jueves, 28 de febrero de 2013

✓ Aprender atajos de teclado con Dashkards

Por: Jeroen Sangers

Dashkard para Gmail


Ya he explicado muchas veces que el teclado es más rápido que el ratón. El único problema de trabajar con el teclado es que existen muchísimos atajos de teclado para aprender. Hay atajos de teclado del sistema operativo, por ejemplo para minimizar y cerrar ventanas, atajos de teclado específicos para cada aplicación, algo que uso para crear una nueva tarea en OmniFocus, y además algunos servicios web como GMail también tienen la posibilidad de controlar la aplicación usando el teclado.


Dashkards ofrece tarjetas con los atajos de teclado de algunas aplicaciones populares. Puedes descargar e imprimir la tarjeta de tus aplicaciones, para siempre tener la información a mano. Aplicaciones como Keynote, Evernote y Byword tienen cada una su tarjeta con los atajos de teclado específicos para estas aplicaciones.


Además de aplicaciones para OS X, también hay tarjetas para algunos servicios web, como WordPress y Twitter e incluso tienen una tarjeta para saber la sintaxis de Markdown.


Dashkards también está disponible como un widget, pero en mi opinión una tarjeta impresa es más práctica.



miércoles, 27 de febrero de 2013

∞ Lo que pasa cuando pierdes de vista tus objetivos (link)

Por: Jeroen Sangers

Me ha gustado mucho esta cita que Iago usa en su post:



Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los otros e ir por el buen camino (Descartes)



El resto del artículo es una ejemplo muy reconocible sobre la motivación que surge de tener claro cuáles son tus objetivos.


∞ Lea el artículo en El Canasto



lunes, 25 de febrero de 2013

✓ Planifica la pérdida de tiempo

Por: Jeroen Sangers

It's beer o clock


Seguramente no tienes acciones como Hacer una hora de zapping en la televisión, Jugar Angry Birds, Pasear por el parque, Discutir sobre partido de fútbol de ayer o Cotillear con Maria en la lista acciones. Es lógico, porque no son cosas productivas y no pertenecen en tu sistema de productividad personal, ¿verdad?


No obstante, cada día dedicas tiempo a este tipo de actividades. No creo que estas actividades perjudiquen la productividad, porque es importante relacionarte con tus compañeros, descansar en el sofá por la noche y pasártelo bien. Son actividades que habitualmente vemos como improductivas, pero ¿realmente es así?


Cada día necesitamos tiempo para desconectar del trabajo, para relajarnos y para relacionarnos. Con la dosis adecuada, pueden ser actividades productivas. Entonces, ¿hay que planificar estas actividades en la lista de tareas o el calendario?


No todo lo que hacemos está en la lista de tareas, específicamente las rutinas, los imprevistos y el tiempo libre. Cuando es muy obvio qué hay que hacer, no es necesario planificarlo. Lo único que hay que hacer es asegurarnos de tener suficiente tiempo para las tareas no-planificadas.


Si trabajamos ocho horas al día, no podemos llenar el calendario hasta el último minuto con reuniones y tareas. Necesitamos espacio libre en el calendario, porque siempre hay imprevistos, siempre perdemos un poco de tiempo y siempre necesitamos algunos momentos para desconectar y descansar.


Cuando la suma del trabajo que tenemos planificado se acerca al tiempo disponible, tendremos un problema. Si, al final del día, aún quedan tareas que vencen este mismo día, no hemos planificado bien. Seguramente hemos sido demasiado optimista y no hemos tenido en cuenta los momento improductivos.


En tu vida, ¿hay espacio para perder el tiempo?



∞ Delegar y la lista de En Espera (link)

Por: Jeroen Sangers

Ruben nos da 3 consejos sobre el uso de la lista En Espera y 5 consejos para el proceso de delegar.


∞ Lea el artículo en El Canasto



miércoles, 20 de febrero de 2013

ProductividadIO. Introducción a GTD a través de los 5 pasos

Por: David Torné






Os dejo el vídeo del Hangout en Desarrollo web hablando de GTD. Es una hora de discusión sobre las bases GTD, siguiendo los 5 pasos. Si eres un iniciado quizás no te aporte nada, pero para todos aquellos que queréis introduciros en esta metodología es un primer paso.


De todos modos está bien ver y oír hablar al autor de este blog y no sólo limitarse a leer sus post, ¿no creéis?


Dentro del post adjunto slideshare usado en la presentación








✓ Mi experiencia con Mailbox

Por: Jeroen Sangers

Mailbox


La aplicación de productividad con más cobertura en la prensa tecnológica en las últimas semanas es sin duda Mailbox. Esta atención tiene sus raíces en una campaña de promoción bien hecha, la promesa de solucionar el problema que muchos tenemos con el volumen de correo electrónico y el acceso restringido a la aplicación.


De dónde viene Mailbox


Aunque se trata de una aplicación nueva, los desarrolladores ya llevan tiempo trabajando en herramientas de productividad. Hasta ahora su producto estrella era Orchestra, un gestor de tareas dirigido a equipos de trabajo.


Los desarrolladores notaban que una parte bastante grande de sus usuarios dejaban de usar Orchestra para volver a comunicarse vía e-mail. Aunque muchos expertos, yo me incluyo, insisten que lo mejor es usar e-mail sólo como herramienta de comunicación y no para gestionar tareas, aparentemente para muchas personas resulta demasiado difícil convertir mensajes en tareas.


Entonces, los desarrolladores han pensado que podrían cambiar de táctica: si no es factible pasar correos a un gestor de tareas, ¿porque no añadir una función de tareas a una aplicación de correo?


Producto mínimo viable


La versión actual de Mailbox está todavía bastante limitada en funciones, pero muestra las posibilidades de la estrategia elegida.


Por el momento, la aplicación sólo está disponible para el iPhone y sólo funciona con las cuentas de correo de GMail. Aunque la aplicación usa las etiquetas de GMail para clasificar los mensajes, Mailbox guarda parte de la información en sus propios servidores. Para asegurar el funcionamiento del servicio han limitado el acceso al servicio; después de instalar la aplicación puedes ver cuantas personas tienes delante en la cola de acceso. Visto los problemas que ha tenido Wunderlist hace unos meses con el lanzamiento de su nuevo producto, creo que la cola de espera de Mailbox es una buena solución para evitar sorpresas desagradables.


La idea principal


Mailbox ha sido desarrollado para facilitar la toma de decisiones desde la bandeja de entrada. Hay cuatro opciones básicas para clasificar cada mensaje usando movimientos táctiles:



  • Desliza un poco hacia la derecha para archivar el mensaje

  • Desliza completamente hacia la derecha para borrar el mensaje

  • Desliza un poco hacia la izquierda para posponer la decisión. Puedes elegir entre ocho opciones para volver el mensaje a la bandeja de entrada: más tarde hoy, esta noche, mañana, este fin de semana, la próxima semana, el próximo mes, algún día o un día específico.

  • Desliza completamente hacia la izquierda para añadir el mensaje a una lista. Por defecto, Mailbox crea tres listas (cosas para comprar, ver o leer) pero también puedes crear tus propias listas, por ejemplo para los contextos.


Procesar con Mailbox


Usando estos gestos puedes clasificar rápidamente todos los mensajes.


Una opción interesante es la posibilidad de ordenar manualmente los mensajes en una lista o en la bandeja de entrada. Esta opción puede ayudarte si usas la aplicación como lista de tareas.


La práctica


Cuando intentaba procesar mi correo de esta forma, encontré algunos problemas. Primero notaba que la diferencia entre ‘deslizar un poco’ y ‘deslizar completamente’ es demasiado sutil. He borrado varias veces un mensaje que quería archivar.


Otro problema que encontraba es que la aplicación sólo muestra las dos primeras lineas de texto para cada mensaje, insuficiente para poder decidir qué hacer con cada mensaje. En lugar de usar el método de deslizar mensajes para clasificar he tenido que abrirlos y usar los botones en la barra superior para hacerlo.


Finalmente, no soy usuario de GMail (he reenviado algunos mensajes a una cuenta temporal para poder hacer pruebas) y realmente necesito poder clasificar mis mensajes también desde mi portátil y desde el iPad. Espero que, si las primeras experiencias con la aplicación han sido satisfactorias, en breve habrá aplicaciones para más dispositivos (iPad, Android, PC…) y soporte para todas las cuentas de correo.


¿Vale Mailbox como gestor de tareas?


La función de procesar y organizar las bandejas de entrada (no solo el inbox del e-mail) es para centralizar múltiples fuentes de información en una lista completa, que puedo usar para decidir qué hacer. La versión actual de Mailbox sólo puede crear listas a partir de e-mail sin ofrecer la posibilidad de añadir tareas desde otras fuentes.


Además, no puedes cambiar el asunto del mensaje para especificar los detalles de la tarea. Ahora, si quieres saber qué hay que hacer con cada e-mail en una lista, no hay más remedio que abrir el mensaje y volver a leerlo.


Queda claro que Mailbox no es una alternativa para una lista de acciones, aunque podría ser una gran mejora para todos estos usuarios que todavía utilizan la bandeja de entrada como lista de tareas.


Dicho esto, hay algunos indicadores, como el uso de la palabra listas en lugar de carpetas o etiquetas, que enseñan que los desarrolladores tienen grandes planes con esta aplicación. Posiblemente en el futuro Mailbox seá una buena alternativa para los gestores de tareas.



lunes, 18 de febrero de 2013

No es tu Suerte, son tus Creencias

Por: Jose Miguel Bolivar

dedos cruzados No es tu Suerte, son tus CreenciasEstoy convencido de la existencia de la suerte. ¿Cómo no iba a ser así? He nacido en un país del “primer mundo”, en el seno de una familia “normal” que me ha proporcionado todo lo necesario para crecer y desarrollarme como persona. No nací con defectos congénitos ni padezco enfermedades raras. Tampoco me he visto implicado en catástrofes naturales ni terribles accidentes. Todo eso es suerte, muy buena suerte.


Pero al margen del azar que define las circunstancias que te rodean, también estoy convencido de que no hay más “suerte”. Hay personas que hacen lo que hay que hacer y personas que hacen lo que creen que hay que hacer. Estas últimas, a veces aciertan pero otras veces se equivocan.


Voy a compartir contigo una anécdota. Desde que me saqué el carnet de conducir, gran parte de mi entorno no ha dejado de decirme que tengo mucha suerte para aparcar. Miembros de mi familia, algunos de mis amigos, incluso conocidos, se sorprendían – y siguen sorprendiendo – de mi “enorme suerte”. ¿En qué consiste exactamente esta suerte? En que casi siempre aparco en la puerta del sitio al que voy, entendiendo por “en la puerta”, a menos de un par de minutos andando del punto de destino. Y esto ocurre por teóricamente complicada que sea la zona o la hora del día.


Pero para mí este hecho no es fruto de suerte alguna sino de mis acciones. En un momento dado, algo cansado ya de tanto “cachondeo”, decidí observar con atención qué factores podían influir en esta realidad. Porque es cierto que las personas que me decían, y siguen diciendo, que tengo mucha suerte, nunca aparcan en la puerta.


Como suponía, la explicación era bien sencilla. Yo hacía, y sigo haciendo, algo que ellos no hacían, y siguen sin hacer. Y no lo hago de forma aleatoria ni en función de las circunstancias. Lo hago siempre, independientemente del día, la hora, el lugar, si voy con prisas o no: paso con el coche por delante de la puerta del sitio al que voy y lo hago al menos dos veces. Sin excepciones.


Cuando llevo en el coche a alguna de estas personas que dicen que tengo suerte, siempre tengo que oír las mismas cantinelas. “Mira, aparca ahí, fíjate que sitio tan bueno. Déjalo ahí porque luego no hay quien aparque. Esa zona es imposible”. Cuando les ignoro, se molestan conmigo: “Ya verás, vamos a llegar tarde porque no vas a encontrar sitio y te va a tocar dar mil vueltas. Con lo bueno que era ese sitio de ahí atrás”. Aprovecho para aclarar que “ese sitio tan bueno” suele por lo general estar al menos a diez minutos andando del punto de destino.


Como puedes observar, no es mi suerte lo que hace que casi siempre aparque en la puerta ni tampoco es la mala suerte de mis familiares y amigos lo que hace que nunca lo consigan.


La diferencia es que yo sé que lo que yo crea sobre lo fácil, difícil, probable o improbable que es aparcar en un sitio concreto es por completo irrelevante. Lo siento por el tan en boga “pensamiento positivo” pero las cosas son como son y tanto si estoy convencido de que voy a aparcar en la puerta, como si estoy convencido de lo contrario, a la realidad le importa un pimiento.


Por eso mi comportamiento no es en función de mis creencias sino de lo que hay que hacer. Nuestro cerebro es víctima de numerosos sesgos y falla más que una escopeta de feria en muchos de sus cálculos y estimaciones. Como promueve GTD, hay que “objetivizar” al máximo la toma de decisiones porque, a más subjetividad, mayor riesgo de error.


Una forma de saber “lo que hay que hacer” es observar qué hacen las personas que consiguen esos resultados que tú también querrías conseguir y replicar esos comportamientos. Lo que en PNL se llama “modelado“. Nuevamente, es lo que hizo David Allen para construir GTD: fijarse en los hábitos de personas productivas.


Otra forma es analizar de forma objetiva, dejando al margen opiniones o creencias, qué pasos hay que dar, y en qué secuencia, para alcanzar un resultado. Al fin y al cabo, si analizas de forma objetiva qué hay que hacer para poder aparcar en la puerta, verás que la respuesta a “lo que hay que hacer” es sencilla: pasar siempre por la puerta.



optimainfinito rss No es tu Suerte, son tus Creencias Este artículo, No es tu Suerte, son tus Creencias , escrito por José Miguel Bolívar y publicado originalmente en Optima Infinito, está licenciado para su uso bajo una Licencia Creative Commons 3.0 España.

Muchas gracias por suscribirte a Optima Infinito.




✓ El poder de ficheros de texto

Por: Jeroen Sangers

Fichero de texto


En mi ordenador tengo varias carpetas con cientos de documentos que no he abierto en los últimos 15 años. Son trabajos que hice en la universidad, documentación de las actividades que organicé en Holanda, cartas que he escrito al banco, etc…


No abro estos documentos, porque están hechos con aplicaciones que ya no tengo: WordPerfect 5.1, DeskTop Publisher, aplicaciones programadas por mi y un montón de otra aplicaciones de las cuales no recuerdo ni el nombre. Seguramente existen maneras de abrir o convertir algunos de estos ficheros, pero no quiero invertir tiempo.


Sólo algunos ficheros antiguos aún puedo leer sin ningún problema: los ficheros .TXT. Es el único formato que funcionaba en mi primer ordenador (un Philips con un disco duro de 20Mb) y que seguramente todavía usaré de aquí a 20 años.


Todos los demás formatos, incluso los de las aplicaciones libres, seguramente dejaran de existir en algún momento. Por esta razón, intento usar ficheros TXT cuando puedo.


En mi teléfono guardo unos 300 ficheros de texto con mis notas: ideas para artículos, listas de control, información útil, planes, notas de reuniones…


También este artículo lo he empezado como un fichero de texto en mi teléfono cuando tenía la idea para este post. Unos segundos más tarde ya tenía el fichero en la carpeta de Dropbox en mi ordenador, desde dónde estoy finalizando el texto.


Markdown


Si necesito indicar el formato del texto, uso la sintaxis de Markdown. Si por ejemplo quiero indicar que una palabra tiene que ser en cursiva en el texto publicado, pongo la palabra entre asteriscos: *esto será cursiva*. La documentación explica exactamente cómo puedes crear cabeceras, enlaces, listas, etc.


El gran beneficio de Markdown es que todavía puedes leer el texto sin problemas, algo que no sería el caso si utilizara algo como HTML para dar formato.


Etiquetas


Algunas de las aplicaciones modernas para gestionar material de referencia, por ejemplo Evernote, ofrecen funciones avanzadas como la posibilidad de etiquetar documentos. Yo, simplemente pongo mis etiquetas al final de los documentos de texto, usando una arroba para indicar que se trata de una etiqueta. Los buscadores en los sistemas operativos actuales permiten buscar por texto dentro de los documentos y encuentran fácilmente todos los textos etiquetados.


Formato final


Obviamente, no siempre puedo publicar documentos con solo texto. Cuando se trata de, por ejemplo, material para mis cursos, tengo que importar el texto en otra aplicación para crear un fichero PDF que incluye, por ejemplo, el logotipo.


En mi opinión, este es otro beneficio de trabajar en texto: tener dos fases estrictamente separadas. Primero, redacto el texto y finalmente, me preocupo de la presentación visual.


De cada publicación guardo ambas versiones: el fichero de texto y el formato publicado. Así me aseguro de poder acceder a la información dentro de 20 años.



domingo, 17 de febrero de 2013

Mi fórmula para capturar tareas

Por: Berto Pena

Saber capturar (anotar) una tarea es empezar a hacerla bien. Detrás de ese gesto, que repetimos miles de veces al cabo del año, hay mucho más que escribir “lo que hay que hacer”. Da igual si utilizas papel o software, capturar tareas es un gesto sobre el que descansa toda tu organización y los resultados que buscas. Te cuento cómo lo hago yo.



A lo largo de los últimos años he utilizado todo tipo de herramientas para organizarme. Desde una simple hoja, agendas y software de todo tipo hasta haber terminado por hacer mi propia aplicación. Y con todas he ido aprendiendo algunas ideas muy sencillas pero extremadamente útiles para anotar mis tareas. Creo que te ayudarán, con independencia de la herramienta que utilices.


Anota rápido, completa después


La nueva tarea siempre te asalta mientras estás haciendo otra cosa. Es decir, es una interrupción que hay que minimizar todo lo que se pueda: escribe ágilmente la tarea y regresa rápidamente a lo que estabas haciendo. Captura la tarea ahora y en otro momento posterior podrás agregar otros detalles o información extra.


Tarea = Acción o Acciones


Cuando recibes una tarea o te piden algo en un email, tienes que identificar claramente las acciones de esa tarea, los pasos que debes dar para terminarla. Muchas veces te piden una cosa pero para hacerla tú tienes que hacer tres. Traduce la tarea en una acción o acciones.


Tarea = Qué + Cuándo


Detrás de cada nueva tarea hay muchos detalles pero hay dos especialmente críticos: el Qué y Cuándo. Qué hay que hacer (título de la tarea) y Cuándo tiene que hacerse (fecha límite). Identifícalos cuanto antes y asegúrate de escribirlos claramente.


Empieza con un verbo


Al escribir el título de la tarea, haz que la primera palabra de la frase sea siempre un verbo. Esto te ayuda doblemente. Por un lado pones en primer lugar la acción que tienes que hacer: escribir, diseñar, revisar, corregir… Y por el otro, una frase que comienza con un verbo incita a actuar y moverse. Es una invitación a hacer.


Incluye una descripción


A veces la descripción, notas adjuntas o datos adicionales son tan importantes como el título de la tarea. Puede ser una rápida indicación escrita por ti, un par de lineas sacadas de un email o el enlace de una web. Si lo incluyes ahí mismo, pondrás en contexto la tarea y te evitará la molestia de tener que buscarlo cuando empieces a hacerla.


Identifica las tareas clave


Sobre estas tareas descansan la mayoría de los resultados de tu día, de ahí que sea esencial destacarlas. Hazlo ya en el momento de capturarlas. Si utilizas papel subráyalas, escríbelas con otro color o pinta algún símbolo a su lado. Y si utilizas software escríbelas en negrita o asígnales la opción de estrella que ofrecen algunas aplicaciones.


Como ves son ideas que con un poco de interés es fácil incluir en tu flujo de trabajo. Son ideas sencillas. Pero es que la Productividad Personal para humanos va de cosas sencillas.




jueves, 14 de febrero de 2013

✓ GTD y la matriz Eisenhower

Por: Jeroen Sangers

GTD y la matriz Eisenhower


La matriz de Eisenhower es una clasificación de tareas popularizada por Stephen Covey en su bestseller Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. La matriz divide las tareas en cuatro grupos basados en sus dos ejes urgencia e importancia.


importante-urgente


Habitualmente, la matriz viene acompañada por un consejo sobre qué hacer con las tareas en cada cuadrante:



  • Urgente/importante: hacerlo ahora

  • No urgente/importante: planificar en la lista de tareas o el calendario

  • Urgente/no importante: delegar la tarea

  • No urgente/no importante: descartar


Siempre me ha sorprendido el consejo de delegar tareas urgentes y no importantes, especialmente en relación con las tareas que no son urgentes. Si hay una tarea que no vale la pena de hacerla, porque no es importante, ¿porque hay que delegarla si ponemos una fecha de vencimiento?


Tampoco estoy muy de acuerdo con la idea de siempre dar prioridad a las tareas urgentes. Obviamente, hay que evitar que pasemos las fechas de vencimiento, pero justo en las tareas importantes y no urgentes está el trabajo de evitar urgencias y de avanzar hacia las metas. Yo, siempre que puedo, intento dar la prioridad a este grupo.


Getting Things Done


Aunque no está escrito específicamente, los cuatro cuadrantes de Eisenhower están incorporados en el flujo de trabajo de GTD.


Como sabéis, el flujo de trabajo consiste de cinco pasos distintos: recopilar, procesar, organizar, revisar y hacer. En el segundo paso, procesar, hay que tomar una decisión sobre qué hacer con cada elemento en la bandeja de entrada. ¿Hay alguna acción?, ¿cuál es el resultado deseado? y ¿cuál es la próxima acción a tomar? En otras palabras, analizamos si realmente vale la pena hacer algo. Es en este paso, que descartamos las tareas no importantes, porque no encajan en nuestras áreas de responsabilidad ni nos ayudan a lograr nuestros objetivos.


El flujo de trabajo publicado por Sally McGhee menciona este punto específicamente y es el flujo que yo habitualmente uso y enseño.


El factor de importancia de Eisenhower, lo podemos encontrar en el último paso de GTD: hacer. David Allen sugiere que decidamos qué hacer en cada momento utilizando el calendario (para tareas que hay que hacer en un día específico) y la lista de acciones (para tareas que hay que hacer lo antes posible). El proceso de decidir es complejo e incluye cuatro criterios (contexto, tiempo disponible, energía disponible y prioridad), los seis niveles de perspectiva y además la realidad de la situación actual.


La fase de Hacer incluye los malabares para compaginar las tareas urgentes y las tareas que dan más resultados a largo plazo.


Como podéis ver, no es necesario clasificar las tareas según la matriz de Eisenhower, porque ya está incorporado en GTD.



lunes, 11 de febrero de 2013

✓ Nueva aplicación iOS gratis de Nozbe

Por: Jeroen Sangers

Pantalla de Nozbe en el iPad


La semana pasada, Nozbe lanzó su nueva aplicación para iOS. Anteriormente ya fue posible usar Nozbe desde el iPhone o iPad, gracias a la interfaz web o a una aplicación externa que costaba 4,5€ y 14€.


La versión nueva ha sido desarrollada por la propia gente de Nozbe y cuenta con el estilo de interfaz introducido hace unos meses en las versiones para Windows y OS X.


Con este lanzamiento, todas las aplicaciones de Nozbe (Windows, OS X, iOS y Android) tienen las mismas funciones. Sólo quedan algunas opciones que sólo están disponibles en la versión web de la aplicación, como la integración con Evernote, Dropbox y Box para vincular el material de referencia a los proyectos. Me gustaría que estás integraciones también vinieran en las demás versiones.


Observa que, aunque la aplicación es gratis, es necesario tener una cuenta de Nozbe, que podría costar dinero a partir de cinco proyectos.



viernes, 8 de febrero de 2013

∞ Reinventa tu negocio con los mapas mentales (link)

Por: Jeroen Sangers

Este artículo en el blog de Movistar Con tu negocio no explica mucho sobre los negocios, pero es una buena introducción a los mapas mentales.



Los mapas mentales son un intento de rastrear cómo funciona nuestro cerebro y qué connotaciones tiene lo que estamos pensando.



∞ Lea el artículo en El Canasto



jueves, 7 de febrero de 2013

¿Pagar o no pagar? Esa es la cuestión...

Por: Sandra

Hace unos días debatía con un cliente la estrategia online que había planteado para su marca. Entre los servicios planteados se encontraba el blogmarketing como forma de crear repercusión de la marca en la blogosfera.


Cuando recibí el feedback del cliente me encontré frente al debate de si pagar o no por contenido editorial corporativo era realmente una buena estrategia.


Remontándome a mis inicios profesionales en prensa recuerdo como las agencias enviaban cientos de notas de prensa y una de mis obligaciones era seleccionar las que merecían ser publicadas en la web. En ocasiones, las agencias nos persuadían tanto que al final las publicábamos.


Después pasé a trabajar al otro lado y era yo la que perseguía a los medios para conseguir la publicación de mis notas de prensa.


En esa época aún las redes sociales y blogs no habían desarrollado el protagonismo que tienen hoy en día y el pago por publicar no era algo que se pasara por la cabeza.


Sin embargo, años después pasé a ser community manager y cuando comencé a tener contacto con los bloggers descubrí que existe la posibilidad de enviar notas de prensa pero conseguir su publicación es algo difícil de conseguir. De hecho algunos indican que no desean recibir este tipo de contenidos.


La realidad es que hoy por hoy para conseguir presencia en un blog hay que tener en cuenta la posibilidad de tener que pagar por ello. Evidentemente hay excepciones y algunos influencers publican porque el contenido les resulta atractivo pero otros solo publican si el cliente se adapta a sus tarifas y a veces ni mediante un sampling o invitación a un evento se consigue un post.


Durante estos tres años que llevo dedicando al community management me he topado con diversas situaciones. Algunos bloggers han llegado a pedirme 3.000€ por un post, otros a pesar de tener un site con un pagerank altísimo tienen tarifas casi ridículas. También existen, en un grupo bastante minoritario, los que agradecen recibir notas de prensa para nutrir su blog y publican de forma gratuita.


Como todo en esta vida, hay excepciones, pero la verdad hoy por hoy es que los blogs son un negocio y muchos profesionales viven de ellos, así que tanto clientes como agencias debemos tener presente siempre la posibilidad de pagar por tener presencia. Aún me encuentro con clientes que creen que estar presente en Facebook es gratis y no entienden que sí, crear una fanpage no tiene coste pero gestionar los contenidos y darle repercusión sí lo tiene.


Lo cierto es que me sorprende que aún pensemos que la publicidad en las redes sociales es gratuita y ¿en televisión? ¿Acaso pensamos que los famosos que aparecen en los spot lo hacen de forma gratuita? Evidentemente no. Pues lo mismo que en estos anuncios se utilizan a famosos, en social media se cuenta con influencers del sector y lo cierto es que los famosos ya hacen este tipo de publicidad “encubierta” en redes sociales.


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Para seguir avanzando en nuestro sector es importante educar a los clientes y hacerles entender que Internet es algo de todos, con acceso libre pero que su presencia tiene un precio, la dedicación y creatividad de profesionales. Y lo mismo que las marcas destinan presupuestos altísimos para tener presencia en televisión o radio, hagámosles entender que el mundo online también debe tener una partida presupuestaria. Solo así conseguiremos que nuestra profesión tenga l valor que se merece.



✓ Hacer el seguimiento de tus objetivos con Beeminder

Por: Jeroen Sangers

Pantalla de Beeminder


Beeminder es la herramienta más completa que conozco para hacer el seguimiento de tus objetivos.


Sé que puedes usar una sencilla hoja de Excel para apuntar cuanto peso has perdido, cuantos correos quedan en la bandeja de entrada o cuantas visitas has tenido en tu blog.


Beeminder ofrece algunas funciones más. No solo enseña la —falta de— progreso y la meta en un gráfico, pero también la media móvil, una media optimista pintada de color rosa y el camino de baldosas amarillas, el camino que hay que seguir.


Cada día recibirás un correo para pedirte los últimos datos. Simplemente puedes contestar este correo con la fecha y un valor para actualizar tu gráfico.


Lo que hace a esta aplicación especial es su modelo de negocio. El uso de Beeminder es gratuito, mientras cumplas tus objetivos. Pero si algún día quieres ajustar el objetivo, hay que pagar. Además, cada vez que ajustas tu objetivo pagarás más, para motivarte a cumplir tus promesas.


Finalmente, si tu meta es vaciar el bandeja de entrada del e-mail, puedes vincular Beeminder a GMail para obtener automáticamente el progreso.


¿Qué os parece esta aplicación?



miércoles, 6 de febrero de 2013

GTD en evolución permanente

Por: David Torné


Supongo que es la perspectiva dada por la experiencia - a pesar de no ser muy abundante – pero me doy cuenta que lo que busco cuando pienso, planifico y llevo a cabo mi actividad ya no es el mismo que buscaba al principio, mi punto de vista sobre lo que hago y cómo lo hago cambia, así como mi opinión sobre ciertos aspectos a la hora de implementar. El tiempo y la experiencia transforman como las necesidades y maduran los puntos de vista. Las siguientes líneas son un resumen de esta evolución, y un compendio de lo que te puedes encontrar en tu proceso de aprendizaje.


Imagen vía armincifuentes bajo licencia Creative Commons



Es usual empezar en esto buscando hacer más en el mismo tiempo, o sacar más partido al tiempo del que dispones… De hecho yo lo hice para finalizar más cosas de las que hacía, sin dejar a medias tantas otras, buscando control pero también madurez - sin ser consciente de ello - para escoger lo que más me convenía. Aprender a priorizar, decir no a otras personas es algo que requiere conocimiento de la propia actividad y de tus objetivos para saber cuáles son los criterios al escoger lo que tienes que hacer.


GTD me ayudó a poner orden y descargar de mi mente todo lo que tenía entre manos. Aprender a utilizar el sistema de listas, a implementar mi flujo de trabajo en los 5 pasos, e introducir el concepto de reflexión gracias a las diferentes revisiones me dio constancia. En cierto modo fue como aprender a trabajar de nuevo. Es algo menos duro de lo que parece ya que no te das cuenta de ello, la constancia y repetición te ayudan a crear los hábitos necesarios para recopilar, procesar y organizar, súmale las dos horas semanales para ponerlo todo en orden y tu nivel de preocupación se desplaza hacia arriba. Los problemas más comunes empiezan a solucionarse.


Lo mejor es obtener la capacidad para razonar sobre tus temas y sobre todo aquello que no va bien. El disgusto que supone se contrarresta con la confianza ganada en todos aquellos detalles que has ido solucionando te hace dar el paso para implementar cambios y buscar tú mismo la solución. Ser capaz de pasar de la queja a la acción es un signo de madurez y sofisticación, prolongarlo y crear un hábito es la forma para convertirte en una persona proactiva. Dejarás de esperar que el entorno te solucione los problemas y te convertirás en un factor de cambio.


Una vez encarrilado es inevitable atravesar una fase de arrogancia en la que nos vemos capaces de hacerlo todo y más. Asumimos más de lo que podemos hacer, no somos capaces de medir las consecuencias de la aceptación de nuevos retos. Cometí el gran error de introducirme en los niveles de perspectiva desplegando una estructura demasiado sobredimensionada. No me marqué demasiados objetivos, simplemente no medí el trabajo semanal que conllevaban, ni simplifique mis rutinas, y de repente me vi obligado a tomar una decisión, ¿cuál de mis frente abiertos debía abandonar?


Si uno de los secretos de la productividad personal es saber cuál es tu siguiente acción, el hecho de escoger tus objetivos representa algo similar pero a diferente nivel. Las magnitudes son diferentes, no abras un bote con algunas acciones que podrás dejar atrás, minimizando el disgusto y los recursos invertidos… Un objetivo representa una línea de actividad compuesta por multitud de proyectos y de meses o años de duración.


Es en este punto donde uno se interesa por un lado por la planificación natural, para ganar profundidad en lo que se planifica. El hecho de enfocar tus proyectos a su finalidad real, evaluándolos midiendo la satisfacción y el éxito, por lo que deben devolver y no como un proceso administrativo donde lo único que cuenta es completar las tareas y crear un entregable, hace que los errores en el planteamiento y las posteriores correcciones disminuyan y aumente la convicción de que lo que se hace es lo que hay que hacer.


Por otra parte está el hecho de concebir los niveles más altos de perspectiva como una unidad. Si trabajo coordinadamente para crear una visión de futuro y objetivos de forma racional probablemente evite descarrilar otra vez. Fantástico, el problema es que al crear una visión a cinco años vista te das cuenta de lo difícil que es. Empiezas a sentirte inseguro, las decisiones que debes tomar para llegar donde quieres llegar son difíciles y pueden cambiar sustancialmente tu vida.


Das un volantazo y te acomodes con una visión similar a lo que tienes ahora, con unos objetivos asumibles y sin pensar en lo que te vendrá mañana. El futuro es incertidumbre e incomodidad, para evitar sufrir puedes no pensar en ello y para no quebrarte puedes hacer lo que sabes que tienes que hacer.


Abriendo un proceso de reflexión para definir tus valores y propósito en la vida creando una visión completa una vez finalizado, realista pero sin renunciar a metas más intrépidas por temas de comodidad. No se trata de una anotación en tu lista de próximas acciones, más bien de un proceso abierto que dura semanas, pensando de forma intermitente y prolongada en el tiempo, recogiendo notas y sentándose ante una hoja en blanco para pasarlas a limpio. Acaba con la sensación de que has hecho un buen trabajo, que se trata de algo completo, pero flexible para incorporar todo lo nuevo que se vaya presentando.


Creo que este último punto representa mí paso más destacable hasta el momento. Reflexión a fondo, intentando crear una visión realista, asumiendo el miedo y el temor preguntándome que les genera para encontrar una respuesta que lleve a la acción y de ahí a la solución…. Más allá de la acción pero siempre volviendo a su encuentro porque se trata de la unidad indivisible de mi (y tu) actividad.


GTD como vía para crear hábitos, ordenar tu actividad y plantearte un futuro, pero también una forma para madurar a través de la reflexión, asumir el control y la responsabilidad de tus decisiones.





∞ La verdadera razón para ser productivos (link)

Por: Jeroen Sangers

No lo podría explicar mejor que Omar:



Visualiza el siguiente escenario: Es sábado por la noche, estás a punto de ver una película de terror con tu pareja en tu sala, tienes las palomitas, acomodaste el sillón y cuando presionas Play en el reproductor te acuerdas de la nada que el viernes no mandaste un correo para solicitar la sala de juntas para la reunión del lunes y que fue lo único que te encargó tu jefe para este evento.


A partir de ahí, el momento se rompe, pasas de un estado de tranquilidad a un estado de angustia absoluto, obviamente te levantas molesto y empiezas a buscar una solución al problema que en un día laboral normal hubiera representado una actividad de dos minutos.



Si inviertes un poco de tiempo en tu organización personal, tendrás toda la libertad de enfocarte en aquellas cosas relevantes en la vida.


∞ Lea el artículo en El Canasto



lunes, 4 de febrero de 2013

✓ Cuando GTD no es la solución

Por: Jeroen Sangers

Buried under paper


Getting Things Done es, con diferencia, mi metodología de productividad preferida. GTD está basado en observar la práctica de muchos profesionales, estas observaciones han sido traducidas a unos principios básicos. Es el método más completo que conozco, con un conjunto de hábitos fundamentales para todos los trabajadores del conocimiento. Hay muy pocos problemas en el campo de la productividad personal —o la gestión del tiempo, según algunos— que no quedan resueltos implementando el método de David Allen.


No obstante, a algunas personas que contratan mi servicio de consultoría tengo que explicar que su problema principal no tiene solución. Les ayudo igualmente con la implementación de nuevos hábitos productivos, porque creo que puede incrementar su productividad. ¿Cuál es este problema que no tiene solución?



Tengo demasiadas cosas por hacer



Si la suma de todo el trabajo que tienes pendiente sobrepasa las dieciséis horas por día, es imposible que puedas finalizarlo todo. Esto es uno de los problemas de productividad más comunes: tener más trabajo que horas disponibles.


Este problema es el resultado de otro problema: la falta de capacidad de decir “no”. Muchas veces esta causado porque sobre-estimamos nuestra capacidad de hacer cosas o simplemente porque no tenemos ningún inventario completo de todo el trabajo pendiente.


La única solución es descartar proyectos y tareas para reducir el volumen de trabajo. No sirve mejorar tu organización ni cambiar la manera de gestionar tus listas de tareas. Cuando organizas un montón de trabajo, no cambiará su volumen, sino sólo el orden de las cosas pendientes.


Mientras no aceptes que hay que dejar de hacer algunas cosas, nunca tendrás el sentido de ser productivo.


Cuando GTD es la solución


Cuando estás preparado para descartar proyectos y acciones, no hay nada mejor que Getting Things Done.


Gracias a GTD tendrás un inventario completo de todo el trabajo pendiente. La revisión semanal es el momento idóneo para evaluar la carga de trabajo y aparcar proyectos en la lista Algún día/Quizás si de antemano ya sabes que no avanzaran en las próximas dos semanas. Usando los seis niveles de perspectiva puedes crear tus propios criterios para descartar trabajo.


GTD no disminuye el volumen de tareas pendientes, pero puede ayudarte a decidir qué es necesario hacer y qué cosas puedes descartar o aparcar.