadores, la temática de las ponencias, actividades paralelas, noticias, menciones en medios, qué hacer en la ciudad durante el evento, call to action a la compra de entradas, etc.

A continuación prepara la agenda de contenidos para Facebook, Instagram y Twitter y programala utilizando siempre el hashtag oficial e imágenes e infografías.

Es conveniente emitir mensajes en Twitter, Facebook, Instagram y/o LinkedIn uno o dos meses antes del evento, e ir aumentando la frecuencia a medida que se acerca.

Crea listas en Twitter

Crea en Twitter listas con los usuarios que participan: ponentes, organizadores, colaboradores, influencers, asistentes y patrocinadores.

Protocolo de crisis

Creea un protocolo de actuación en caso de surgir una crisis tanto off line como on line donde se determine quienes serán los responsable y cuales serán las líneas de actuación a seguir.

Crea una lista de preguntas frecuentes, posibles comentarios positivos o negativos, críticas… para que solo tengamos que copiar y pegar la respuesta.

Para saber más acerca de cómo gestionar una crisis online, te invito a leer un artículo mío publicado en marketingdirecto.com.

Durante la celebración del evento

Retransmisión en directo                           

Programa con antelación, si se conoce el contenido de las ponencias, tweets con infografías de lo más destacado de la ponencia. Para ello, recomiendo la herramienta de marketing digital Hootsuite, ya que también nos permitirá seguir el hasthag y conversar con otros usuarios.

Además, durante el evento se recomienda publicar en directo foto, stories, vídeos o tweets con lo más destacado o reseñable del evento, siempre acompañado del hashtag definido.

Twitter Walls

Si el presupuesto lo permite, proyecta en la pantalla los tuits que se vayan emitiendo (TwitterWalls) para incentivar así la participación y animar a los asistentes a generar buzz en Twitter.

Envío de preguntas a través de Twitter  

Ofrece la posibilidad a los asistentes (tanto presenciales como online) de que planteen preguntas y participen en los debates a través de Twitter.  

Retwittear                        

Realiza un seguimiento de los tweets más destacados y retweetearlo desde la cuenta oficial. La herramienta Hoostsuite es la más idónea. Crea una columna que monitorice el hashtag oficial.

Después del evento

Agradecimientos a quienes lo han hecho posible                       

Agradecer a colaboradores, asistentes, equipo y/o patrocinadores su participación.
Además, publica imágenes del evento, etiquetando a las entidades colaboradoras o patrocinadoras y agradece mediante mención directa a quienes publiquen tweets, stories o posts positivos sobre el evento.

Emisión de tuits y nota de prensa final                

Emitir tuits con las noticias publicadas sobre el evento, y la nota de prensa final con link directo a la web del evento.

Monitorización. KPI´s a medir.

Por último ya sólo nos quedará analizar los principales KPI para medir el alcance e impacto del evento en redes sociales y preparar el informe de resultados.

Para medir el impacto te recomendamos la herramienta Metricool o Tweet Binder.

Informe de resultados: ¿Qué debe contemplar?

En cuanto el informe es conveniente que siga los siguientes punto:

  1. Índice.
  2. Descripción del evento.
  3. Objetivos cuantitativos y cualitativo.
  4. Infografía con los datos más representativos (alcance, impactos, número de tweets, retweets, menciones…).
  5. Top usuarios más activos, con mayor impacto, con más seguidores…
  6. Infografía con las horas de más buzz.
  7. Ejemplo de posts publicados.
  8. Análisis cualitativo.
  9. Conclusiones y propuesta de mejoras.

Si quieres, puedes descarte la plantilla con el checklist que hemos explicado con la tabla de los Key Performance Indicator de un evento.

La entrada Cómo dinamizar un evento en redes sociales se publicó primero en .


viernes, 17 de enero de 2020

XIV Jornadas OPTIMA LAB: Diversidad en común

Por: José Miguel Bolívar

Los días 16, 17 y 18 de diciembre de 2019 tuvieron lugar las XIV Jornadas OPTIMA LAB, de nuevo en el fantástico enclave que ofrece el Euroforum Arcipreste de Hita, en Navacerrada. Unas Jornadas muy intensas, especiales y divertidas (y si no te lo crees, echa un vistazo a este video), que marcan un punto de inflexión importante en la trayectoria de la red.

Como practicantes de la consultoría artesana, la diversidad es una de nuestras señas de identidad y también, como se afirma en su declaración, una de nuestras principales riquezas.

La figura del poliedro  que aparece en el logo de la Red de Consultoría Artesana (#redca) es a la vez fruto, ejemplo y símbolo de esta diversidad —ya que se generó en un proceso serendípico que comenzó en 2013 con una reflexión de Manel, que fue posteriormente plasmada gráficamente por Asier y transformada finalmente en logo por Juanjo en 2018—.

Personalmente, la dualidad entre lo común y lo diverso me ha llamado siempre mucho la atención. Esta curiosidad fue a más después de aquellas jornadas #redca, y en especial a partir de la reflexión que hizo Manel sobre el proceso dialógico que la diversidad genera.

Por eso me sorprendió gratamente que, en septiembre de 2015 —en un gran trabajo facilitado por Juanjo Brizuela— los nodos de OPTIMA LAB identificáramos que el rasgo distintivo más relevante de nuestra red, y a la vez uno de nuestros activos más importantes, es cómo somos capaces de integrar lo común con lo diverso.

Nuestra estructura de red productiva también ayuda extraordinariamente a esta integración porque, como genialmente explica mi admirado Moliní: «La red es la configuración en la que somos plenamente humanos ya que hace posible que encontremos identidad y dirección sin renunciar un ápice a nuestra autonomía. La red es la única configuración en la que es posible brillar con luz propia al mismo tiempo que otros también lo hacen».

En diciembre de ese mismo año, Joan Llopis, nuestro diseñador favorito, daba magistralmente forma a esta dualidad entre lo común y lo diverso, creando la primera versión del actual logo de OPTIMA LAB.

Joan nos explicaba que «El Enso simboliza la iluminación, la fuerza, el universo, la sabiduría y la armonía. Fusionamos la O de OPTIMA con este símbolo tan característico de la filosofía Zen para que sea el eje central de nuestra imagen, una imagen pura, simple y plena. Por otro lado, utilizamos la idea del Aura, que según algunas teorías es el campo o campos energéticos de radiación luminosa que rodean a las personas. Aplicaremos este concepto como la aportación de habilidades y conocimientos que transmite cada nodo a la red, así como a los propios clientes. Con estos dos conceptos, aunamos la fuerza de la red y la energía positiva que esta transmite, con nuestro círculo, representando simplicidad e integridad. De la unión de la letra O y el Enso creamos un símbolo central y común donde convergen todos y cada uno de los nodos. Cada nodo de la red está representado bajo una forma y un color personalizado, de este modo cada nodo conserva su individualidad. La unión de todos ellos configura el símbolo común y anagrama de la red».

Estas Jornadas han supuesto la culminación de una serie de medidas estratégicas que comenzamos a tomar hace un año y que estaban encaminadas a reforzar y potenciar la estructura de la red, a la vez que aumentar su diversidad de manera significativa y en varios frentes. En otras palabras, a prepararnos para el futuro.

OPTIMA LAB es un proyecto maduro que avanza a un ritmo espectacular. Tan espectacular que mantenerlo supone un desafío considerable, como evidencian los diversos cambios estructurales experimentados por la red a lo largo de su trayectoria.

Este desafío proviene en parte de nuestro compromiso férreo con la excelencia, pero también se debe en gran medida a que nuestro ritmo de crecimiento está siendo muy superior al de nuestras mejores expectativas, a pesar de que carecemos de fuerza de ventas y no hacemos ninguna actividad comercial.

Si en 2018 superamos los objetivos previstos para 2021, en 2019 —con un crecimiento en facturación próximo al 30% sobre el año anterior— hemos vuelto a hacerlo, rozando los objetivos previstos para 2022. Estas cifras son, a la vez, una excelente noticia y un motivo de (sana) preocupación.

Sana preocupación porque este ritmo de crecimiento acelerado impone una enorme presión en nuestro día a día. Además de entregar un volumen creciente de cursos, módulos y programas —manteniendo siempre nuestros estándares de calidad— hay que seguir «afilando la sierra» y pensando en el futuro, que es al fin y al cabo donde vamos a estar a partir de mañana.

La primera de las medidas estratégicas tomaba forma en las Jornadas de enero con la incorporación de Sergio —para responsabilizarse de la actividad de la red en el mundo PYME— y la segunda tenía lugar en las de septiembre con la de Marta —para responsabilizarse de la actividad de OPTIMA LAB en inglés—.

También en las de septiembre introdujimos cambios importantes tanto en la coordinación como en la distribución interna de roles y responsabilidades.

La última de estas medidas estratégicas —en línea con la búsqueda activa de diversidad, no sólo de género, edad, perfil profesional, formación académica o momento vital, sino también geográfica— tiene que ver con un ilusionante proyecto para extender la efectividad a otros países, en el que llevamos trabajando varios meses.

Por eso, la incorporación de Laura Sastre —el nodo que va a responsabilizarse de la actividad de OPTIMA LAB en Latinoamérica— ha sido una de las novedades más relevantes de estas Jornadas. Aún quedan detalles por ultimar, pero esperamos poder darte información más concreta en breve.

El proceso de incorporación de Laura comenzó en verano y ha tenido lugar progresivamente desde entonces, a la par que su proceso de formación y certificación como GTD® Master Trainer, que se inició oficialmente en Ámsterdam, en octubre del año pasado, de la mano de David Allen y de la Senior Master Trainer Ana María González.

De cara al futuro, sin prisas, queremos seguir reforzando y potenciando nuestra estructura, a la vez que enriquecer aún más nuestra diversidad. Para ello, lo siguiente será incorporar, en los próximos años, uno o dos nodos más a la red. Sabemos que los perfiles que buscamos son escasos y difíciles de encontrar, pero lo conseguiremos.

Solo me queda ya invitarte a no perderte las crónicas que Laura, Marta, David, Sergio, Jordi y Paz han escrito en sus respectivos blogs, porque seguro que encuentras en ellas nuevas perspectivas y reflexiones que te sorprenderán.

Y, por último, dar las gracias a Iris, por el esfuerzo, cariño y dedicación que quedan patentes en sus fotos de estas Jornadas, y a todos los nodos de OPTIMA LAB por todo lo que, día a día, aportan a la red y a sus resultados, y por haber hecho de estas Jornadas lo que han sido.


viernes, 10 de enero de 2020

Efectividad es anticipar en lugar de suponer

Por: José Miguel Bolívar

Como cuenta Paz Garde en su blog, las personas decidimos habitualmente a partir de información escasa y, a menudo, de poca calidad.

Esta mala práctica es un problema serio para la mejora de la efectividad y, en concreto, para la mejora de la eficacia.

Eficacia es hacer las cosas correctas. Hacer las cosas correctas conlleva decidir las cosas correctas. Para poder decidir las cosas correctas, tenemos que saber cuáles son las opciones disponibles. Y ahí fallamos estrepitosamente.

Uno de los sesgos cognitivos que explica Daniel Kahneman —en su fantástico libro «Pensar rápido, pensar despacio»— es el conocido como «WYSIATI», acrónimo correspondiente a «What You See Is All What Is», es decir, «lo que ves es todo lo que hay».

Un ejemplo de este sesgo lo encontramos habitualmente cuando explicamos algo a otra persona y le preguntamos si lo ha entendido. Si nos dice que sí —y su comunicación no verbal es coherente con la respuesta— lo damos por cierto.

Si realmente quieres llevar tu eficacia —y con ello tu efectividad— a otro nivel, tienes que empezar a trabajar en serio en modificar este mal hábito.

Porque cuando simplemente das por válida la respuesta —y actúas como si realmente fuera cierta— estás dejando que el sesgo «WYSIATI» actúe, ya que estás pasando por alto una opción perfectamente posible: que la persona no se haya enterado de nada (estando incluso convencida ella misma de haberse enterado).

En otras palabras, cuando ignoras que hay más que lo que ves, estás decidiendo a partir de algo que supones, en lugar de decidir a partir de algo que sabes.

Las personas efectivas son personas realistas. En lugar de caer en el pesimismo o en el optimismo, simplemente tienen en cuenta la realidad y las opciones existentes en esa realidad.

Por ejemplo, si explicas algo a alguien —y te dice que lo ha entendido— siempre existen como mínimo dos alternativas: que lo haya entendido realmente, o que no.

Dar por sentado que una respuesta afirmativa implica que lo ha entendido es pecar de optimismo, ya que es perfectamente posible que no sea así. Por el contrario, dar por sentado que no lo ha entendido sería pecar de pesimismo.

La clave es entender que da igual lo que «creas» y que lo importante es lo que «sabes».

Por eso, una persona efectiva nunca daría por válida la respuesta, ni tampoco daría por sentado que no se ha entendido. En su lugar, actuaría de manera proactiva, es decir, se aseguraría de qué ha pasado realmente, es decir, de si lo ha entendido o no.

Por ejemplo, se podría pedir a la otra persona que cuente qué es lo que ha entendido, o también hacerle preguntas adicionales que solo pueden responderse de forma correcta si realmente se ha entendido la explicación.

A tener en cuenta lo que realmente puede ocurrir —en lugar de guiarnos por lo que suponemos que va a ocurrir— se le llama «anticipar».

Anticipar es actuar siendo conscientes de que algo puede ocurrir para poder prepararnos —por si ocurre— antes de que ocurra.

Como todo lo que conlleva pensar, el hábito de anticipar no es innato. Por eso —al igual que hay que aprender a pensarhay que aprender a anticipar.

Las situaciones en las que aplicar la buena práctica de anticipar son múltiples, pero hay un caso concreto en el que siempre hay que hacerlo: al interactuar con otras personas.

Si alguien tiene que hacer algo que es importante para ti —por el motivo que sea—, en lugar de suponer nada, anticípate.

Da igual que la persona te asegure que va a hacer, decirte o enviarte lo que sea. Da por sentado que puede que sea así, pero que es igualmente posible que no sea así.

De hecho, en la metodología de efectividad personal GTD® existe una herramienta específica para poder gestionar la anticipación: la «lista a la espera».

Si la persona realmente hace, te dice o te envía lo que te aseguró que haría, perfecto. Cuando gestiones tu «lista a la espera» podrás quitar el recordatorio de allí, sin tener que hacer nada más al respecto.

Pero si —como es habitual en un porcentaje de los casos— la persona no hace, te dice o te envía lo que te aseguró que haría, gracias a la «lista a la espera» podrás gestionarlo proactivamente antes de que sea tarde y tenga consecuencias negativas para ti.

Otro tipo de situaciones en las que conviene anticiparse de manera sistemática es en las que no tienes certeza de algo.

Este tipo de situaciones son fáciles de reconocer, porque son aquellas en las que —cuando llegan las consecuencias negativas— siempre nos excusamos diciendo «creí que», «pensé que», «me pareció que» y similares.

Si quieres ser una persona efectiva, obsesiónate por manejar información «real» — es decir, céntrate en lo que sabes— en lugar de perderte entre «suposiciones», «creencias», «sensaciones», «imaginaciones» y demás «ilusiones».

Cuando vayas a decidir, analiza de qué información dispones y —a continuación— evalúa si esa información son cosas que sabes o cosas que crees/te parece/supones/imaginas, es decir, cosas que ignoras.

Y, si no dispones de la información que necesitas, búscala.

Porque solo con la información adecuada podrás tomar las decisiones adecuadas como, por ejemplo, anticiparte, en lugar de suponer.


jueves, 9 de enero de 2020

La verdadera razón por la que te cuesta tanto ser productivo hoy en día en tu empresa

Por: Iago Fraga
Como dicen los ingleses, «hablemos del elefante en la habitación». Todos los días se nos pide ser productivos, pero vivimos una época de cierta apatía y pesimismo. Mucha gente se ve muy pequeñita ante lo que vive como si fuese una hoja en medio de una tormenta. Les supera la política en la que todo ... Read more

lunes, 6 de enero de 2020

Cómo convertir tu propósito en un objetivo realizable

Por: David Torné

Uno de los recursos más potentes que me aporta la productividad personal es la capacidad de transformar una idea, algo intangible, en realidad. A través de un conjunto de técnicas conseguimos concretado, perfilar lo que deseamos y trazar un camino de acciones para lograrlo.

Este es el segundo post de la serie sobre cómo planificar tus objetivos para el próximo año. Si en el post pasado hablé de la necesidad de reflexionar antes de lanzarte a la caza de tu propósito, las siguientes líneas tratan sobre cómo planificar tu actividad.

No son más que un repaso sobre cómo aplicar de una forma adecuada la técnica de planificación natural integrada dentro del sistema Getting Things Done (GTD).

Que significa adecuada?

  1. Antes de definir que tienes que hacer, piensa en que quieres y porqué lo quieres.
  2. El plan de trabajo debe ser flexible, para ser reorientado sin rehacer en exceso la actividad definida inicialmente.
  3. Se debe crear un esquema, un esqueleto, de la actividad que marque un camino claro.
  4. La definición inicial no debe representar una carga de trabajo excesiva. Esboza que tienes que hacer para obtener el resultado deseado sin especificar el detalle.

Pensar en que quieres antes de cómo hacerlo

Dedicar tiempo a definir con exactitud qué y para que lo quieres, y enunciarlo por escrito dejando de lado la superficialidad que acompaña un propósito de año nuevo o un proyecto sin razonar.

Por ejemplo, no es lo mismo crear una web profesional que disponer de una plataforma para vender tus servicios a través de la red y mantener el contacto con tu comunidad.

La primera busca contribuir tu promoción en la red, la segunda crea una pieza importante en la digitalización de tu negocio. ¿Qué es lo que quieres?

Puedes leer: Objetivos. El arte de pensar antes de actuar, donde hablo del tema al detalle.

Visualizar el resultado – como te sentirás, que experimentarás, como te cambiará- es lo que en la PNL llama un anclaje con el resultado a alcanzar. Además de planificar tienes que preocuparte de la motivación.

Recuperar la imagen mental, las sensaciones y emociones que lo acompañan, será una forma para recuperar la motivación y el compromiso cuando las cosas se pongan difíciles (De esto hablaremos en el próximo post).

Esbozar todo lo que implica el objetivo

Verter sobre la mesa todas las ideas y conceptos a tener en cuenta para alcanzar el objetivo, para después estructurarlos y trazar una línea entre lo que se debe hacer y lo que se debe dejar fuera.

Es un ejercicio que va más allá de hacer una lluvia de ideas o un mapa mental. Se trata de apagar el sentido crítico, entendido como el conjunto de restricciones que etiquetan cada idea como pertinente o estrambótica. Aquí vale todo.

Soy partidario de realizarlo con un mapa mental. Es indiferente si es sobre papel o en una aplicación, la cuestión es facilitar el flujo de pensamiento para encadenar conceptos uno tras otro.

Al tiempo que esbozamos un dibujo de ramas que se van dividiendo en otras ramas más pequeñas y hojas. Conceptos, metas generales que se dividen hasta llegar a cada uno de los diferentes aspectos a tener en cuenta.

Saber más: Cómo crear un mapa mental

Filtrar y estructurar la actividad

Transformar la idea en acción. Recogemos cada uno de los componentes del proyecto y lo transformamos en actividades realizables.

Cada nodo del mapa mental se convertirá en un aspecto del objetivo implementar, lo podemos hacer convirtiéndolo en un proyecto, o un conjunto de proyectos GTD.

Para no ahogarte en medio de un alud de proyectos y terminar quemado antes de empezar a trabajar en el objetivo en sí, en este paso define sólo los componentes generales del objetivo y el orden en que deben ser ejecutados.

Define los proyectos principales o hitos intermedios, los resultados a alcanzar y las dependencias en su orden de ejecución (Que necesitas tener terminado antes de empezar un proyecto o acción concreta). Importante si trabajas en equipo y tienes que delegar actividad a terceros.

Asignaremos un título definitorio del resultado a obtener en cada uno de los componentes/nodos. No sólo los principales, también a la actividad

«He escogido el servicio de hosting donde hospedaremos la web»

«He definido el esquema del sitio web»

Sin definir ninguna acción, sin definir fechas de inicio ni de final, créeme nada de calendarios antes de empezar.

Pasar de pensar que hacer. Ponerte en marcha

Toca poner en marcha el proyecto. En el anterior paso has definido las metas y los proyectos de cada hito. Ahora sólo te queda escoger por qué hito empiezas a trabajar y qué proyecto/s pones en marcha.

Envía las primeras acciones a tu «lista de próximas acciones», incorpora tu nuevo reta a tu actividad corriente.

Escoge los proyectos y define las primeras acciones para llevarlos a cabo. Los proyectos GTD son bastante atomizados, pequeños, y por tanto no debería ser muy pesado, permitiéndote pasar de esta última sesión de planificación a HACER.

Si trabajas en equipo es el momento de delegar y coordinar el encendido de la maquinaria.

Durante la revisión diaria enviarás a la lista de próximas acciones el siguiente a hacer, ya sean acciones o activando nuevos proyectos.

Me queda hablar de la gestión de expectativas, de cómo administrar la motivación y de cómo repensar la ejecución de un objetivo en función de estos dos factores.

Fijarse un objetivo no tiene nada de glamuroso, al contrario, más allá del propósito y la visión es todo bastante gris y ordinario. Sin embargo la mecánica de cómo convertir un propósito, una intención, una idea en algo materializable tiene algo mágico